Capítulo 8

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—¿Y que si estoy loco? Yo te amo -se toca el pecho- por más que quiera no puedo odiarte... pero... pero esto va más haya de lo que yo puedo controlar, este virus...

—Entiendo... "Si no eres mío, no serás de nadie" -respondio analizando todo lo que hace tiempo le había dicho su ex-esposa-.

—Vegeta...

Se le partió el corazón al príncipe por ver cómo la persona que tanto amo estaba sufriendo por aquella droga que se había impregnado en su cuerpo desde que nació, no podía soportar algo como eso, pero ahora que sabía la verdad no quería dañarlo de ninguna forma.

—Kakarotto, cometí un error, pero deja que te ayude, puedo salvarte.

—No, mereces a algo mejor que un loco que no te dejaría estar con nadie. ¡Vete!

Con el anillo del tiempo creo un portal y lanzó a Vegeta dentro de el antes de que esté pudiese reaccionar.
El principe solo cayó al suelo llenandose de tierra, rápidamente el portal desapareció dejando a Vegeta dolido por la decisión tomada de su pareja.... o ex-pareja...

Minutos después se encontraba con su ex-esposa en su casa, está sostenía una taza de café en sus manos las cuales temblaban después de escuchar todo lo que Vegeta le había dicho, su rostro solo expresaba tristeza y desilusión.

—Vegeta, ¿Q~que fue lo que hiciste? -le reclama Bulma soltando un par de lágrimas-.

—Yo... no lo sé -en la misma posición que la contraria- nunca creí que fuera tan grande lo que sentía por Kakarotto, no pensé cuento daño podía hacer con todo esto.

—¿Que habría pasado si Goku realmente hubiera muerto? ¿Que pasaría cuando te dieras cuenta que si lo amabas pero ya no estuviera? Arruinaste ambas vidas, Vegeta... incluso puedo decir que arruinaste la de Black.

—Lo se... -cubre su rostro con ambas manos como si con eso escapara de aquella mujer-.

—¿Eso es todo? ¿"Lo sé"? ¡Me quitaste a mi mejor amigo, Vegeta! ¡Quiero de vuelta al niño que hacía feliz a todos! ¡Al niño con el que tenía aventuras! ¡El hombre que nos ayudó con incontables amenazas! ¡Lo quiero de vuelta!

—¡Yo también! -se levanta enojado consigo mismo interrumpiendo a la peliazul- fui un gran idiota al querer cambiarlo por alguien como Black, no se lo que pensaba en ese momento... solo se que... ahora lo quiero a mi lado.

—Pues ve por él.

Esas simples palabras hicieron comprender a Vegeta "Si realmente lo amas no lo dejes ir", pero no sabía cómo ir a él, aún que de pronto tuvo una muy arriesgada idea. Volteó a ver a la peliazul y está al decifrar lo que el contrario quería solo puso una cara preocupada.

—Y... eso fue lo que sucedió.

Frente a él se encontraban el Hakaishin del universo 7 y su ángel asistente, ambos escucharon atentamente lo que Vegeta paso con Goku.

—Sin duda eres un idiota -decir que el destructor estaba descepcionado era poco-.

—¡Señor Bills! -regaño al dios y después se dirigió a Vegeta- así que Goku empeoro con aquel virus -el príncipe pudo notar la preocupación en la voz del ángel-.

—¿Hay alguna cura para eso? -pregunto Vegeta buscando un poco de esperanza en salvar a su pareja-.

—Goku me preguntó lo mismo hace tiempo -dijo con tristeza recordando aquel día-.

~•~•~•~•~

—¿Porque has decidido venir tu solo, Goku? -dice Wiss sorprendido al no ver a Vegeta-.

—Es que... tenía algo que hablar con usted, señor Wiss.

—¿Conmigo?

—Si, es que... es un tema que no creo que nadie pueda ayudarme, ni Bulma, ni Vegeta, por eso acudí a usted... sin mencionar que... -adquiere un pequeño sonrojo- usted es como un padre para mí.

Aquel comentario hizo que el ángel sonriera con amabilidad y se dispuso a escuchar a su discípulo.

—Ultimamente me he sentido mal, pero no me refiero a estar enfermo... o eso pienso yo, mi forma de ser a estado cambiando mucho, como si estuviera jugando conmigo mismo... no lo entiendo.

—Dime que clase de cambios has notado.

—Verá, me dan pequeños ataques de ira, pero no tienen ninguna razón de estar, ya que han ocurrido en ocasiones en las que normalmente estoy solo.

—Ya veo. Goku, voy a analizarte, necesito comprobar algo.

El saiyan dejo que Wiss lo analizará por completo con su báculo, después de un par de minutos el ángel volvió a dirigirse a Goku.

—Goku, lo que tú tienes es un virus proveniente del planeta Vegita, lo tienes desde el momento en que naciste. Lo que esa cosa hace es cambiar tu personalidad a una bondadosa... al menos hasta que encuentres a lo que deseas proteger, en ese momento tu verdadero ser saldrá a la luz, pero intensificado con la personalidad del contrario. Supongo que esto se debe a Vegeta.

—Es lo más probable -sonrie- al menos Vegeta no es tan malo como antes, eso significa que no cambiaré demaciado... aún que no me imagino siendo un gruñón -pone pose pensativa a la vez que hace un pequeño puchero- ¿Hay alguna cura para esto que tengo?

—Puede que no completes aquel cambio, necesito investigar alguna cura, ya que no existe ninguna, tendré que inventarla -le revuelve el cabello- ya que... también te considero como a un hijo.

—Wiss... -sorprendido una lágrima traicionera se le escapa y sonríe- grácias -pero esa sonrisa se borra y se deja caer de rodillas sosteniendo su pecho dando pequeños quejidos- ¿Q~que sucede?

—Debe ser Vegeta, si sus emociones cambian mucho drásticamente tu saldrás afectado, ya que el virus no sabe cuál es la verdadera personalidad de tu contrario. Trataré de buscarte una cura, trata mantener tu personalidad tal y cómo es.

—Lo intentaré.

~•~•~•~•~

—Hice todo lo que estaba a mi alcance, pero no encontré ninguna cura.

—De todos modos puede ser peligroso tratar de quitarle el virus -habla la científica- estamos hablando de que esa cosa vuelve a los saiyans amables, no sabemos si Goku mantendría su bondad, tampoco sabemos si puede afectar mucho a su cuerpo, hay que tener en cuenta que el virus creció con él, talvez pudo ayudar algo en su sistema, así que...

—Si le retiran la droga podría morir, ¿Esa es tu conclusión? -le pregunto el destructor entendiendo el punto- es probable que pueda pasar incluso si se lo piden a Shenlong, así que de todos modos no habría una solución.

—Siempre hay una solución -hablo Vegeta decidido- no puedo quedarme de brazos cruzados, ya hice sufrir bastante a Kakarotto.

¿Este soy yo?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora