-----18 With a Children-----Sebastian Stan y Tn.

Capitulo 4

Justo a la tarde del sábado era el juego de Sebastian, y por primera vez en mucho años iba a estar al tanto del partido y no como siempre que solo me concentraba en que las horas pasaran rápido para poder ir a casa y volverme una con las sabanas y mi cama.

– Hoy es una noche importante señores – Comenzó a hablar la señorita Myers.– Es el primer juego de la temporada de inter-colegiales y debemos lucirnos con la música y nuestra coordinación. No practicamos todo este mes por nada – Agregó con una sonrisa y una ceja alzada – Sin embargo quiero que den lo mejor de ustedes y hasta más. Sin más que añadir ¡Rómpanse una pierna! – Gritó a lo que todos en la banda gritamos en unísono antes de salir al campo para nuestro show de apertura representando al colegio.

Mientras tocaba mi trompeta en las gradas pude ver a Lucas sentado junto a su niñera, fue imposible no sonreír al verlo emocionado apuntándome y sonriendo al verme; para cuando terminamos el himno era el turno de las porristas, luego sería el turno de las porristas del colegio invitado y por fin comenzaría el partido.

– ¿Quieres dejar de golpear el suelo con el tacón de tu bota? – Preguntó Mckenzie mirándome de reojo.

– Lo siento, estoy nerviosa– Respondí dibujando una sonrisa tímida en mi rostro.

– Tu novio va a estar bien.– Dijo rodeando los ojos y levantando la mano en el aire restándole importancia a lo que acababa de decirle.

Suspirando, pose la trompeta en mi regazo y me relaje en mi asiento, relajación que duró poco ya que apenas vi a nuestro equipo correr al campo me levanté buscando a Sebastian con la mirada.

– ¡Ahí está! – Grite saltando y apuntando al morocco ojos azules que corría cestas del mariscal de campo.

– Si sigues así nos vas a ahogar a todos.– Dijo McKenzie mientras que yo fruncía el seño confundida por el comentario.– ¡Ay no me digas que no entendiste!– Exclamó con fastidio a lo que claramente en respuesta negué con la cabeza.– Lo entenderás cuando crezcas– Dijo dándome palmadas en la cabeza.

Dándome por vencida comencé a ver el juego, de vez en cuando miraba a Lucas y sonreía al verlo tan emocionado por ver a su papá jugar, aunque me dolió cuando lo vi haciendo pucheros y abrazado a su niñera luego de que a Sebastian lo taclearan sin embargo su sonrisa volvió cuando Sebastian se levantó y le hizo señas que todo estaba bien.

– ¿Quienes son esos dos en las gradas? – Preguntó Mackenzie cerca de mi oído.

– ¿Quienes? – Pregunté mirando al rededor creyendo que había visto a algún chico lindo como es de esperarse de ella.

– El Niño y la señora a la que Sebastian les hizo señas– En ese momento me sentí entre la espada y la pared, no sabía si decirle la verdad a McKenzie o simplemente esperar a Sebastian hiciera publico que es padre y que ese niño es su hijo.– ¿Tn_____? ¿Me escuchas? – Gritó a unos centímetros de mi rostro.

– ¿Que?– Pregunté apuntando a mi oído haciéndole entender que no al escuchaba, liberándome así de la pregunta incomoda.

– ¡Nada! ¡olvidalo! – Dijo volviendo su atención en el juego dejándome en paz y con una sonrisa en el rostro.

Cuando el juego terminó con el marcador a nuestro favor todos, incluyendo a la banda corrimos al centro del campo a celebrar junto a nuestros jugadores, justo cuando iba a correr hacia Sebastian para abrazarlo sentí unas manos tomarme por la cintura y levantarme en el aire, para luego subirme sobre sus hombros y comenzar a celebrar, para mi sorpresa, quien me había levantando había sido Chris el mariscal de campo y novio de la capitana del equipo de las porristas lo cual a lo lejos pude notar que no le había gustado en lo absoluto el gesto.