La Gran Muralla China, una fortaleza que ha visto demasiadas guerras estaba a punto de conocer otra batalla que cambiaría el rumbo de la historia.
Los Hunos se habían esparcido por toda la estepa mongol causando así la derrota de varias tribus en el territorio. Cada vez más cerca de La Gran Muralla, sólo era cuestión de tiempo el ataque inminente que sufriría China.
oOo
La noche estaba tranquila con un cielo parcialmente cubierto de nubes pero no lo suficiente para evitar ver la luna llena. Un soldado en puesto de vigía continuaba su rutina cuando fue sorprendido por un halcón que chocando contra su cabeza logró quitarle su casco.
Mirando al ave posarse sobre el mástil sosteniendo la bandera y sin quitarle la vista de encima, suavemente posó su mano en su nuca chequeando alguna herida.
Podía jurar que el ave no era normal y pronto supo que así era cuando éste dio un fuerte chillido y a continuación un gancho se apoderó del muro seguido de muchos otros.
Alarmado, intentó alertar a la guardia. "¡Nos están atacando! ¡Enciendan la señal!" Gritó, dirigiéndose hacia la escalera de la cabina. Al no notar a ninguno de sus compañeros soldados, estaba a punto de dirigirse a la puerta para alertarles encontrando a unos intrusos armados. Sabiendo que ya era demasiado tarde para ellos inmediatamente subió por las escaleras, sujetándose de las grandes piedras cuando sintió que la frágil escalera cedía ante el filo de una espada.
Ya en el techo de la cabina, prontamente tomó la antorcha y estaba a punto de encender el aceite cuando una sombra lo sorprendió. Ojos amarillos le miraban imperturbablemente sin hacer ningún movimiento y el soldado sin más arrojó la antorcha sobre el aceite logrando que éste encendiera al instante.
Sin inmutarse, el extraño se volteó lentamente mirando como uno tras otro se encendía el fuego de los centinelas.
"Ahora toda China sabe que están aquí." Gruñó el soldado.
Completamente impasible, tomó el mástil logrando romperlo con fuerza bruta y acercó la bandera hacia las llamas.
"Perfecto." Anunció con una sonrisa malévola.
Así como ardía la bandera, pronto China caería.
oOo
Acercándose rápidamente el trono del Emperador, tres hombres, un general y sus soldados, pronto llegaron hasta éste, deteniéndose a los pies de las escaleras frente a su trono y prontamente se arrodillaron ante él.
"¡Majestad, los Hunos han cruzado la frontera norte!" exclamó el General, elevando su mirada hacia el Emperador.
"¡Imposible! ¡Nadie puede cruzar la Gran Muralla!" Sorprendido, el consejero del Emperador exclamó, a punto de llamarlo un engaño pero el Emperador lo detuvo, dando paso a que el General continuara.
"¡Shan Yu es el líder!" Dijo el General con ahínco, ya conociendo las historias del susodicho, "¡Apostaremos tropas alrededor de su palacio de inmediato!"
"¡No!" El Emperador dijo forzosamente levantándose de su trono, "Las tropas protegerán a mi pueblo. ¡Chi Fu!"
Su consejero hizo una reverencia al ser dirigido, "Sí, su Alteza."
"Envía avisos de reclutamiento a las provincias, convoca las reservas y recluten a toda la gente posible." Decretó el Emperador, bajando las escaleras y acercándose hacia el General.
"Disculpe, Majestad, pero creo que mis tropas podrán detenerlo."
"No correré ningún riesgo, General. Un sólo grano de arroz puede inclinar la balanza, ¡un hombre podría ser la diferencia entre la victoria y la derrota!" Finalizó con su voz resonando en la sala. El General dio una reverencia, aceptando su decreto mientras el Emperador miraba hacia el horizonte de un futuro incierto.
oOo
YOU ARE READING
Mulan: Guerrero Omega
AdventureEn una era donde los Omegas eran considerados incluso menos que una mujer, Mulan, un joven omega de 16 años que está en la edad de buscar marido desafiará la tradición al enlistarse en la guerra tomando el lugar de su padre enfermo. En un ejército l...