Marco Sobrevilla estaba temblando de frío dentro de su coche viejo, un Focus 2001
color azul marino que tenía las partes traseras dañadas y el espejo estaba rasgado
pues hace tiempo intentaron robarlo. Era una fría tarde de enero a las diez de la
noche cuando se estacionó frente a la nueva sucursal de B-Smart, el súper mercado
de mayor prestigio en el barrio; tenía todo lo que podías obtener alejándose de una
típica tienda de abarrotes. Era tanta la reputación que Marco pidió empleo cuando
la sucursal se estaba construyendo y obtuvo un puesto insignificante para muchos,
pero para Marco se reducía en emoción: el nuevo guardia nocturno de B-Smart en
su primer día de apertura. No le daba miedo estar solo durante nueve horas en el
silencio nocturno. No le daba temor quedarse dormido sin que las cámaras de
seguridad lo mostraran. Estaba ansioso, pero esperaba el llamado de uno de sus
nuevos compañeros para que acceda por medio de una ID.
Estaba escuchando música en la radio, pasaban "Under Pressure" de Queen
y David Bowie. Tenía un termo con café caliente en la mano que le temblaba. Estaba
callado y escuchando con una sonrisa temblorosa que sólo reflejaba cuan frío era
aquella noche; irónicamente en la mañana hacía calor. Veía la enorme sucursal
adornada por un anuncio colgado que promocionaba que era su día de apertura por
lo que mucha gente entraba con billetes y salía con todo tipo de comido o aparatos
electrónicos. Sólo eso podía ver, pero Marco dio un respingo del susto cuando
tocaron la ventana del coche. Del otro lado de la puerta había una chica que estaba
cubierta con un chaleco dorado debajo de una enorme chaqueta. Su cabello corto
y negro la distinguía, su piel blanca se tornaba un poco roja de lo frío que hacía.
Marco salió de su coche y le estrechó la mano a la chica.
—Eres el nuevo, me imagino. Mi nombre es Janeth. Me pidieron presentarte
el lugar para que te instales-. Dijo ansiosa y temblorosa. —¿Entramos ya o quieres
congelarte?
—No, no, adelante. Voy detrás de ti-. Contestó Marco. Una vez que entraron
al lugar, Marco estaba impresionado. El lugar tenía pasillos extremadamente
anchos, las áreas estaban divididas y adornadas de forma elegante. Y la zona de
electrónica tenía su propio escenario con todo tipo de sistema de audio y vídeo. Ni
hablar de la comida, su food curt tenía una esencia gourmet. No era un súper
mercado, era el súper mercado donde un montón de gente accedía a las cajas
electrónicas donde escaneaban sus propios productos y el medio de pago era sus
propios créditos para la membresía. Parecía un súper mercado para gente rica.
Janeth entraba con una actitud normal, como si ya había trabajado en otra sucursal,
pero notaba la impresión que Marco tenía.
—Esa es la cara que están poniendo los clientes cuando entran el día de hoy.
Tenemos mucha gente siendo hoy el primer día, la gran apertura. Todo esto lo
cuidarás tú. He trabajado en otros B-Smart y aquí superaron todo tipo de
expectativa, el primer súper mercado Premium de la empresa. Para que nuestros
miembros tengan una gran calidad. Y eso es lo que esperamos de ti, aquí tengo tu
expediente-. Explicaba Janeth mientras sacaba una carpeta en la que tenía una foto
de Marco, tenía el cabello más largo para ser una foto de hace dos años.—Veamos, Marco Sobrevilla, 24 años, de Monterrey, soltero y... ¡Ah, fuiste un policía!
—Fue hace dos años-. Dijo Marco nervioso cuando le mencionaron su
anterior empleo.
—¿Por qué lo dejaste? -. Preguntó Janeth curiosa, eso dejó a Marco
pensando.
