capitulo 2

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Cuatro hermanas sujetaban a un hombre de brazos y de piernas, sosteniéndolo en un especie de T, mientras murmuraban, las demás mujeres los rodeaban sin detener sus cánticos, que habían tomado un tono enfermizo y oscuro, el hombre se retorcía de dolor,tratando de zafarse de sus captores,la hermana Teresa se encontraba frente a él y de la manga de su hábito saco algo que brillaba bajo la luz del sol, el pobre sujeto,solo chillaba y forcejeaba, aunque estaba bastante lejos podía ver el miedo en su mirada.

-que no entienden?!!- preguntó gritando, pero su voz sonaba horrorizado-..los mataran los mataran a ellos también...- su voz temblaba,parecía como si quisiera llorar aunque trataba de contener las lágrimas,pero no pudo continuar por que una de las hermanas lo golpeó con tanta fuerza que el rostro del hombre se giró todo lo que su cuello le permitió,cubrí mi boca para no hacer ruido alguno, pero miraba aterrada a las mujeres que me había criado, maltratar de esa forma al pobre hombre, con la mirada busque a alguien que pudiera ayudar al sujeto, pero no había nadie quien pudiera detener a las mujeres, antes siquiera que pudiera planear una forma de ayudar al hombre escuche un grito desgarrador casi como el de un animal, sentí que mi corazón se detenía, lentamente volví mi mirada donde estaban las hermanas y pude ver como la hermana Teresa sostenía un cuchillo, quizás,no se mucho de armas blanca, ni de ninguna arma pero lo que fuera estaba cubierto de un líquido rojizo brillante,y el hombre ya no se movia mas,su cabeza cayó hacia atrás, las hermanas no dejaban de murmurar y mirar al hombre que se mantenía inerte,un sudor frío recorrió cada parte de mi cuerpo el cual empeoro cuando un humo negro salía de la boca entreabierta del pobre sujeto eh inmediatamente su cuello se adorno de el mismo líquido rojizo, me sentí mareada, al ver las reacciones neutrales de las hermanas que solo murmuraban cada vez más fuerte, escondí nuevamente mi cabeza y presione aún más fuerte mi boca para que no pudieran salir los sollozos que se adueñaron de mi garganta, mis ojos ardían, las lágrimas trataban de salir, pero tenía que ser fuerte no me podía derrumbar no podía dejar a todos estos niños en manos de unas asesinas,pero no podía moverme,mis piernas no reaccionaba, estaba tan asustada que sólo podía sollozar en lo alto de la muralla.

El silencio se hizo presente después de que las chirriantes puertas se cerraran, mire el cielo que comenzaba a arrebolarse, ya no podía llorar mas sentia que mis ojos se habían secado, restregue mi mejilla con mi mano para secar las lagrimas que aun recorren mi rostro, ¿que tenía que hacer? ¿no podía hacer nada verdad ? nadie me creería, eran monjas las mujeres de dios,protectora de niños y… homicidas? fruncí el ceño,¿ quién les había dado el derecho a decidir quien vive y quien no? todas esas preguntas se adueñaron de mi mente pero un graznido cerca de mi oreja me trajo nuevamente a la tierra,mire de reojo al cuervo que me observaba sin moverse.

-..aun no estoy muerta- susurre y moví mi mano tratando de espantar al ave, pero esta solo dio un salto atrás y se volvió a acercar, pero esta vez frotó su cabeza contra mi cabello, se formó una pequeña sonrisa en mi rostro y con cuidado,acerque mi mano a el negro plumaje del alado y pase con cuidado mis dedos por su cresta- deberías irte...no es un lugar seguro para ti.

-y mucho menos para ti- respondió una voz proveniente del pico del ave, de un salto me senté y me aleje del plumífero, lo mire aterrada, ¿el cuervo acaba de hablar?- los de tu edad son muy fáciles de impresionar- volvió a decir mientras rascaba su ala con su pico- lo señalé con mi dedo pero las palabras no salían de mi boca, el cuervo me miro y hablo nuevamente-no te han enseñado que señalar es de mala educación?- pregunto y baje mi mano apenada y murmuré un “perdón”-bien niña- dio unos brinquitos en mi dirección- bien iniciamos con la ala equivocada- de su garganta salió un gorgoteo que suponía que era una risa,no pude evitar sonreír por su sentido del humor- bien soy Karasu Tengu- vatio sus alas un poco -y he venido a cumplir mi trabajo- extendió sus alas y se inclinó- vengo a llevarte a tu hogar ….Anastasia- lo mire atenta,su pico parecía curvarse y formar una pequeña sonrisa,algo imposible, pero bueno que un cuervo hable también es algo imposible y parece que se dio cuenta de mi confusion asi que se volvió a erguir y elevo vuelo hasta llegar a la altura de mi rostro- bien, esto sera mas difícil de lo que creí, no debes saber lo que está pasando- suspiro y revoloteo a mi alrededor,e  hizo un sonido de asco- por todo lo más infernal, apestas a humano- se posó en mi hombro- pasar tanto tiempo rodeada del enemigo te ayudado a sobrevivir.

-de qué hablas?- me queje rápidamente y giré mi rostro para ver al Tengu- que demonios eres? qué quieres de mi?- pregunte molesta

-bueno si, técnicamente soy un demonio- finalizó y ahora si me asuste de un manotazo aparte al cuervo de mi hombro, que tenía que hacer ahora? tenía que rezar o pedirle ayuda a dios, el ave tomo vuelo nuevamente -eso fue muy grosero jovencita- dijo con voz molesta, coloque mis manos juntas,lista para comenzar con la oración- que estás haciendo?- preguntó mientras aterriza sobre el ladrillo- te harás daño a ti,antes de hacerme algo a mí-dijo mirándome algo ofendido- soy un Tengu, sabes? soy conocido en la religión shintoísta, solo sus rezos me harán daño- dijo en un tono arrogante- pero si quieres adelante, reza - cerré mis ojos y trate de recordar las oraciones que decía todos los días, pero a duras penas podía recordar parte de esta, no estaba avanzando nada, lo único que me estaba ganando era un dolor de cabeza insoportable, lentamente separe mis manos y las diriji a mi cabeza- te lo dije- se regocijo el cuervo- no me harás daño, que tus guardianes no te han enseñado nada ?- pregunto fastidiado- los demonios de ahora no tienen respeto por las órdenes de sus superiores- bufo y me miro nuevamente- bien niña, dejando lo patética que te ves por provocarte un dolor de cabeza  tu sola, tengo asuntos que hacer así que…- con su pico se arrancó una pluma del ala y la dejó frente a mi, antes de elevar vuelo nuevamente- asegurate de que tus guardianes de expliquen lo pertinente, echa un poco de tu sangre sobre mi pluma y vendré a ayudarte a volver a tu hogar- graznó antes de alejarse, aturdida mire la pluma que se encontraba frente a mi, la recogí y me dispuse a bajar,necesito una explicación y qué mejor lugar para preguntar sobre demonios que una biblioteca llena de libros religiosos.

¿Quienes son los verdaderos monstruos?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora