En lo que restó de la semana, Augusto no me volvió a buscar. De alguna manera lo agradecía, no tenía que ver su asqueroso cutis de joven perfecto, ni escuchar los ‘fangirleos’ de Astrid. Lo había visto algunas veces y el solo se limitaba a saludar quedito. Otras veces estaba charlando con Camila y, por alguna razón, sentía que no debería estar viendo aquello, ya que me enojaría. Y ese era el punto, no me quería enojar. Pero en cuanto entré por las puertas de la escuela el siguiente lunes, alguien me jaló de mi suéter.
Era él.
Nos llevó a uno de los pasillos que no estaban atestados de estudiantes.
-Muy bien, que quede bien claro que te vi marcharte algo molesta el viernes cuando estaba hablando con Camila.
Su simple nombre me daba asco.
-No me molesté, simplemente tuve que hacer otra cosa antes de ir detrás de ti como tus perritas falderas.
Rio, se acercó peligrosamente a mí y me acorraló contra la pared. Me sonrojé y bajé la cabeza. Levantó mi mentón con uno de sus dedos.
-Aw, te pongo nerviosa- y ahí estaba el Augusto arrogante que conocí dos años atrás.
-Ya déjame en paz- de alguna manera logré que se alejara de mí y me dejara caminar unos cuantos pasos. Pero como dije, solo unos pasos, porque me volvió a tomar de la manga del suéter.
-Hey, no te molestes, vine a buscarte por otra razón, aparte de lo de Camila- ahora habló con menos narcisismo.
-Pues habla, tengo clase- me crucé de brazos y recargué mi peso en la pierna derecha.
-Mis amigos tienen boletos dos por uno para Six Flags, nos va a sobrar uno, así que me preguntaba si querías ir con nosotros- se encogió de hombros y metió las manos a su pantalón del uniforme.
¿Esto era una broma? ¿Dónde están las cámaras, joder?
-Te responderé eso como suelen hacerlo mis youtubers favoritos ¿estás de coña?
-Bueno, claro que no irías con solo con nosotros, Mario y Lucas llevarán a sus novias, supongo que puedes llevarte bien con ellas- ajustó con una mano el cordón de su bolsa.
Y yo supongo que sus novias son iguales que Camila.
-Me arriesgaré, ¿Cuándo y dónde nos encontramos?- me arrepentiría más tarde, ahora tenía que disfrutar el momento.
¿Qué dije?
-El sábado y yo te recogería.
Oh.
En eso sonó la campana anunciando las clases.
-Bueno, vámonos juntos- volvió su arrogancia.
Ahora estaba vestida con un short de mezclilla oscura, mis inseparables vans y una blusa con un extraño estampado de Led Zeppelin y estaba sentada en el columpio-sillón del porche de la casa leyendo un libro, cuando escuché que abrían la pequeña puerta de madera del cancel. Alcé la mirada y vi a mi peor pesadilla.
-Hola pitufa- dijo y se acercó a donde yo estaba- ¿nos vamos?
-Claro, por supuesto- no claro que no- solo déjame ir darle el libro a mamá.
-Sí, te espero.
Augusto PDV
La vi entrar a su casa, no sé por qué la invité, fue un impulso. Pero, sencillamente, la chica estaba haciendo algo conmigo, hacía que me sintiera nervioso. Eso no es normal.
Volvió y ahora traía un suéter que le llegaba a los muslos color negro, ajustado a sus brazos pero suelto en el resto. Caminamos hasta la parada de autobús y esperamos a que el indicado llegara.
-Bueno, pues… ¿Qué ha sido de tu vida, pequeña Gene?
Hizo cara de pensativa, reí.
-Pues, nada realmente, mi vida no es muy interesante ¿y tú?
Creo que éramos algo parecidos, pero si tenía cosas que contarle.
-Te sorprenderá que sé hacer algo bien.
Ella abrió la boca y me miró sorprendida.
-Dios, yo sabía que tenías cerebro dentro de esa gran cabezota- ella rio y se ajustó el suéter.
-Bueno, pues sé tocar la guitarra y tendré una presentación importante pronto, solo que no se me da muy bien cantar- yo reí quedito.
-Eso dices tú, a lo mejor otros dicen algo distinto.
Eso espero.
En eso llegó el autobús y lo abordamos. Ella se mantuvo callada siempre mirando hacia afuera, ya que estaba en el lado de la ventanilla.
En un alto que hizo el camión, se colocó los audífonos y me pasó uno a mí, pero yo no se lo acepté, se encogió de hombros y se puso el que le faltaba.
Por alguna razón, sentía que se veía hermosa.
Y eso era lo inexplicable, no había un por qué.
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Ya sé que está cortito, guapuritas.
Ya les había dicho que estaba empezando el borrador, pero como no iba gustando mejor lo borré y así quedó.
Como el título lo dice, los chicos ya están dando los 'primeros pasos' en su relación ¡celebremos, yei!
Les prometo que de aquí en adelante haré capítulos no menores a 1000 palabras, deberas.
Creo que es todo.
Las/os quiere,
Kels.
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Un día sin ti es simplemente injusto
Teen FictionConozcan a Genevieve Valdez, una chica normal con gustos comunes. También a Augusto Vega, el típico muchacho popular en la preparatoria privada a la que asiste Genevieve. ¿Nombres poco conocidos? Sí, esa cualidad era única en ambos... cualquiera qu...