—Auch, eso debió doler —murmuró Michael cuando le conté mi trágica historia de amor—. Le daría rt si pudiera, porque ya sabes, rt si lloraste —no pude evitar reír ante su comentario, lo bueno de tener amigos idiotas como Michael es que siempre te conseguían sacar una sonrisa.
—Yep. Bueno esa es mi triste historia, la venderé y así harán una película. Ya sabes, como Crepúsculo o alguna otra prendejada —ahora fue él quien rió.
—No me digas que te vas a dar por vencido...
—¡Yo no me doy por vencido, yo quiero mundo contigo! Juro que vale la pena esper... —comencé a cantar pero me detuve cuando Michael me golpeó la cabeza—. Ahora explícame, ¿Por qué carajos me golpeaste?
—Porque quiero y puedo. Ahora, cállate y escucha, idiota. Nos vamos a saltar esta primera clase y lo que haremos será crear un PPCAN —lo miré confundido, y él rodó los ojos para después volver a hablar: —Crearemos un plan para conquistar a Nirvana.
—¿Por qué no dijiste eso desde el principio? Y por cierto, ¿Qué tenemos a la primera hora?
—No lo dije porque le hubiera quitado el suspenso. Tenemos química —lo miré horrorizado.
—Ya sé que nosotros tenemos química, por eso nos llevamos tan bien —le guiñé un ojo a modo de juego y él comenzó a reír—. Ahora dime qué tenemos a la primera hora.
—Güey, ya te lo dije, tenemos química. Ya sabes, la clase que da esa perra cínica de la señora Hook —informó y me sentí avergonzado, ¿Les ha pasado que a veces son tres veces más idiotas de lo que pensaban que eran? Bueno esa es la historia de mi vida.
—¡No me puedo saltar química, estoy a punto de reprobar! —gemí mientras tiraba de la manga de su camiseta desesperadamente, la verdad era que no tenía ganas de entrar pero no podía darme el lujo de faltar a una clase que estaba por reprobar, mi mamá me mataría.
—¿Tengo cara de que me importe?
—Pues a ti también debería importarte, porque tengo entendido que tú también vas a reprobar.
—Ratas —solté una carcajada ante su fallido intento de insulto, cuando éramos más pequeños la mamá de Michael le jalaba la oreja cada vez que lo escuchaba decir ratas. Jamás entendí el por qué, supongo que sólo era -y sigue siendo- bastante estricta—. Bueno, bueno, que no corra el pánico. Nos saltaremos la segunda entonces. ¿Qué tenemos?
—Matemáticas —estaba sumamente agradecido de que nuestros horarios fueran los mismos, esto sería un infierno sin él. O sin Ashton y Calum, pero con ellos sólo teníamos una clase, así que nos veíamos en el receso o en nuestras casas más tarde.
—Bah, pan comido. Esa materia no me preocupa, tú eres el cerebrito en matemáticas y sé como eres una buena persona que irá al cielo, siempre me pasarás la tareas y exámenes. ¡Gracias, Liz! —reí.
—Vámonos ya —ambos comenzamos a caminar por el pasillo, fingiendo ser cool cuando en el fondo, sabíamos que éramos unos perdedores. Pero de los que tienen dignidad.
La primera hora fue aburridísima, como era de esperarse. Pero apenas el timbre había sonado, Michael y yo tomamos nuestras cosas y salimos disparados en perfecta sincronía fuera del salón. Corrímos por el mismo pasillo por donde habíamos llegado, y esta vez no nos detuvimos hasta llegar al estacionamiento de la escuela. Lo habíamos logrado, ninguna prefecta nos había visto y ahora podríamos realizar el plan.
—Mira lo primero que tienes que saber es que Nirvana es una enferma mental. Sé que ella tiene esta extraña obsesión por algunas cosas que son raras... yo pensaba que era muy rock y hardcore por su nombre pero resultó ser una mariquita del bosque que escucha a Justin Bieber y otras porquerías.
—Ajá. Pero Bieber es bueno... me gusta bastante.
—Por eso no tienes novia, marica. También sé que no le gusta mucho Nirvana —hice una mueca y reí ante la ironía que eso suponía, una chica llamada Nirvana en honor a la banda Nirvana a la cual no le gustaba la banda que llevaba su mismo nombre.
—Dímelo a mí...
—Oh, y le encanta joder a todo el mundo. Es una especie de perra malvada, como ya pudiste comprobar —se aclaró la garganta y continuó—. Y no se le ha conocido un solo novio, muchos dicen que ella es más de los líos de una noche pero aún así nadie sabe de alguien dentro o fuera de la escuela que haya dormido con ella.
—Así que... ¿Cuál es el plan?
—Sólo sé cool. Y trata de impresionarla, te he dicho muchas cosas que puedes usar a tu favor.
—Tengo el ligero presentimiento de que esto va a ser cincuenta veces más difícil de lo que había pensado.