Estuve toda la tarde pensando en ese mensaje, me vine caminando desde el instituto hacía mi trabajo. Supuse que era la misma persona qué me había ahogado. Este lugar, todo esto. No me cuadra ni un poco. Me juré a misma que no iba a volver a estar escondiéndome o huyendo por que me quieran muerta, no solamente a mí. Sino a las personas que quiero. Supuse que si empezaba de cero, iba a poder olvidar las pesadillas. Ya no soy la chica que corre en las películas de terror. Pero mi padre ya me dijo que habían atrapado a la mayoria ese día o otros habían muerto.
Recuerdos de ese día, fue como si mi vida anterior me golpea fuerte en la cara. Me quede analizando lo sucedido, luego aparece una pregunta que no me lo había planteado antes ¿Por qué demonios Max volvió? ¿Qué hace en el instituto? ¿Cómo pudo olvidar todo lo que éramos? Siento que mis puños se cierran, y enojada tratando de resolver esto. Hay muchas preguntas que no me dejan vivir en paz. Cosas que todavía nunca fueron claras. Estuve tan perdida en mis pensamientos que ya era casi de noche. Agradezco que debo ir al trabajo, ya dentro de unos minutos es mi turno y por suerte me queda tan cerca del instituto.
Yo trabajo en un lugar de comida, saludo al personal que trabaja allí, dejo mi mochila en un lugar donde solo los empleados están. Tomo un delantal bordo y me coloco la gorra que también es bordo. Mi trabajo es tomar las órdenes y entregarlas. No suelen dejarme mucha propina pero trato de poder poner mi mejor sonrisa falsa. La gente no suele ser siempre agradable, hasta me tocó atender a cada chico pervertido. El menú contiene cosas dulces y salados. Tiene hasta bebidas alcohólicas y café. Todo sea para que los clientes se sientan cómodos disfrutando de lo que se les antoje.
Me encargo de tomar la orden a una anciana que era agradable junto con una niña de ojos grises y pelo negro largo. Les sonrió, preparó mi agenda y mi birome para anotar lo que desea.
— Hola bienvenidas a "Hey pop's" ¿Qué es lo que desea ordenar?- Anuncio con amabilidad.
— Deseo una taza de té, más unas tostadas con mermelada de arándanos- Dice ella. Asentí la cabeza y sigo anotando lo que me pidió, luego me dirijo a la niña.
— Hola cariño, ¿Qué es lo que deseas comer?- Suelto, al parecer no habla mucho por el simple hecho que es tímida.
— Deseo un.. -Deja de hablar para mirar nuevamente el menú.
— Elije lo que quieras, yo te lo traeré- Sonriéndole, ella me mira confundida. Al ver algo en sus ojos, no la había visto detalladamente. Se me hizo familiar, y juró que la había visto en algún lado.
— Deseo un batido de frutillas, y una dona de chocolate- Dice esta vez más segura.
— En seguida se lo traeré- Dije disparándome hacia la cocina. Choco con Dean. Dean es mi compañero de trabajo, nos conocimos aquí, él tiene cabello castaño, y ojos verdes. Llevaba una camisa del trabajo. Le entrego la nota a él. Él me sonrie como siempre. Hubo un tiempo en que me resulto guapo y nos besamos una vez, los dos estabamos borrachos. Pero lo utilice para olvidarme de Max. Igual nunca llegamos a cruzar los limites. Pero después de todo seguimos siendo amigos. ¿Qué? Oh por favor. No crean que iba a llorar por un chico solo por que me rompió el corazón.
— Hola princesa- Dice éste apenas me ve. Yo suelto un gruñido, él sabe que me disgusta que me digan así. Solo por que odio a las princesas, soy como una especie "anti-princesas". Simplemente no tolero la palabra y ya.
— ¿Podrías trabajar y cumplir con la orden?- Digo mientras me siento en la cocina agarró una bandeja de papas fritas y una hamburguesas.
— Ya voy, deja de ordenarme que tengo que hacer- Dice éste mientras me quita una papa de mi bandeja, y se la mete en su boca, sonríe con diversión. Yo solo le dedicó una mirada asesina.
ESTÁS LEYENDO
Me he vuelto a enamorar
RomanceEsta NO es una típica novela de adolescentes, mi nombre es Meid Johnson tengo 16 años, tengo padre y un hermano mayor Tyler 18 años. Mi madre murió hace 5 años y mi padre mucho no esta acá siempre esta trabajando. Mi personalidad es extravagante, re...