El primer pensamiento del joven revolucionario cuando los labios del pecoso reclamaron los propios, fue que aquella no era la primera vez que sucedía.
Una serie de veloces flashback surgieron tras sus párpados trayendo diversas imágenes que debía de pertenecer a un pasado que hasta hace poco, no conocía.
Y Sabo se sintió sonrojar furiosamente hasta las orejas.
Con torpeza y cierta timidez comenzó a corresponder. Intentando devolver la intensidad que el pecoso parecía incapaz de contener.
Todo su cuerpo parecía arder ansiosamente bajo el tacto del pecoso. Y sin considerarlo, sus manos cobraron vida propia, encontrando su posición a gusto sobre la delgada cadera contraria, mientras que la otra hacía su recorrido hasta la nuca del moreno para sostenerlo. Mantenerlo cerca, incluso si el moreno no hubiese mostrando ningún interés de querer apartarse.
Y Ace jadeo contra sus labios cuando su mano derecha se cerró demasiado posesivamente sobre sus largos cabellos azabaches.
Sabo se sorprendió ante el inesperado y ronco gruñido escapando de entre los labios del moreno, e instantáneamente reaccionó aflojando su agarre sobre su nuca.
Ace que había mantenido los ojos fuertemente cerrados desde que había comenzado a besarlo, ante la repentina falta de tacto de parte del rubio, lo encaró directamente.
Una sonrisa arrogante instalándose lentamente en sus labios cuando sin previo aviso capturó el labio inferior del revolucionario y lo jalaba duramente. Sabo jadeo entre dolido y sorprendido.
El rubio estrechó su mirada al captar como los oscuros orbes del pecoso relucían deslumbrantemente.
Un solo pensamiento flotaba libremente en la mente del rubio. ¿Cómo podría haber olvidado a alguien como aquel hombre?
Fue solo cuando el moreno intentó recuperar su posición sobre los labios del rubio, que Sabo comprendió que era lo que estaba molestándole.
La razón por la cual no era capaz de devolver su fervor. El verdadero por qué aquel momento no se sentía del todo correcto.
El tiempo había pasado, y cada quien había construido una vida desde entonces.
Incluso si sentía una gran atracción hacia el pecoso, aun así, no era capaz de deshacerse de la sensación de incomodidad.
Le gustaba, si. Pero no de la manera tan pasional en la que Ace estaba reclamando su ser.
Sabo sintió una fuerte punzada de culpabilidad en el fondo de su pecho. Ya no eran los mismos mocosos de aquel entonces.
Y como casi siempre, decidió tomar la decisión más correcta.
Preparándose mentalmente para cualquier eventual reacción, Sabo alzó las manos para alejar al pecoso desde los hombros. Ace parpadeo confuso.
─¿Qué sucede?
Sabo negó suavemente con la cabeza aun sin quitar su agarre sobre los afilados hombros del moreno. Ace estaba comenzando a tensarse.
─ No es correcto.
Admitió. El rostro del moreno que lucía un ligero sonrojo sobre sus mejillas, enrojeció furiosamente de golpe. Apartó de un brusco movimiento las manos del rubio.
─¿¡Ah!?
─ Me disculpo pero-
─ ¡Joder contigo imbécil! ¿¡Que no es correcto!? ¿¡Acaso estás jugando conmigo idiota!?
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Justo a Tiempo
Hayran KurguEl comandante revolucionario recibió el periódico como cada mañana. El anuncio del comienzo de una guerra a escala mundial era primera plana. Pero eso no fue lo que paralizó al joven Comandante en su sitio. Oh no. El reporte de la guerra era solo u...