Capítulo 3: Me pasa contigo...

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- ¿Es aquí?

- Sí, vamos... -dice Rodrigo- 

Ingresan al restaurante, un lugar bastante bonito, moderno pero al mismo tiempo acogedor.

- Buenas tardes, bienvenidos, ¿tienen alguna reservación?

- Buenas tardes, sí, a nombre de Rodrigo Novoa.

- Señor Rodrigo Novoa Arroyo, reservación para dos.

- Sí

- Por aquí, por favor.

Ambos caminan por un corredor que los lleva hacia el ala principal, un lugar bien iluminado por la luz de día, gracias a los grandes ventanales a los extremos, además de tener unas lamparas colgantes en el techo, las mesas eran blancas y tenían un detalle decorativo en cada una.

- ¿Les parece bien esta ubicación? 

- Sí, todo esta muy bien -responde Rodrigo-

- Gracias -añade Cindy-

- Muy bien, aquí les dejo la carta, regreso en unos minutos.

Cindy estaba bastante sorprendida y emocionada, por eso, cuando el mozo los dejó solos, ella le dijo a Rodrigo:

- ¿No te parece que es mucho?

- No, ¿por qué?¿No te gusta el lugar?

- No es eso, el lugar es muy bonito, pero no sé, no me siento cómoda...

- ¿Por qué?

- Bueno...ya te dije, no estoy vestida para la ocasión...

- Y yo ya te dije, que así estás bien...

- Además el lugar luce importante...

- Bueno, estoy con una persona importante...

-Cindy se sonroja-

- Mira, tranquila, solo somos dos personas cenando o bueno, a punto de hacerlo...relájate... -dice Rodrigo tomando la mano de Cindy-


NARRA CINDY

El lugar se ha empezado a llenar de gente conforme empezó a pasar el tiempo, trato de observar la carta, pero no puedo, solo puedo pensar en una cosa...

¡ESTOY EN UNA CITA CON RODRIGO! ¡DIOS MIO! ¡CREO QUE MORIRÉ EN ESTE MOMENTO!

 Okay, no Cindy, ¡cálmate! Solo es una cita, solo son dos personas cenando...

Sí, pero cenando con el chico más lindo y guapo del mundo...! Creo que este es el momento más feliz de mi vida..solo una cosa más ¡¡¡NO LO ARRUINES!!! 

- ¿Cindy? 

- Sí...- le digo pegando un brinco-

- Jaja, ¿está todo bien? Te noto algo nerviosa...

- Sí, sí, todo bien... -respondo-

Es mentira, estoy muriendo de nervios, mis manos están heladas y creo que hasta estoy temblando, pero prefiero pensar que es por alguna corriente de aire que se ha colado de algún lugar.

Seguro han de pensar que soy una exagerada, pero es que ni en mis más locos sueños hubiera imaginado que el chico que me gusta tanto desde hace un tiempo, estuviera esperando por mi en la puerta de mi trabajo, más aun si él ya no trabaja ahí; y lo que es más increíble de todo es que me invitara a salir, siempre quise que pasara pero nunca tuve el coraje de invitarlo yo, y cuando se fue, pensé que la oportunidad se me había ido de las manos, y ahora eso que tanto desee, pero que nunca creí posible, esta pasando.

NO...somos noviosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora