Tae permanece tumbado sobre la cama con los pies descalzos y las manos cruzadas a la altura del pecho, observando los pequeños corpúsculos de polvo que flotan a través de la luz que se cuela por la ventana.
Es tarde, está oscureciendo, y el joven no puede parar de pensar en lo que ha sucedido en tan poco tiempo. Por un lado, ¿cómo decirle al heredero del pueblo que es una mala idea cruzar el túnel hacia la vaporera, sobre todo ahora que cree que ha sido descubierto? Y por otro lado, ¿qué pasará cuando vuelva a encontrarse con Seokjin?
Tal vez sea sólo una percepción suya. Quizá en realidad nunca llegó a verle el cabello azul. Igual sólo lo está exagerando todo.
Taehyung quiere convencerse de que está a salvo; de que nada malo puede sucederle.
Tal vez tendría que tener una excusa preparada para cuando el avispado barman le pregunte. Porque Tae sabe que le va a preguntar. Y Seokjin parece muy persuasivo. Bajo ese aire de tímido despistado, Taehyung sabe que esconde un perfecto embaucador, capaz de sacarle los más oscuros secretos a cualquiera. Lo sabe porque no ha sido capaz de concentrarse en la conversación, sino en sus labios. Lo sabe porque no ha podido encontrar las palabras y sí el brillo en su ojos. Lo sabe porque ha balbuceado como un idiota nervioso preguntándose una y otra vez porque ese chico risueño y expresivo se ha interesado tanto por él.
'Los niveles de adrenalina en su organismo han aumentado. Túmbese e intente relajarse' , recomienda Yaza, pero Taehyung ignora a la interfaz.
Alguien golpea entonces la puerta con fuerza extrayéndolo de sus pensamientos.
--¿Quién es?
--Taehyunie~, ábreme --canturrea Jimin a través de la pantalla de la mirilla de la puerta.
--¿Jiminie?
Jimin irrumpe en la habitación con urgencia y se lanza hacia las ventanas para bajar los estores, ocultándose de los drones que lo vigilan.
--¿Qué pasa?
--Quiero que me digas cuándo nos vamos.
Taehyung se muerde los labios, algo nervioso, pero no es persona de echarse a atras así que le explica a su nuevo compañero cómo van a proceder.
Primero, Taehyung ha de mandar un telegrama. Conoce a una persona que se dedica a entregar misivas de un lado al otro del túnel.
--¿En serio? --se asombra Jimin.
--Hay gente que tiene familia al otro lado --le recuerda Tae, ya rebuscando bajo la cama por lápiz y papel. Su caligrafía es enrevesada, propia de una mano poco entrenada, pero legible al fin y al cabo--. No podemos presentarnos sin más...
Taehyung piensa durante un minuto. Tal vez sí podría presentarse sin avisar. No es su estilo; le gusta quedar con Jungkook y Hoseok cuando va a la Vaporera pero llevando con él a Jimin, tal vez no sea la mejor idea. Una vuelta rápida por las calles principales para que se le pase el capricho y de vuelta antes del toque de queda sería más prudente. Además, no quiere exponer a Jimin frente a su contacto. Le conviene ser discreto. Así que arruga el papel y lo esconde debajo de la cama de nuevo.
--¿Qué? ¿No vas a escribirla? --pregunta el otro haciendo un puchero.
--No nos hará falta está vez.
--¿Seguro?
Taehyung piensa de nuevo en el extraño y curioso Seokjin y decide que lo más prudente es no toparse con él. Le duele arriesgarse a cruzar al otro lado y no ver a sus amigos pero siente que no tiene elección.
Si bien, no intuye que sus planes no van a salir como esperaban.
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Mentiré solo una vez más (BTS fanfic) /completa
FanfikceTaehyung no esperaba enamorarse de un chico que vive más allá del bosque, en la ciudad del humo, un lugar prohibido para la gente de su mundo. Si bien, Taehyung sabe mentir y es capaz de encubrir sus travesuras una y otra vez. Pero, ¿y si no fuera e...