Profesor Perida •Gastina•

Capítulo 27 "Volver"

Volví a meter lo papeles en el sobre y baje corriendo hasta el primer piso, busqué las llaves del coche de mi padre

—¡Luna! — grite — ¡Luna!

—¿Qué pasa?, ¿por qué gritas?

—¿has visto las llaves? — ella me miró sin saber de qué hablaba — las llaves del coche de mi papá

—Están ahí— señaló el sofá, las tomé y salí rápidamente —¿A dónde vas?

—necesito hablar con Gastón, regreso después —

—Diosito, ¿qué decía la carta?

—Cree que Xavi es algo mío y no puedo perderlo Luna— entre en el auto

—Está bien, ve con mucho cuidado, de verdad tranquilízate— arranque, no es sepa manejar muy bien, pero había aprendió lo esencial.

El tráfico en Buenos Aires era el más infernal de todos, arranque en el semáforo en verde, pude llegar a su departamento, estacione el coche en el estacionamiento y baje, corrí hacia el ascensor y subí.

Llegue a ese piso, toque el timbre varias veces con desesperación, diablos, Gastón, seguí tocando como loca

—Ya voy! —escuché su grito, pero seguí tocando

—Te digo que ya voy, hombre— abrió la puerta —Nina.......

—no te quiero lejos, no te quiero perder—pegue mis labios a los suyos en un impulso, no traía camisa así que tocar su espalda fue electrizante, nuestros labios juntos eran lo mejor que podía pasar, cerró la puerta de su departamento, me cargo hacia dentro como si no pesara

—Nina...—susurro en medio del beso

—Te amo, entre Xavi y yo no hay nada — volví a besarlo, nuestros labios encajaban y mentiría si dijera que no me gustaba que lo hicieran, había encontrado al amor de mi vida, ahora no podía perderlo, no lo haría.

Era el momento.

Gastón me beso y el tiempo se detuvo, nuestras miradas decían muchas cosas y entre ellas era el sí que tanto temía decir, entregarme a él, yo lo amaba totalmente, así que lo bese importando muy poco lo que sucediera a nuestro alrededor.

Las cosas pasaron, los besos eran cada vez más intensos y paso, se hundió en mi con todo el deseo de su cuerpo en mi piel, dándome todo el amor que me prometía, solo éramos él y yo en esa habitación, era delicado y tierno.

Al despertar me sentía feliz, Gastón dormía plácidamente, sonreí, se veía tierno así, era hermoso, el sol alumbraba su ventana y me levante, fui al baño, lave mi cara y regrese, se encontraba sentado con la sábana en su cadera y la cabeza sobre sus manos

—Hola— susurre y me miró

—Hola— me sonrió y me acerque

—Ayer no pudimos hablar—asintió y me senté sobre la cama justo a su lado

—Llegaste y todo fue espontáneo, ni siquiera existieron palabras— tomo mi mano y la beso

—Perdón, por ser así

—no tienes que pedir perdón, me gusta que hayas venido, extrañaba verte y besarte, ¿estás bien?

—Si, estoy perfecta, ahora es momento de arreglar este desastre que....

—ocasione....

—No es eso, necesitamos hablar. Gastón, me lastimaste mucho, enterarme de que estabas casado fue como una bomba de desilusión, no me lo dijiste antes, no lo sabías y eso lo comprendo, fue mejor que lo hayas hecho pero eso no garantiza que no me lastimaras, ahora ya no estas casado y yo estoy aquí, porque te amo, eres el amor de mi vida y eso hasta tú- lo sabes, no me iré más, no te perderé, me quedaré y estaré hasta que esto diga "no más"

—Nina no sabes las ganas que tengo de pegarme en la cabeza por no haberlo sabido antes, pero ahora ya no hay secretos, soy tuyo completamente, sin nada de por medio y no sabes lo bien que siento que me ames tanto, que quieras estar conmigo a pesar de todo lo que pasó, estoy agradecido por seguir aquí, te necesitaba tanto, y te prometo que ya no habrá nada en nuestro camino, esto será para siempre, jamás diremos no más porque entre nosotros siempre hay más, más besos— se acercó a mí y me beso— más caricias— acaricio mi mejilla — mas todo— me hizo recostarme en la cama con él sobre mi

—Te amo Gastón

—Te amo mucho más, Nina— me beso

Seguimos en la burbuja de amor que teníamos

—¿Crees en la magia? — le pregunté abrazándolo

—Por supuesto que sí, tu eres magia, nosotros aquí lo somos, tus ojos lo son......¿Como no creer en ella?

—no me refiero a eso, pero que lindo eres— sonreí dándole pequeños besos en sus labios

—¿entonces?

—no se...tipo..... Harry Potter—pareció pensarlo

—que pregunta tan existencial tienes en esa cabecita mi vida

Nos quedamos riendo y mi celular sonó, busque mi bolso por toda la habitación

—Aquí esta —me extendió el celular y conteste

—Hola...—era Luna —sí, estoy con Gastón, no, no, no digas eso, si, estoy bien, ya estamos juntos de nuevo....no lo digas ahora....en un rato llego a casa

—¿Qué pasa?

—tengo que regresar a casa, mi madre acaba de llegar y le dijo que estaba con ella, esa mentira no durará mucho

—No....es muy pronto

—Tendremos mucho tiempo ahora, en la escuela no te veré, pero ahora no tendremos que escondernos más

—Tienes razón, ahora a vestirse — me beso.