La Princesa Y El Conde (Ciel Y Tu)

Capitulo 10 -. ¿Se Conocen?

Narración Omnisciente

Aquellos dos chicos se quedaron atónitos por escuchar aquella voz, esa voz femenina, es igual que la secuestradora, miraron a los lados para saber dónde estaban aquella voz, pero solo vieron esa capa saliendo detrás del trono de la reina, aquel par ya estaban a punto de ir detrás de aquella mujer, cuando un par de guardias los detuvieron.

Reina-. Tranquilo, tranquilos, ¿En verdad quieres quedarte con ellos? No crees que son un tanto rudos, aparte fracasaron ¿Crees que ellos son capaces de protegerte? – la reina solo reía mientras que miraba a aquella secuestradora.

Secuestradora-. Tranquila, se que ellos ahora mismo me quieren matar, pero eso es bueno, aun cuando fracasaron en su misión, no van a querer parar hasta que la completen – ella empezó a bajar por las escaleras, mientras que algunos guardias empezaron a alejarse.

Ciel-. ¿Usted la conoce? Ella es una secuestradora, ella intento matar a esos niños, es una asesina, ella tiene que ir directamente a la cárcel – el aun estaba enojado, mientras que miraba a aquella supuestamente secuestradora como bajaba.

Secuestradora-. Eso es algo cierto, fueron un pueblo grande, que fue completamente pagado, para que actuemos a la victima y al secuestrador, esto hasta un niño lo pudo descubrir – ella solo reía levemente, dejando confusos a aquel par.

Sebastián-. ¿Todo era un acto? ¿Esto es verdad? – el solo miraba a la reina aun con la cara confusa, ni siquiera, podia imaginarse que cayo en el juego de esta niña.

Reina-. Era solo un arreglo que hicimos ella y yo, para probarlos, y ver si eran los indicados para la real misión – miraba la situación con una sonrisa, parecía en si un gran acto, un gran drama.

Aquella chica ya estando enfrente de ellos, aun con su capucha puesta, teniendo de cerca a aquellos que por un momento la quisieron matar, pero ahora parecía dos niños que no podían hacer nada, hasta que su madre les diera el permiso, aquellos niños que querían romper el juguete a mil pedazos, querían tener una venganza, por todas las cosas que le hicieron pasar a este dúo.

___-. Déjenme presentarme correctamente, ya que esto no nos dio la oportunidad de conocernos mejor, soy ___ - con una voz un poco más seria pero aún era Cortez, mientras que hacia una leve reverencia.

Después de aquella reverencia, empezó a quitar su capucha que cubría su rostro, para dar a conocer aquella mujer que estaba detrás de todo esto, ustedes ya saben como es la apariencia de esta mujer, pero para este par, fue una gran sorpresa.

Una chica que se veía mas que delicada, aunque en lugar de una corona normal, tiene una, pero a los lados tienen cuernos, disimulando al de un demonio, si es que lo es, unos ojos azules, que parecía que nunca se ha visto algo así, aquel chico Phantomhive estaba embobado con aquella mujer, nunca había visto a alguien así, ni siquiera en los libros, ni siquiera se hubiera imaginado que se encontraría con alguien así.

Mientras, que el señorito de la mansión estaba asombrado por la apariencia de aquella mujer, el mayordomo, estaba tan confundido, sabia quien era esa mujer, pero no sabía el por qué estaba aquí, mientras que, en un rápido movimiento, alejo a su señorito de aquella mujer, poniéndose enfrente de ella, para en cualquier momento atacarla.

Sebastián-. ¿Qué haces aquí? Tu no deberías de estar aquí, deberías de estar en el infierno... - el solo hablaba con un tono enojado, mientas que sus ojos se veían lleno de enojo.

Ciel-. ¿Sebastián la conoces? – el solo estaba confundido, al solo ver como actuaba su mayordomo estando aun enfrente de esa chica.

Sebastián-. Es una larga historia, pero ___, no acordaste, nunca venir aquí en el mundo humano, no que solo ibas a estar o en el cielo, o en el infierno, es lo que había escuchado, nunca pensé que romperías tu promesa – él estaba tan furioso, ya que nunca pensó encontrarse con ella, en este mundo.

___-. Mantengo mi promesa, Sebastián, tranquilo, pensé que te daba gusto de verme de nuevo -ella solo reía por aquellas palabras, era divertido para ella verlos de esa forma, pues a lo mejor ella tenia unos grandes juegos para ellos.

Sebastián-. De todos modos, mantengas la promesa o no, tienes que volver a tus tierras, yo te devolveré, para que regreses a salvo – el solo suspiro mientras que cuando iba a tomar la mano de aquella mujer, solo retrocedió algunos cuantos pasos.

___-. Vine aquí por mi cuenta, hace mucho que no sabes de mí, es muy largo para contar, pero después te lo explico, aun así, ustedes parecen que son los mas adecuados para esta misión – sonreía mientras que de un momento a otro estaba flotando.

Aunque aquella mujer estaba flotando delante de ellos, el único sorprendido era el señorito, que nunca pensó en ver a aquella mujer teniendo esas habilidades, aunque aquel traje que tenia era un tanto provocador, tenia las piernas descubiertas, por estar solo viéndola sus mejillas se sonrojaron, aquel mayordomo, agarro de nuevo la capa que tenia y la puso en las piernas de ella, para cubrirla, mientras que solo suspiraba cansado de esto.

Sebastián-. ¿Cuál es esa misión? – él era el único que hablaba mientras de que miraba a la reina esperando una respuesta algo rápida.

Reina-. Como verán, ___ no viene de visitas, viene a una misión de protección, con ella aprenderán demasiado, para que no caigan en muchos juegos, así como este, que cayeron, pero aun siguieron, les ayudara en toda la ocasiones posibles, así que empiecen a trabajar en equipo junto con ella – ella había hablado claramente mientras que veía a sus guaridas, que se retiraban poco a poco.

Ciel-. Así que ella también trabajara en esta misión, aunque pienso que ella sola puede hacer todo esto por lo que he visto es demasiado fuerte, y es muy hábil... - empezó a lagar a aquella mujer, mientras que la veía de reojo.

Sebastián-. Eso es cierto, pero si lo tenemos que hacer lo haremos, trabajaremos juntos ahora díganos ¿A quién vamos a proteger? – El solo se quedaba viendo fijamente a la reina para encontrar las respuestas que deseaba.

___-. Me protegerán a mi...