— Jimin. ¿De nuevo por aquí, pequeño?
— Sí.
La muerte lo miró desde arriba con ojos entristecidos, luego se levantó de su asiento algo grande y agachó para verle mejor las facciones a su querido amigo.
— ¿Pasó de nuevo o fue diferente? Sabes que el tiempo para mí aquí no transcurré de igual manera que el tuyo, así que no sé que tanto duró esta vez.
Jimin sacudió la cabeza en forma negativa y luego la bajó ocultando sus ojitos que tenían lágrimas acumuladas de decepción y enojo.
La muerte a pesar de lo que el mundo pensaba, era muy sensible y sentimental por lo que conmovido cogió al pequeño en brazos y le acarició la cabeza mientras se dirigía a sentarse en su sillón. Si por el fuera, su pequeño amigo estaría junto a él siempre. Pero aquella decisión no le correspondía a él, sino a su padre.
— Pensé que esta vez sería mejor, que me querrían por como soy pero me equivoqué. Me equivoqué otra vez, Jin-hyung. Me duele mucho saber que el mundo prefiere a los que son más bonitos y perfectos, mientras que tú siendo la muerte y superior a ellos, no discrimas a nadie, para ti todos somos iguales. — Jimin había comenzado a llorar encogido en los brazos del mayor con profundo dolor y como si está vez, realmente su corazón frágil y cálido hubiera sido pisoteado, ensuciado y hecho pedazos.
Verlo de tal manera resultaba muy triste en el gran lugar que pertenecía a Jin. Él más que nadie —después de su padre — conocía al menor, sabiendo que nunca en sus tantos años de vida se había rendido para alcanzar su felicidad, sin embargo, aquellos ojitos con luz estaban ahora humedecidos y opacos. Él alma de Jin perdía algo de brillo.
Dejando que su amigo se desahogara, la muerte lo abrazó como si fuera su bien más preciado, y mientras susurraba palabras de aliento, el pequeño ser se sintió protegido.
Sin embargo, las lágrimas no parecían detenerse.
Pronto un guardián se apareció ante ambos seres sin ser notado por Jimin. Al presenciar al pequeño ser llorando, el guardián se quedó quieto escuchando de manera silenciosa.
— Nadie me quiere a mí por feo, nadie me regala aunque sea una sonrisa o mirada alegre como a los demás. Todos me ven como si fuera un monstruo o portara alguna enfermedad contagiosa y me evitan por las calles. ¿Soy tan abominable? ¿Doy tanto miedo? Muchos me pegaron y echaron agua incluso caliente encima quemandome sin pensarlo y riéndose de mi sufrimiento, me perseguían con palos y escobas, o me tendían trampas... Era horrible. — La voz de Jimin se quebró nuevamente en el relato. — Nadie me quiso ni querrá, no sé ni lo que es tener mamá o alguien que me cuide allá abajo. Ya no quiero ir de vuelta, no quiero.
La Tierra es mi infierno personal, Jin hyung. Aún cuando jamás he hecho algo malo para merecerlo. Esta vez me golpearon a propósito con ladrillos y un martillo, fue desesperante intentar escapar cuando me tenían amarrado del cuello, y tener miles de ojos viéndome... Como si no debiera existir. ¿Me puedo quedar contigo? Seré bueno. Prometo no dar problemas,por favor, no me hagas volver allá.
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Mi deseo. [KookMin]
Teen FictionJimin ha sido muchas veces ignorado y maltratado. La muerte compadecido de él decidió cumplir un deseo, solo por esta vez.