DOS AÑOS ANTES
En la esquina de un barrio de mala muerte, Marco y Anselmo se hacían pasar
por propagandistas del medio ambiente, la gente no le hacía caso alguno y el bolso
donde tenían los folletos falsos seguía lleno. Estaban tratando de interceptar a un
asaltante.—Hola señora ¿Le gustaría hablar sobre el med...? Chingado-. Dijo Anselmo
frustrado. —Güey, llevamos tres horas aquí y "El resbaloso" no aparece.—Cálmate, vamos a tener éxito en la misión. En poco tiempo va a llegar a su
paradero-. Dijo Marco esperanzado. —¡Ay, cabrón! Ahí viene, ahí viene. Actúa
normal."El resbaloso" se acercaba con una apariencia de que había inhalado cocaína
hace veinte minutos pasaba por la banqueta hasta que dio con Marco quien se puso
delante de él.—Buenas tardes, señor. Venimos a hablarle del medio ambiente. Le quiero
entregar un folleto-. Puso la mano dentro de su bolso para sacar un folleto, pero de
sorpresa sacó una pistola y gritó. —¡Policía! ¡Manos arriba!El delincuente corrió sin pensarlo y Marco decidió perseguirlo junto con
Anselmo. Dieron a parar a una avenida repleta de autos, estaba el tráfico presente
y ningún coche parecía moverse. "El resbaloso" le hizo honor a su apodo, se subió
a los techos de los coches brincando sobre ellos.—¡Ese tipo está loco! -. Gritó Anselmo, vio como Marco decidió imitar la
hazaña subiéndose a los techos de los coches para brincarlo. —¿Eres pendejo,
Sobrevilla? ¡No eres súper policía! -.
Marco no escuchó lo que le dijo su compañero y siguió en la alocada
persecución. Brincaba de coche en coche, intentando no resbalarse para poder
atraparlo. Llevaba su arma en la mano. Cuando por fin estaba a un coche de
atraparlo, Marco brincó en un coche con una quema cocos abierto y quedó atrapado
con las piernas dentro del coche. El civil que lo conducía se volvió loco y aceleró
con fuerza, chocando con el coche que tenía por delante... y con el que le seguía y
con el que le seguía, provocando una carambola que sólo Marco pudo dar
comiendo.
—¡Me lleva la...! -. Gritó Marco.
EL PRESENTE
—Era un trabajo pesado. Contestó Marco después de pensar.
—No creas que aquí te será más fácil. Tienes que cuidar todo lo que hay aquí
desde las once de la noche hasta las nueve de la mañana. Nada debe estar fuera
de su lugar o manipulado de manera indebida. De lo contrario, no durarás mucho
aquí. A simple vista, me agradas, pero depende de tu desempeño-. Dijo Janeth con
empoderamiento.—¿Cuál es tu puesto aquí?
—Soy Floor Support. Me encargo del servicio presencial al cliente y solución
de problemas. Soy tu jefa, me encargaron supervisarte. He sido empleada del año
durante dos años consecutivos y este chaleco dorado es el reflejo de mi esfuerzo.
Tú tendrás un chaleco verde. Tendrás armas especiales en el cuarto de seguridad,
linternas y el control total de las cámaras de seguridad. Puedes poner música
ambiental si te parece.—Teniendo eso en mente, no te fallaré.
—Más te vale. Es mi primera vez siendo jefa. La única regla que tengo es...—
Se acerca a Marco y le pone la punta de su dedo índice en el pecho de éste con
fuerza —... no... toques... nada.—Perfecto, sólo vigilar.
—Muy bien, vamos aprendiendo. Bueno... ¿sabes orar?
Marco estaba extrañado. Pero no dudó en responder.—Eh... sí.
—Pues órale, a chingar a su madre. Prepárate para trabajar, que yo salgo en
menos de quince minutos.Después de la extensa presentación, el lugar estaba por cerrarse. Los
clientes estaban saliendo y las puertas se iban cerrando. Antes de cerrar, uno de
los empleados le otorgó a Marco el chaleco verde de seguridad, una linterna y un
control universal. Con ese control, que era más una Tablet, podía controlar la música
ambiental, las cámaras y las luces de los pasillos. Ya eran las once, B-Smart había
cerrado. Todos los empleados se fueron, incluso Janeth, su jefa a quien debía
obedecer. Pero si algo le entusiasmaba a Marco de este empleo es ese momento
donde está completamente sólo y que el control de todo esté en sus manos. Con
una peculiar sonrisa maliciosa y poniendo "Bohemian Rhapsody" de Queen de
fondo, Marco Sobrevilla comenzaba su primer día de trabajo como guardia de
seguridad nocturna de B-Smart...
—Creo que es hora de hacer las cosas más entretenidas.
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El Guardián de los Pasillos
HumorMarco Sobrevilla nunca tuvo la mejor suerte como un policía, a sus 23 años de edad está buscando nuevos horizontes para trabajar y divertirse. El nuevo supermercado B-Smart está por abrir y busca un nuevo guardia nocturno. Sólo, en un supermercado g...