THE ONE WHEN THEY KNOW HIM

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Seguían sentados en la cama. Sólo, mirándose, ninguno podía descifrar la mirada del otro, pero se divertían intentándolo. Hasta que ese silencio fue interrumpido por el estómago de Fer, sutil.

- Entonces, ¿Dónde quieres desayunar? ¿Aquí mismo?
- Sí, no es mala idea - dijo acomodándose un mechón de cabello detrás de la oreja.
- Ok, bajemos entonces.

Se notaban algo nerviosos por lo anteriormente ocurrido, pero nada del otro mundo, sólo eran amigos.

Salieron de la habitación y bajaron por las escaleras, la idea de permanecer a solas no era la más adecuada en ese momento. Solo se podían oír sus pisadas firmes en los escalones.

Ya estando en el primer piso, a unos pasos de la recepción, en el último escalón. Fer resbala, John intenta ayudar. Fatidicamente ambos sincronizan sus movimientos y sus labios se juntaron momentáneamente, pero no provocó sentimientos en alguno de los dos. Sin embargo, no fue una razón para detenerse. Ellos solo eran amigos.

Amigos, eran buenos amigos, pero despechados.

Decepcionados.

Heridos.

- Ten más cuidado Fer.

- Ten por seguro que lo tendré, no volverá a pasar - ambos entendieron el mensaje. Jamás tocarian el tema. JAMÁS.

Notaron varios huéspedes en la sala de espera, entre ellos, Joe. Fer se sintió demasiado nerviosa, John parecía notarlo. No tenían ni idea de si pedirle un autógrafo, una foto, o solo entablar una conversación.

Optaron por ninguna. Creyeron que era muy temprano para joder. Lo dejaron tranquilo.

Desayunaron y conversaron como habitualmente lo harían.

- Cuéntame.

- Es una larga historia desde los 15 - le explicó a John sobre su platónico, sin muchas especificaciones.

- Joder, tienes 23. Sí que te obsesionaste con él para superarlo en 8 años.

- Lo sé. Pero ahora me volví a joder, lo vi de nuevo, incluso le hablé. Todo se fue al carajo, John.
John la miró con la boca llena y una expresión divertida.

- Ojalá te atores.

- JAJA que graciosa - dijo esta vez pasando la comida.

...

- ¿Me disculpas un momento? Necesito hacer una llamada.

- Claro.

Fer salió por una razón, Mazzello también lo había hecho.

Sacó su móvil y le marco a su madre para contarle acerca de lo de Katy, ella lo sabía todo, siempre le contaba cada detalle de su vida, excepto aquel beso.

¿Cuál beso? No importa.

Vio a Mazzello en el balcón principal y decidió hacerle compañia sin pensarlo dos veces.

Se apoyó a su costado y empezó a platicar sin antes suspirar de lo emocionada que estaba.

- La Navidad está a la vuelta de la esquina ¿Emocionante no?
- Si usted lo dice.

Se oyó frío, pensativo, enredado en sus propios problemas. Segundos después dejó de ignorarla y le prestó atención.

- Lo siento, es que tengo mucho en que pensar - luego de un breve vistazo de pies a cabeza por parte de Mazzello que despertó en Fer sentimientos que creía dormidos. Inexistentes.

- Me resulta familiar señorita, ¿Nos conocemos?

Esa pregunta tenía dos respuestas, claro que lo conocía bien. Aunque no quisiera aceptarlo.

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Es lo único que he podido escribir, y lo único que se me ocurrió. Porque como ya mencioné, no dispongo de mucho tiempo libre.

Si no tienen muy en claro la topografía del lugar, digamos que es un hotel ubicado unos metros más arriba de la cabaña. Por esto hay un balcón.

Los dejo, ojalá les haya gustado el cap.

Atte. La autora.

You & Me | Joe Mazzello [En Proceso]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora