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La calida mañana fue la bienvenida de aquel dia. Un dia sumamente especial para todos en aquella manada... la presentación de su Luna.

Hace poco se había dando a conocer que la existencia de su Luna era real y que estaba entre ellos. Cada ceremonia se llevaba a cabo frente a la mansion del alfa cada vez que una Luna era presentada.

Las lunas traian el amor, la fertilidad, la felicidad y la fuerza a la manada. Traen estabilidad y unión, son el sinónimo de la vida dentro de la manada... el complemento de los habitantes y del alfa mismo.

Todos estaban ansiosos ya que conocerían al final a quien seria la madre de todos los habitantes. Los habitantes de la manada tenían una creencia muy firme en el liderazgo, la pasión y la dedicación... aunque no hubiera una marca de por medio ellos aceptarían con felicidad a quien les dirigiese... siempre y cuando sea una persona digna del puesto. La manada tenia un nombre? Si, lo tiene... Onix era su nombre... una piedra preciosa que -según leyendas- abundan en los ríos más recondidos en las manadas, en ellas habitan las almas de seres queridos que pasaron a otro plano... un verdadero santuario espiritual que era protegido hasta con la vida misma.

La servidumbre y los habitantes mismos estaban organizando todo a la perfección... estaban emocionados pero a la vez alertas ya que, una presentación de una Luna generalmente termina en caos... pero la fortaleza que ofrecía el mismo bosque era tan densa que lograba mantenerlos seguros. Niños crecían entre la alegría, jóvenes se educaban para salir al mundo, guerreros entrenaban con pasión, y las mujeres cuidaban a sus hijos y a la comunidad... todo era armonía, todo era un paraíso.

El sol empezaba a ponerse y el cielo a pintarse de naranja. La luz calida se filtraba por las ventanas y cierto alfa estaba dirigiéndose a la habitación de su luna... donde estaba siendo preparada. Toco la puerta y la abrió lentamente, observando a su mate frente al espejo del tocador mientras una beta la maquillaba y arreglaba. La mujer al verlo reverencio y se retiro no sin antes colocar una peineta en el cabello de ella.

Nahiara se giro y sonrió calida mientras se levantaba. Alastair observo y admiro -como era costumbre- la belleza que su mate llevaba. Su cabello blanco estaba recogido de manera elegante, no llevaba casi nada de maquillaje... solamente llevando un sutil tono rosado en sus mejillas, el vestido le quedaba como anillo al dedo pero sin mostrar además. Se acerco y le puso un collar... una hermosa cadena que tenía una piedra negra tallada como dije.

-Esta hermosa, mi luna.- dice el acariciando su mejilla y ella busca más de aquel tacto.

-Y usted luce como bien, mi alfa.- responde ella con voz serena.

-Te noto algo nerviosa mi luna... ¿ocurre algo?.

-Solo algo nerviosa... tengo miedo de que no me acepten.- confeso y Alastair sonrió enternecido.

-Te aceptaran, mi luna. Mi pueblo es sabio y bondadoso... es justo pero despiadado cuando quieren dañar a los suyos. Estarás bien.

-Eso espero.- miro por la ventana.- Creo que ya es momento...

El asiente y extiende su mano que ella acepta gustosa. Caminaron el pasillo y bajaron las escaleras, en el recibidor estaban su madre y hermanos esperando... quienes sentir que se aproximaban se voltearon, observando a la pareja que caminaba hasta ellos. Su madre, Meredith... limpio algunas lagrimas que se habían derramado... no podía creer que su hijo hubiera encontrado a su mate, se sentía orgullosa como madre.

-Mi hijo.- se acerco a el y le abrazo.- Estoy feliz por ti, por ambos.- se acerco a Nahiara.- Mi niña, estoy feliz de que seas mi nuera... eres afortunada de tener a mi hijo como tu alfa.

-Soy afortunada de ser salvada por alguien como su hijo, Madre Meredith.- eso fue suficiente para hacer que se quebrara la susodicha, abrazandola y llorando.

-Mama... para...- dijo Alastair.- Tenemos que hacer una ceremonia... ¿podrias dejarnos ir?.

-S-si, solo quiero que sepan que estoy felices de ambos.- dijo al separarse.

Alastair miro a su mate y ella tomo su mano nerviosa -aunque se mantuviera seria- para salir hasta el lugar donde se daría la presentación.

Todos los habitantes estaban presentes, esperando a que su alfa hiciera aparición... pero serian pacientes como lo hicieron durante años y años. Onix era conocida no por el hecho de que el Alfa más fuerte del continente fuera su líder... si no por su paciencia y perseverancia, su confianza en el prójimo -siempre y cuando sea de la manada- y la bondad... pero así como eran reconocidos pacientes... en el mundo afuera de la manada eran todo lo contrario, a los forasteros los encontraban innecesarios o inservibles hasta que el alfa diera la autorización de que pudiera quedarse, la amabilidad no existía en ellos... solo mostrando hostilidad, y si de por si los guerreros de aquella manada eran sumamente peligrosos fuera de sus muros naturales dentro de la manada lo eran aun más al  estar protegiendo lo suyo... sus hogares y familias.

Si fueras otro ser como un vampiro, un demonio o un humano... pasaras por aquella zona como si no existiese aquel santuario. Pero si eras un lobo cualquiera, podrías encontrar a la manada... pero aun así sus impenetrables bosques abundantes de mágica no te lo permitirían.

-Habitantes de Onix...- hablo el alfa.- Hoy los reuní aquí para que conocieran a su luna... una persona que llego a mi vida de manera inesperada y a la de todos.

Ella tomo aire y camino dejándose ver por los habitantes. Todos suspiraron al verla, asombrados por su belleza y por aquel sedoso cabello blanquecino que brillaba con la luna. Sus ojos azulados oscuros estudiaron el escenario... las personas no dejaban de mirarla y eso le agobiaba.

Alastair la miro con ojos resplandecientes, dándole aliento para terminar de acercarse. Ella camino hasta estas a su lado.

-Les presento a Nahiara, Hija de la Luna, familia de la Luna. Su luna...- todos guardaron silencio pero en sus ojos se denotaba el asombro y la admiracion.

Un hombre de edad levanto su mano al cielo, con una sonrisa sincera en su rostro...

-Selíni.- grito con entusiasmo.

El pueblo empezó a gritar lo mismo una y otra vez. Llamandola "Luna" en el idioma de la Diosa Luna. Ella sintió que sus lagrimas se desbordarian en cualquier momento, se sentía bien... se sentía querida... se sentía protegida... se sentía... libre.

-Village.- grito ella gustosa de ser aceptada, extendiendo su mano hacia las personas.

Todos se arrodillaron ante ella y su voz. Puesto que ella sin ser consciente utilizo la voz de mando de alfa... pero a ellos no le molestaba. Tanto Alastair como sus hermanos y madre estaban impresionados por aquella aura de poder que ella posesia...

La rodilla de Alastair toco el suelo, bajando la cabeza en forma de respeto ya que su lobo había tomado el control... haciendo que presentara respetos a su mate, luna y futura madre de sus cachorros.


























-Mi Luna...

-Mi Sol...








































"Almas se unen... Lazos se forman.... Destinos se unen... La guerra se acerca"


































Selíni : "Luna" en griego... Se pronuncia como se escribe.

Village: "Pueblo" en griego... se pronuncia Vilats.

|Dato: el idioma de la Diosa Luna es el griego ya que tanto la Diosa como los Hombres Lobos son de origen griego |





Nos leemos.

Silencio (pausada/cancelada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora