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El joven príncipe baja de su semental blanco con maestría, dejando las riendas al cuidado del hombre encargado de hacerlo. Se posiciona frente a la cabeza del corcel y le toma la misma para acariciarla con delicadeza.

- De acuerdo, Jiyang, volveré pronto y entonces te daré las mejores manzanas del reino -decía con cariño al animal que cuidó y entrenó desde que fue un potrillo en las caballerizas del palacio-, pero solo cuando estemos de regreso en el castillo, ¿bien? -y seguidamente le proporciona un pequeño beso.

Un grupo de diez soldados le acompañaba, armados con lo esencial: espadas, hachas, cuchillos, arcos y flechas, cantimploras y un saco lleno de fruta; pero entre ellos, se destacaba el jefe de la Guardia Real: Namjoon Kim, con su elegante traje militar de gala en color azul oscuro, el color del Reino de Miracles. El mismo se encontraba frente a él, a la espera de que despidiera a su caballo.

- Hasta aquí podemos acompañarle, su alteza -expresó con la cabeza baja el jefe de la Guardia-. La bandera de Miracles colocada en ese tronco es una señal de que sólo el Rey, o en su defecto, el príncipe heredero, puede avanzar.

El príncipe observó con desinterés la vieja bandera del reino, aquella que dividía el bosque en dos: la parte en la que las personas podían cazar y la parte que no podían siquiera cruzar.

- Está bien -dice desganado al mirar el interminable conjunto de árboles a su alrededor y que no bastaba solo mirarlos para diferenciarlos-. Ya saben qué hacer.

- ¡Sí, alteza! -de inmediato Namjoon Kim se arrodilló, con su antebrazo apoyado en su pierna derecha y cabeza gacha, logrando que todos los demás presentes hiciesen lo mismo-. Aquí permaneceremos hasta que regrese triunfante con la bendición del Monarca. ¿No es así, soldados?

- ¡Sí, señor! -gritaron al unísono los susodichos.

- Confío en que así sea, entonces -dijo el heredero, dándose vuelta con la capa azul ondeando a su alrededor y con pasos firmes dirigiéndose al camino que sólo los reyes de Miracles habían transitado.

- ¡Larga vida al joven príncipe! ¡Bendecido sea el Reino de Miracles! ¡Larga vida al joven príncipe! ¡Bendecido sea el Reino de Miracles! -fue lo último que escuchó antes de finalmente adentrarse en el oscuro verdor.

Monarch [Jikook/Kookmin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora