Penúltimo capítulo
N. A. Este capítulo en específico pasó por muchas modificaciones. Después de una semana pude darlo por terminado (cuando ya había reproducido un loop de 'The Night King' quién sabe cuántas veces). Espero que se emocionen. Y si no lo hacen... Pos ya fue.
Justo aquí es cuando me doy cuenta de la dimensión real de esta situación. Montada en Onix, a la cabeza de una enorme tropa flanqueada por Clío y Atenea, y Teia detrás de mí y el fuerte viento llenándolo todo, erizándome la piel. El silencio es inquietante, la vista también lo es. Ese horrible dios nos observa desde la distancia, y puedo sentirlo, siento su furia, su convicción y el enorme peligro que es. No estoy preparada para lo que viene y me alegro de tener a estas dos mujeres de mi lado, porqué de no ser por ellas dos ya habríamos sido atacados y asesinados. Ares realmente les teme, de no ser así, no habría sido tan precavido con su entrada a Filikótita.
- ¿Por qué sigue ahí parado? – se decide a preguntar Teia.
- Esta pelea es diferente, Teia, y lo sabe. – responde Atenea – Ambos sabemos que será la última vez que nos veremos.
- Es una batalla a muerte. – sentencia Clío haciéndome temblar.
- ¿Quién morirá? – sus preguntas solo me ponen más ansiosa.
- Por el bien de todos, más vale que sea él.
La silueta de Ares se mueve y lentamente hacia adelante, Clío alza la mano para atraer la atención de nuestros soldados y aprieto las riendas con todas mis fuerzas y me distraigo un momento mirando mi anillo que brilla en la penumbra.
- ¡Filikótita, por fin te he encontrado! – su grave voz llega a nosotros como si lo tuviéramos frente a frente - ¿Están todos listos para ceder o morir?
Nadie responde a sus palabras y decide dirigirse a mí.
- Pequeña Luna, piénsalo bien. ¿Qué oportunidad tienen contra mí? ¡Soy Ares! ¡El dios de la guerra! – alza sus brazos y sus tropas golpean el suelo con sus lanzas animando a su líder y los faithless que le acompañan emiten un ruido estremecedor - ¿Por qué no mejor entregan el lugar y nos olvidamos de derramar sangre?
Sé que está sonriendo, puedo sentirlo, y eso me hace enfurecer.
- Esas son exactamente las palabras que utilizaría un cobarde. Y creo saber por qué tienes miedo. – de repente una ola de valentía me lleva – Tal vez le tengas miedo a ellas dos pero, te aseguro que no son a quiénes más debes temer. Aún no sabes de qué soy capaz.
- Entonces que así sea, Pequeña Luna. – da una carcajada y saca su espada – ¡Quiero ver su sangre derramarse por cada centímetro de esta tierra! – hace una pausa – ATAQUEN.
Con esas palabras, el primer despliegue de soldados avanza hacia nosotros, llenando el ambiente con el sonido de sus pasos apresurados, sus armaduras en movimiento y un grito al unísono que parece no tener fin. Miro a Clío quién tiene el entrecejo fruncido y los mira con atención esperando el momento. Mi corazón late tan fuerte que lo siento golpear contra el pecho. La rubia me dirige una mirada indescifrable. El sonido de su armadura y la posición de sus manos sobre las riendas me alerta.
- ¡Etoimasteíte! – exclama – Sujétense. ¡Tóra!
Se escuchan las espadas ser desenfundadas, el galope de los caballos, las armaduras, los arcos siendo preparados y todos, sin dudar, se encaminan hacia el campo enemigo. Los pegasos emprenden el vuelo y nos encontramos sobrevolando justo cuando los soldados por fin chocan caminos. El choque de las espadas, el impacto de las flechas en los cuerpos, el borboteo de la sangre saliendo de sus bocas y el aleteo de nuestros y sus pegasos me llenan los oídos.

ESTÁS LEYENDO
𝑇ℎ𝑒 𝑀𝑜𝑜𝑛'𝑠 𝐷𝑎𝑢𝑔ℎ𝑡𝑒𝑟
Fantasy¿Qué pasaría por tu mente si de repente alguien llega a decirte que tu madre es la luna? The Moon's Daughter, una historia que cambia de intensidad a cada capítulo y en ocasiones es engañosa. Lo dice su misma autora. Acompaña a Artemis en esta histo...