adolescence

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El día había comenzado, pero no había pasado algo interesante. Por más raro que fuera, no había ningún problema que resolver ni alguna anomalía por la cual preocuparse, cosa que pasaba bastante frecuente considerando las circunstancias de un adolescente de 15 años con dudas existenciales y dudas por cumplir.

Sencillamente, estabas ahí. En la banca de un parque aparentemente solitario, disfrutando el tono azulado que el cielo había cobrado después de la madrugada. Las nubes hacían juego con el azul casi vibrante que estaba arriba tuyo, que se podía observar entre los árboles alrededor.

Diversos pensamientos cruzaban tu cabeza y nadie te estaba interrumpiendo para divagar sobre aquel muchacho que te había tenido comiendo de la palma de su mano desde que se conocieron. Sus eternos ojos atrevidos, cabellos naranjas y personalidad son una combinación peligrosamente atractiva.

Chuuya.

Cuando menos te lo esperabas te encontrabas divagando en los momentos que habían pasado juntos a lo largo de los últimos 6 meses. Sus ojos reposando en tu rostro, sonrisas ladinas por parte de él y sonrojos por parte tuya llegaron a tu mente. Pero la idea de que de hecho llegasen a tener algo se sentía imposible casi.

Y así como pensabas en él, escuchaste pasos alrededor tuyo. No te alarmaste, pero la persona que estaba caminando en el parque no hacía ningún sonido más que el de sus zapatos contra el suelo.

"¿y/n?" pronunció tu nombre suavemente. Estaba al lado tuyo, observándote. Te sorprendiste al verlo en el parque "te he estado buscando todo el día" dijo, sentándose al lado tuyo. Te sonrojaste pensando en la idea de que él hubiese estado buscando por tú presencia.

"hmm.. ¿y para qué, Chuuya?" dijiste casi de manera burlona, altanera. Te daba curiosidad la razón por la cual Chuuya te estaría buscando de manera casi desesperada, pues cuando lo viste, habían un par de gotas de sudor cruzando su frente -imaginando que había estado corriendo de lugar en lugar para encontrarte-, que rápidamente se limpió con la manga de su chaqueta negra, casi con nerviosismo.

"Quería hablar contigo" dijo, aparentando seguridad en sí mismo, cuando realmente te lo imaginabas con algo de ansiedad por dentro. "soy todo oídos, Chuuya" dijiste, pensando que realmente no sería algo importante y que no afectaría su relación, ya que generalmente no hablaban de cosas relevantes para deshacerse de la responsabilidad de las misiones por un rato.

"Me gustas, y/n" dijo vergonzosamente, rompiendo su coraza de chico valiente y de sangre fría en la mayoría de las situaciones que habían compartido juntos. 

Tu corazón paró de latir por un segundo. Rectificabas mentalmente si lo que habías oído era cierto, y después te encontrabas con su mirada avellana de torpe enamorado, confirmándote que era cierto. 

Chuuya se acercó de manera aventurada hacía ti, sentándose al lado tuyo. Te miraba con adoración saliendo de sus ojos, su rostro a escasos centímetros de los tuyos. "tú también me gustas" pronunciaste débilmente ante la presencia de Chuuya, para después eliminar la distancia que los retenía con un tierno y tímido beso.

Tus mejillas estaban sonrojadas a más no poder y estabas temblando ligeramente ante el contacto de su cuerpo contra el tuyo. Sus manos reposaban en tus caderas, atrayéndote a su cuerpo, sintiendo su calidez emanar. 

Después de aquel beso, le siguieron muchos más, llenos de amor.

Y así, hasta que llegó el atardecer. 

"Te amo, Chuuya."

"Yo también te amo, y/n"


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⏰ Last updated: Nov 18, 2019 ⏰

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adolescence; chuuya x male! readerWhere stories live. Discover now