En un lugar donde la gente pelirroja es abundante con piel lechosa, un peculiar cabellera amarillo vibrante destaca en las calles de Escocia.
Oriana, un chica llena de vida y aventurera, de regreso a casa después de una visita al bosque, se topara...
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Dispuesta a no marcharme aun del bosque camino detrás de él mientras tiro de su mano y lo conduzco a través de las rocas, no quiero que esta tarde se arruine por un momento agrio.
—Cambia tu humor solo un poco Steph, el día no está arruinado aún.
Me mira diciendo "No estás hablando en serio" pero no voy a ceder, es nuestro día y aun que estemos la mayor parte del tiempo juntos, casi siempre estamos en el hostal.
—Orian, este lugar ya te lo conoces de arriba abajo, ya has descubierto todos los lugares secretos, puedes andar por aquí con los ojos vendados.
Dice a modo de burla, es verdad, pero aun así quiero quedarme un poco más.
—Además solo andas en mi camisa y un bikini debajo, no puedes trepar nada con eso puesto.
—¡Claro que puedo! Llevo puesto mis botas y con eso me basta para escalar el mundo y el universo.
Me pongo firme delante de él con los brazos cruzados sobre mi pecho, Lawrence nos arruino un momento no toda la bonita tarde, quiero que él lo vea y olvide ese mal rato.
—Estás loca, puede que andes en lianas y un taparrabo cuando vienes sola, pero vienes conmigo y no estoy dispuesta verte entre los árboles con casi nada de ropa.
Se sonroja en las últimas palabras, como si ellas hubieran salido de su boca sin avisar, puedo ver en sus ojos la vergüenza, aunque no debería, somos amigos y a mí no me molesta que haga comentarios como ese.
—Oye, tampoco es que sea la primera chica que la vez de esta forma.
No responde y puedo ver como su incomodidad crece.
—Por qué si has visto alguna ¿verdad?
No me responde y quiero mofarme de él, he visto las chicas con las que sale y buscan me parece ridículo el solo pensar que no ha visto a una chica en bikini.
—Ahórrate los chistes Oriana.
—No me llames Oriana, sabes que no me gusta.
Se gira furioso, me da la espalda.
—Y a mí no me gusta ver que otro hombre te come con la mirada mientras andas así, quiero irme ya a mi casa.
Dijo ¿Otro hombre? Estoy por preguntar, pero me detiene con sus fríos ojos cuando me da la cara.
—Mira Oriana, sé que esto te parece divertido pero no a mí, yo no puedo evitar restarle importancia a las cosas, ese tipo Louis..
—Lawrence.
Le corrijo, pero su cara se pone aún más roja y sus pecas se vuelven más notorias
—Lo siento, prosigue.
—Pues me importa una mierda como se llame.
—¿Por qué estás tan furioso Stephan? No entiendo tu actitud de mierda, el día estaba yendo increíble y lo acabas de arruinar con tus espantosos gritos.
