Estaba en una silla atado,la habitación donde me encontraba era de color blanco, no había muchos muebles y la luz era la típica de los pasillos de un hospital.
Al ver que estaba solo, intenté desatarme, aunque solo conseguí aflojarmelo un poco.
La puerta sonó y rápidamente paré de hacerlo, ya que se abrió dejando ver al payaso de pelo verde y una sonrisa pintada de oreja a oreja.
Este se acercó hacia mi, puso una silla delante, se sentó y me miró con una sonrisa.
Lo Miré de arriba hacia abajo.
Llevaba una carta de un comodín en el bolsillo de su chaqueta, me pareció bastante curioso.
Él alzó su mano hacia mí y me quito la mordaza, le mire fijamente y después de unos minutos pude hablar.
-¿Qué quieres de mí?-Vaya, no esperaba esa pregunta.
-Eso no contesta a mi pregunta.
- dije intentando ser lo más serio que podía en aquel momento--Sólo quiero protegerte, Kevin.
Me sorprendió que supiera mi nombre, no era ninguna coincidencia el que estuviera aquí.
¿De qué me conocía?-¿Cómo sabes mi nombre, señor... ? - lo dejé en el aire ya que no recordaba el nombre del payaso-
-Joker.
-contestó sonriendo-Me quedé con la mirada fija en la carta que llevaba en el bolsillo.
-¿Por eso la carta?
- contesté y después me quedé mirándole a los ojos-Este asintió con una leve sonrisa.
Volví a mirar la carta y recordé todo lo que pasó aquella noche.
(hace 2 meses)
Cogí el vaso de Coca-Cola y me senté en una mesa del medio de la sala.
Hacia mucho tiempo que no iba a Pogo's.
(fui sólo porque llevaba un día de mierda y pensé en ir ya que así podría divertirme un rato con los chistes de los cómicos)La noche fue bastante rápida y divertida, hasta que apareció él.
Aquel chico que me pareció muy interesante.
-Arthur Fleck, un aplauso.
- comentó o el presentador-Nada más salir sacó una libreta y carraspeo su garganta.
Comenzó a hablar nervioso y de la nada se rió.
Pero no de diversión, estaba incómodo, lo primero que pensé fue que estaba muy nervioso.
Contó varios chistes aunque la gente solo rió en algunos, cuando terminó yo comencé a aplaudir sonriendo.
Él me miró y después de aquello salió del escenario.
Fue bastante extraño, no voy a mentir.
Terminé mi coca cola y me levanté, pensé en ir a hablar con él, me dió mucha curiosidad.
Negué con la cabeza y dejé el vaso vacío en la barra, miré el reloj de mi muñeca y suspiré.
Debería de darme prisa para llegar al tren o tendría que ir a pie hasta mi casa, y estaba lejos del local.
Me puse camino al tren mientras pensaba en algunos chistes que escuché en la noche, soltaba alguna que otra sonrisa.
Me senté en el banco que había frente las vías del tren, había pocas personas, literalmente había unas 6 -7 personas.
Miré de nuevo mi reloj, suspiré y comencé a notar que alguien me miraba.
Miré por encima de mi hombro para ver si era cierto ese presentimiento.
Y efectivamente, había un hombre apoyado en una columna mirándome, seguí mirando pero esta vez por varios lados como si no hubiera visto nada y solo me fijase en el paisaje de la estación.
A los minutos llegó el tren, agarré mi mochila y subí dentro de este, para después sentarme en un asiento del fondo.
Miré la gente que subió al mismo vagón que yo y vi al tal Arthur Fleck.
Me sorprendí y sonreí, pues algunos chistes suyos me hicieron mucha gracia.
Le saludé y él simplemente miró detrás suya, reí y miré al frente esperando a mi parada.
El viaje se hizo algo largo, desgraciadamente no me traje un libro para pasar un rato más ameno en el tren.
Sentí que no paraban de mirarme, ya me estaba incomodado mucho y todavía quedaban un par de paradas. Giré mi cabeza hacia la derecha y había un chico, pero este llevaba auriculares y miraba hacia el lado contrario pensativo, la sensación de que me observaban seguía presente así que supuse que ese chico no era, giré la cabeza hacia la izquierda y nuevamente vi a Arthur mirándome fijamente. Un escalofrío recorrió mi cuerpo, ¿por qué no paraba de mirarme?
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The Joker's Game
Science FictionÉl me miró aún con una sonrisa. - Yo que tú no lo intentaría, a no ser que te gustase explotar. Paré inmediatamente por miedo a si era verdad y me quedé fijado en sus ojos; tenía una mirada triste, esa mirada me resultaba bastante familiar. Volvi...