Te escribo ésta carta [Eruri]

1. parte única.

Te escribo ésta carta antes de que sea tarde,
Te escribo esta carta, porque soy un cobarde.
Cuando se trata de expresar lo que siento
No puedo confesarte todos mis sentimientos.
Y es por esto que te pido perdón
Me es difícil abrir mi corazón

Y decir;

...

Te escribo ésta carta porque aún por escrito es complicado
Te escribo ésta carta porque no soy claro y no te he explicado.
Te lo diré con personajes inventados;
Dos personas que se han amado;
Dos almas destinadas a amarse
Pero un amor que no pudo darse.

Un amor tan puro, e inmenso,
Incluso más de lo que pienso.

¿Sabes qué es amar?

Te escribo ésta carta antes de irme de forma definitiva
Te escribo ésta carta porque yo sé qué pasará con mi vida
Soy un viajero que no puede descansar,
Un viajero del tiempo que no puede amar
Sin embargo, puedo ver el futuro,
Donde entre nosotros no existe un muro.
Pero aún así me duele mucho el saber
Que en mil años voy a volverte a ver.

No serás Levi Ackerman y ni yo Erwin Smith.
Seremos desconocidos que apenas comienzan a vivir.

Sin embargo, nada evita que dos almas se vean y se amen.
Nada lo evitará, ni altas murallas ni inmensos mares.

Te escribo ésta carta porque estoy enamorado.
Y te escribo ésta carta porque es a ti a quien amo.

                     - Comandante Erwin Smith.

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Y él podría haber arrojado aquella simple y corta carta al cesto de basura, podría incluso haberla arrojado a la chimenea encendida aún si estaban en otoño. Afuera todo parecía estar tranquilo, un bonito paisaje con colores anaranjados, marrones y amarillos, dando a entender que el verano había pasado y que pronto vendría el invierno. Sin embargo, lo que menos le importaba al rubio de gran estatura era justamente aquello, el bonito paisaje que se manifestaba tras su ventana. Tenía una y mil responsabilidades que hacer pero había algo rondando en su cabeza y siendo el protagonista de sus mayores inquietudes. Una persona con nombre y apellido, una persona que lo había cautivado desde el minuto cero.

Levi Ackerman, no era únicamente su mano derecha o el capitán. No era simplemente el hombre más fuerte de la humanidad o alguien que disfrutaba de la limpieza y tomar té de forma elegante. No era el hombre que solo mostraba aquellas características que lo hacían destacar, no era un hombre en sus pasados treinta con aspecto de tener mucho menos. Tras aquella mirada amenazante y algo frívola existía todo un mundo, un mundo de sorpresas y historias sobre su pasado, sus gustos y sueños, sus dolores y miedos. ¿Lo conocía alguien realmente? Ni Erwin Smith quien era su persona más cercana lo conocía realmente.