Prólogo

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La luz de los focos brillaba sobre Rarity mientras subía al escenario para recibir el premio a la Mejor Diseñadora de la Escuela Secundaria Canterlot. Su sonrisa radiante iluminaba la sala, y su vestido de diseño propio, un majestuoso modelo de seda y encaje, era la envidia de todas.

La multitud aplaudía, y sus compañeros de clase la miraban con admiración y respeto. Rarity se sintió como si estuviera en la cima del mundo. Su pasión por la moda la había llevado a trabajar incansablemente durante años, y ahora estaba recogiendo los frutos de su esfuerzo.

Su marca, "Rarity's Designs", era sinónimo de elegancia y sofisticación en la escuela. Mientras aceptaba el premio, Rarity miró a su alrededor, absorbiendo cada momento de gloria. Vio a sus amigas, Pinkie Pie, Applejack, Fluttershy y Twilight Sparkle, sonriendo y aplaudiendo para ella.

Vio a sus profesores, orgullosos de su logro. Y vio a la multitud, ansiosa por ver qué diseñaría próxima. Pero en ese instante de triunfo, una sombra de duda cruzó su mente. ¿Podría mantener este nivel de éxito? ¿Podría seguir innovando y sorprendiendo a todos?

Se acabó

Se acabó 

Se acabó

Se acabó

Se acabó

Se acabó

Fue la única palabra que resonó en su mente cuando su mundo se derrumbaba frente a sus ojos, sin poder hacer nada, mirándose completamente inmóvil. La sala que momentos antes estaba llena de aplausos y admiración, ahora se sumía en un silencio sepulcral. La sonrisa que iluminaba su rostro se congeló, y sus ojos se abrieron de par en par, incapaces de creer lo que estaba sucediendo.

La palabra "¿Se acabó?" se repetía en su cerebro como un eco desesperado, buscando una respuesta que parecía esconderse en las sombras. Su mente se llenó de imágenes de su pasado, de los momentos en que había trabajado incansablemente para llegar a la cima, de las noches en vela, de las lágrimas y los sacrificios. Y ahora, todo parecía haber sido en vano.

Su cuerpo se sintió pesado, como si estuviera anclado al suelo, incapaz de moverse o reaccionar. Su corazón latía con una lentitud agonizante, como si estuviera contando los segundos que faltaban para que su mundo se desintegrara completamente. La inmovilidad era su única respuesta ante la catástrofe que se desplegaba frente a ella.

Se llevó sus delicadas manos hasta sus oídos, como si intentara bloquear el eco de las burlas que resonaban en su mente como un coro de desdén. Las palabras cruelmente pronunciadas por sus compañeros de clase, anteriormente amigos y admiradores, ahora se convertían en un cuchillo que penetraba profundamente en su alma.

"¿Cómo pudieron?", se preguntaba, mientras las lágrimas caían de sus ojos como una lluvia tormentosa, arrastrando consigo el maquillaje que había tan cuidadosamente aplicado esa mañana. Su rostro, antes radiante y lleno de vida, ahora se desmoronaba como una mascarada que se desprendía, revelando la vulnerabilidad y el dolor que se escondía detrás.

"¿Por qué me hicieron esto?", se interrogaba, su voz apenas audible en un susurro desesperado. "¿Qué mal les hice para merecer semejante crueldad?" Las preguntas se repetían en su mente como un mantra de dolor, sin encontrar respuesta.

Su cuerpo se sacudía con sollozos convulsivos, mientras su corazón parecía haberse fragmentado en mil pedazos. La habitación que la rodeaba se difuminaba, convirtiéndose en un borrón de colores y sombras, y solo quedaba el eco de las burlas, las risas y los insultos que la habían destruido.

La Caída De La Reina De La Moda┆𝑅𝒶𝓇𝒾𝒥𝒶𝒸𝓀Donde viven las historias. Descúbrelo ahora