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Buenos días, amor de mi vida— saludó el de ojos plata a su pareja, depositando un beso en el dorso de su mano.

Un gesto que no fue bien recibido por parte del albino, quién apartó la mano con brusquedad, desconcertando totalmente a Fred.

No me trates de la misma manera en que tratas a las demás — soltó, con un tono de voz que podría elarle la sangre a cualquiera.

¿Qué? ¿Creen que Gold no se da cuenta de lo atento que es Alfred con cada "amiguita" que se le cruza?

El azabache logró entender la situación después de unos segundos.

Oh, cariño — dijo con ternura — no te pongas así — Acunó las mejillas​ del contrario en sus manos y sonrió — dime ¿Quién es mi bebé?

Gold se sonrojó, más no opuso resistencia.

¿Y-Yo?

— así es~ ¿Y quién es la personita que más amo?

— ¿Yo, otra vez...?

— ajá, muy biendecía con un tono de voz meloso.

Hasta Gold tenía sus momentos.

y ¿Quién no debe de ponerse celoso, de las demás sabiendo que él es al único que amo, adoro y Venero en esta vida~?

— ¿Io?

— ¡Sí, cariño! ¡Tú!

Las mejillas del albino no podían estar más rojas.

además~ — susurró seductoramente— a ti te puedo saludar de otra forma~ — canturreó.

Gold sonrió.

El de piel pálida había capturado sus labios en los suyos, iniciando un dulce beso.

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La pareja se encontraba en casa del albino. Veían una película de suspenso mientras comían lo que Fred había preparado.

Detrás de ellos, en las escaleras para ser más exactos, se encontraba el par de chicas que anterior mente había conocido, atentas ante cualquier "cosa" que pudiese pasar entre ambos. Nunca está demás llevar una cámara contigo.

[•°•°•]

Decidido, Fred se quedaría a dormir.

Había bajado a la cocina por un vaso de agua.
Todo estaba oscuro. Casi se parte la cara cuando tropezó con la mesita que está en medio de la sala.

Estaba por abrir la puerta de la cocina cuando chocó con ambas chicas.

¡Lo sentimos! — dijeron al mismo tiempo.

No hay problema, lindas — sonrió el azabache, restándole importancia al asunto.

Gracias, adiós — dijo apresuradamente, tomando la mano de su hermana y retirándose del lugar con rapidez, entre risas.

Fred arqueó una ceja y sonrió. Vaya par tan más encantador.

Entró a la cocina y abrió la nevera. Inmediatamente su atención fue captada por una cajita blanca que  tenía una nota que rezaba así: "un pequeño detalle, de mí para ti
                  Atte: Gold"

La Luz De Mi Vida [Goldfred]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora