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─¿Por qué lo hiciste?─ la voz de John resonó en todo el salón, se oía molesto mientras observaba al pequeño Taeyong que se encontraba mirando su celular sin despegar la vista de este. ─Te hice una pregunta, imbécil.

─El imbécil eres tú, no me molestes.─ sacó sus auriculares del bolsillo de su chaqueta pero la mano de John impidió que pudiera ponérselos. El pelinegro al fin levantó su vista para ver al alto muchacho que se encontraba enfrente suyo.

─¿Por qué chocaste mi coche, taeyong?─ el recién nombrado podía ver la furia en los tiernos ojos de su amigo, él más que nadie sabía que aquel muchacho era muy difícil de molestar.

─Mira que robé tu auto y lo choqué porqué me salió de los huevos hacerlo.─ bufó el más pequeño con notoria irritación, Jonh que había logrado enojarse a un punto inimaginable hasta para él, levantó su mano con la intención de golpearlo, Taeyong cerró sus ojos sabiendo que merecía aquel golpe, pero este nunca llegó.

─Le tocas un pelo y date por muerto.─ reconocía aquella dulce voz, lentamente abrió sus ojos para divisar a su novio detrás de John, agarrando su muñeca y evitando que el más alto golpeara su bella cara.

─Hasta tu sabes que se lo merece.─ Jaehyun volteó al contrario al escuchar aquellas palabras y lo miró con una sonrisa que reflejaba de todo menos amabilidad.

─Sabes que si nos ponemos hablar, tú te mereces más que un golpe.─ Taeyong miraba maravillado a su novio, amaba la manera en que con su hermosa voz lograba intimidar. ─Yo me encargo de castigar a mi pequeño, no te preocupes.

Aquellas palabras lograron que el pequeño taeyong sintiera un escalofrío por toda su espalda, cruzó miradas con Jaehyun y negó despacito con la cabeza, su novio le regaló una sonrisa que hizo temblar al mayor.

─Procura castigarlo fuera de casa, me estresa escucharlos.─ Jonh se safó con bruzquedad del agarre y salió de la habitación luego de dedicarle una mirada enfadada a la pareja, una vez estuvo lo suficientemente lejos, Jaehyun volteó su cuerpo para darle la espalda al contrario.

─¿Por qué mi lindo gatito anda haciendo travesuras?─ habló con calma dirigiéndose a la puerta del cuarto y poniéndole seguro a esta. Taeyong no podía siquiera defenderse, ante su novio era un inofensivo y pequeño niño. ─Te hice una pregunta.─ pegó su vista en su novio, su voz era demasiado dulce pero al mismo tiempo seria, haciendo que el mayor se sintiera intimidado.

─Fue un accidente.─ terminó por susurrar el pelinegro bajando su vista a sus manos.

─Sabes que papi odia que arruines el contacto visual, cielo.─ pudo ver los pies de su novio en su campo visual y no tardó en sentir como su rostro era levantado con bruzquedad, sus vistas volvieron a cruzarse haciendo que el mayor tragara con dificultad.

─Fue sin querer.─ los ojos del más pequeñito anatómicamente se llenaron de lágrimas haciendo que su novio sonriera, a veces sospechaba que realmente amaba castigarlo y que suplicara para que se detenga.

─Estos accidentes no son sin querer, mi niño.─ Se sentó a su lado y palmeó sus pirnas, el pelinegro rápidamente obedeció y se acomodó sobre su regazo mirando aún su rostro con detenimiento. ─Haz que no quiera castigarte.

─¿Co...─ detuvo sus palabras al recordar que el mas alto odiaba que preguntara y amaba que simplemente lo hiciera. Sin más apoyó su cabeza en su pecho y suspiró. ─No estoy de humor para eso, amor.

─Que lástima porqué yo si.─ sintió nuevamente como su rostro era levantado y los labios de su novio chocaban violentamente con los suyos, Taeyong soltó un pequeño suspiro y siguió con dificultad el beso mientras se acomodaba mejor sobre sus piernas, era mejor no enfadarlo y solo obedecer. ─Vamos cielo.─ se apartaron un poco y una simple mirada fue suficiente para que el mayor supiera que hacer para complacer a su pareja. Movió su cadera lentamente y en círculos, refregándose de forma desvergonzada contra él, el cuerpo de su novio era muy fácil de activar bajo su tanto y no fue cuestión de tiempo para tenerlo completamente duro bajo él.

Taeyong miró a su novio a los ojos y pudo ver el deseo que tenía de hacerlo suyo pero está vez el pequeño tenía otros planes para él, se hizo a un lado e inclinó su cuerpo a la altura de su parte baja.

─Tú odias hacerlo ¿Qué haces?─ Jaehyun miró a su mayor con curiosidad, sin dudas el de menor estatura siempre terminaba quejándose ante lo rudo que solía ser cada vez que sentía la humedad de su boquita, por ende solo había ocurrido dos veces que había aceptado chuparsela.

─Solo quiero dejarte besitos, amor.─ levantó su vista y la imágen que le regaló al castaño fue la de un mismísimo ángel, su voz tierna y sus ojitos de cachorrito lo volvían loco.

Sin más y como había dicho, se dedicó a dejar tiernos y cortos besos a lo largo del causante de todos sus gemidos, sonriendo comenzó a levantar su rostro para emprender un lento camino de besitos que terminó sobre sus labios.

─¿Papi puede perdonarme esta vez?─ preguntó en un susurro mientras enrredaba su cabello con los dedos. ─Prometo que voy a recompensarlo.

─¿Lo harás?─ la voz del castaño volvió a ser dulce a medida que acariciaba el rostro de su angelical novio, este asintió animado y con una bella sonrisa. ─Está bien, cielo.

Taeyong agradecido y feliz, dejó muchos besitos en sus labios hasta que la erección del castaño hubiera desaparecido, sabía que más tarde aquellas acciones iban a sacarle factura y sin dudas tenía que esforzarse en su recompensa.

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⏰ Última actualización: Apr 16, 2020 ⏰

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soft kitty (jaeyong)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora