Un día y todo cambiaría, un día y todo lo que vimos alguna vez podría dejar de existir, un día en donde todos recordaran lo que una vez fuimos.
-No la tocaras Dorian.- El sudor cubría su rostro, sus latidos desembocados golpeaban su pecho. Verla en el suelo a punto de perder la vida fue uno de los momentos más impactante que había tenido. La Heroina de guerra siendo abatida por un ser divino.
-Eri...Erick...co...- Sus palabras fueron calladas por una tos. No podía dejarla, ella debía vivir, por el, por su hijo y por todos.
- Ya una vez interferiste en mis planes, pero ¿Que te hace pensar, que funcionó correctamente tu hechizo?- Una sonrisa torcida se asomada por el rostro del Dios.
~ 24 horas antes~
La vida puede ser dura, se supone que "Dios" le da sus peores batallas a sus mejores soldados... se supone. El frío helado entumecía cada célula de los cuerpos que se encontraban en la última reunión antes de todo, la última reunión para definir y pulir los detalles que serían cruciales.
-Llegó el momento en que todos y cada uno de ustedes nunca espero que sucediera, el futuro de todos está en nuestras manos... - Miraba fijamente a todos los asistente de la reunión, Hermione siguió dando sus últimas palabras.- Quedándonos aquí sin hacer nada significa que los que han muerto han sido en vano, nosotros le daremos sentido a todas aquellas personas que no están con nosotros, cada decisión que tomen en la batalla será decisiva a la hora de la victoria. Juntos somos más, juntos las posibilidades aumentan, debemos de dar hasta nuestro último suspiro en esta gran batalla.-
Un ambiente tenso dominaba la reunión, los líderes de cada escuadrón tenían un cuaderno en donde apuntaban cada detalla de lo que se digiera. Cada líder sabía perfectamente que sus posibilidades de sobrevivir eran del 50% más 1%, y la motivación de ganar se hacía más latente.
Algunos miraban intrigados a la nueva Hermione, preguntándose ¿Porque el cambio tan radical?, solo ella y los más cercanos sabían todo lo que tuvo que pasar la castaña. Aún faltaba un dia y ya todo estaba en orden.
La pesadez del aire era palpable, preguntándose si saldrían de esta con vida, sus hijos... que será de ellos si algo les pasaba.
Mucho peso estaba en los hombros de Hermione, pero aun así daba gracias de haber sido ella la elegida por los dioses para esta misión, el salvar a todos del dios Dorian.
Un fuerte dolor de cabeza comenzaba a molestarla, no era para menos más en esta situación, Theo se mantenia junto a los líderes de escuadrones, puliendo cada detalle... cada maldito detalle para que las bajas sean lo mínimo.
Camino sin rumbo por los pasillos de la Manior, sus pies descalsos tocaban el frío suelo mandando corrientes de frío por todo su cuerpo, cerro los ojos suspirando, caminaba guiándose por los sonidos del ambiente, cuando supo ya donde se encontraba abrió ojos encontrándose con el invernadero de la madre de Theo.
Con una sonrisa cansada comenzó a caminar ya con más seguridad hacia el lugar que esperaba que la reconfortara, las bellas flores y sus olores caractesticos amenaron el fuerte dolor que estaba presente, con suavidad y con las yemas de sus dedos pasaban por cualquier pétalo que pudiera tocar.
Llegando al lugar que antes se había marchitado por la muerte de cuidadora, ahora con los fertilizantes y con ayuda de la mágia, florecieron bellas rosas blancas, blanca como la pureza de ese invernadero.
El tiempo pasababa volando ya la oscuridad se estaba haciendo presente pero sin darse cuenta Hermione seguía con ellas, con esas rosas blanca esperando que le dieran fuerza para lo que se aproximaba.
-Con que aquí estabas
Saliendo de su ensoñación, con un suspiro de giro a ver aquella voz que la enamoro, aquella voz que la ha ayudado en todo lo que pueda.
- Necesitaba un lugar para pensar- se acercó cautelosa midiendo sus pasos, hasta que la distancia que los separaba era la mínima.
Sin previo aviso Theo tomó a la castaña, sus manos fueron hacia sí rostro y la beso olvidándose de todo lo que vendría en una horas más.
Sus lenguas iban a compás de una música que ellos mismos creaban en su ambiente, la ansiedad de a poco fue ganando terreno, y las manos temblorosas de la castaña fueron hacia su camisa, desabotonando de una manera torpe pero tierna la camisa de Theo.
Sus piel desnuda brillaban a la luz de la luna, quien era la única que presenciaba este acto de amor.
Su espalda tocó la tierra fertilizada, abriendo sus piernas para que Theo entrará en ella, para poder sentirlo cerca, para poder sentirlo solamente una vez más, sentía cada paso, cada embestiada, queria recordar como se sentía ser amada.
Agotados pero feliz, se quedaron recostados un momento disfrutando de ese pequeño placer, toda tensión había desaparecido.
- Te queda solamente cuatro horas, mi querida Hermione
Abrio sus ojos asustadas, un frío calaba sus huesos, percatandose que aún se encontraba desnuda comenzó a vestirse.
- Esa voz.. la reconocería en cualquier lugar- Se dijo a si misma
Miro como Theo aún dormía plácidamente, preguntándose ¿Hace cuanto no dormirá bien mi Theo?. Con un poco de pena comenzó a moverlo, las horas se le habían pasado y el momento se acercaba.
-Theo ya es hora- Susurrandole en el oido
De un salto comenzó a vestirse, mirando hacia la salida, su respiración era cada vez más forzada.
-Ey mírame, Theo.
Saliendo de su estupor pudo apreciar esos ojos achocolatados que siempre amo, comenzó a relajar su respiración , no era momento de fallar.
Ya listos y saliendo del invernadero Theo dijo
-Vamos a partirle su madre a ese hijo de puta de Dorian.------------‐-----------------------------------
Pido mil disculpa por esta tardanza enorme mis queridos lectores, no he tenido la fuerza necesaria para poder concentrarme y volver a escribir como corresponde.
Espero que se encuentren bien, y mucho ánimo en esta pandemia.
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Destined to be together
RomantizmElla la castaña, heroína del mundo mágico, ha tratado de dejar el odio hacia una de las casas de Hogwarts que tanto repudio le tienen. Hará todo lo posible para que los demás hagan cuenta nueva, pero los resentimientos serán difíciles de borrar. Sol...