XVII

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Lᴀ ʙɪᴇɴᴠᴇɴɪᴅᴀ, ᴜɴᴀ ɴᴏᴄʜᴇ ʟᴀʀɢᴀ ʏ ᴀʟᴄᴏʜᴏʟ

Se me termino el sueño y sin dejar buenas impresiones, que decir, empezamos tambaleando y nunca pudimos acomodarnos del todo

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Se me termino el sueño y sin dejar buenas impresiones, que decir, empezamos tambaleando y nunca pudimos acomodarnos del todo.

Y yo no estaba en mi mejor momento, se notó, y yo mismo noté que la cosa empeoró con el correr de los minutos que estaba en cancha, trate de hacer lo mejor pero no se me dio.

《Luche por esto, lpm》

Estaba en la habitación de la concentración que compartía con Paulo, armando la valija, ya nos volvíamos y cada uno iba a poner la cabeza en su propio club... en los objetivos de este y por el momento iban a freezar el tema selección aunque sabía que para muchos y para mi, podía haber sido de las ultimas veces con la celeste y blanca.

Me tire de cara a la cama, no tenía ganas de hacer nada, ni de agarrar el teléfono, ni de encender el televisor.

—arriba rey —me palmeo la espalda Paulo cuando entro en la habitación que compartíamos.

—¿no te sentis... para la mier—empece a preguntar pero el me interrumpió.

—se boludo... pero llego a casa, la familia, mi chica y chau, se arregla todo —dijo sonriendo y yo trate imitar el gesto pero no me nació.

Porque cuando volviera a mi casa, a diferencia de él, los problemas que deje para ir a Rusia iban a seguir ahí...

Aeropuerto Internacional de Ezeiza

Y sin darme cuenta ya estaba de nuevo en Buenos Aires, otra vez volvía a enfocarme en el club... y otra vez me encontraba agobiado por lo que quería y lo que en realidad tenía que hacer.

—Te amo, Te amo —decía Sabrina mientras me sofocaba con sus besos y abrazos. —no te voy a dejar ir más.

Me dio ternura en un principio y yo también la vi especial.

《¿Ah si?》

—me extrañaste —pregunte con una sonrisa, no estaba fingiendo... me encantaba estar cerca con ella que si me quería. Sabrina asintió al tiempo que hundía su cara en mi buzo. —dame un beso ¿si? —pedí y ella lo hizo.

《Soy un forro》

—vamos, Caro nos espera en el auto —tiro de mi y un frío recorrió mi espalda.

—¿Caro vino? —pregunte más para creerlo yo que como duda.

—ajam, se quedó en el auto porque no le gustan los lugares cargados de gente —explicó y yo reí.

Hablame - Kichan Pavón.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora