Querido Enrique
He querido escribirte para contarte un poco de mi vida estos últimos tiempos.
La universidad anda bien, con altos y bajos pero bien, con la situación que tiene el país me pregunto cuando terminará el año y como, pero es lo que menos me preocupa, el "estallido social" en Chile ha provocado cambios en muchas cosas, entre ellas el que me interese por aquellas personas que están saliendo perjudicadas por la represión policial que se vive día a día en las calles hacia las personas que luchan por un vivir digno, por el derecho a ser personas, pero de todas maneras una pequeña parte de mi sigue teniendo compasión por la policía, comprenderás que con un hermano en la institución tampoco es que quiero que le pase algo, lamentablemente han hecho cosas tan malas que se ensucian todos los funcionarios siendo que algunos solamente tienen malas prácticas, aún así, incluso con mi hermano en esa situación, repudio profundamente el como han tratado a las personas.
De hecho he salido a marchar, algunas veces con Alelí, otras sola, otras con compañeras de la carrera, y así, siempre se va encontrando gente en el camino que te acompaña a dar el aguante.
Ni te imaginas las interminables peleas que he tenido con mi mamá por el tema, no comprende que aunque no quiera que mi hermano salga lastimado no apoye el actuar de la policía, y es que bajo mi lógica una cosa no tiene que ver con la otra, pero no, ella no logra entenderlo.
¿Y cómo yo voy a defender su actuar cuando las personas están quedando ciegas?, ¿Cuando los niños están siendo perjudicados por los interminables "gases anti disturbios"?, ¿cuando atropellan gente con sus carros o motocicletas?, ¿cuando no respetan a la cruz roja que atiende a los heridos?, Lo siento pero no puedo, y me molesto cada vez que veo imágenes, cada vez que veo videos de las cosas que hacen, cuando en las noticias de los canales nacionales solo se vandaliza el actuar de los "capuchas", tú sabes cómo soy, como es mi pensamiento crítico y autocrítico y que no me podía quedar en mi casa tranquila viendo lo que sucedía sin salir también a apoyar la causa.
Han sido días cansadores, donde los ojos, nariz, boca y alma duelen a cada momento, pero sigo ahí, al pie de la lucha, ojalá puedas ver las cosas que comparto en redes sociales para que puedas entenderme, las últimas manifestaciones han sido tan duras que los días donde salía con mi hija quedaron atrás porque ni siquiera se respetan los menores.
Tengo miedo, miedo de que todo esto pase y que el estado sienta que esto fue solo una rabieta más por parte de la sociedad, aunque como bien debes saber, por primera vez en años el parlamento ha legislado como se esperaba y han sacado leyes y proyectos en tiempo récord, jajajaja, eso solo aumenta mis ganas de seguir en la calle con hermanos que no sabía podía encontrar en esta situación.
Me gustaría hablar de este tema contigo, conocer tu mirada, tú postura desde tus incansables momentos de reflexión y estudio para poder dar opinión con bases y no solo palabras al aire, sino que oraciones con fundamentos.
Extraño esos momentos de debate donde me consideraba de derecha y llegabas con tus datos de no se qué y botabas por el suelo mi ideología política, y aquí estoy, de ningun partido en especial, solo persona, pidiendo para tener un futuro digno para mi abuela, mi madre, yo y mi hija, cuatro generaciones de mujeres de una familia de clase media baja, que se va a tener que esforzar por mucho tiempo para poder salir de ese estatus social.
Este tipo de cosas me hacen crecer aún más, siempre me decías que era pequeña, bueno... hace dos años lo era, ahora con 22 años no es que me sienta la mujer más grande, lógicamente tu a tus 35 ya has vivido más que mí, pero con cosas como estas uno madura, ve el mundo de otra manera y es un poco más empático. Se que no soy un ser de luz, pero lo intento, intento aprender todos los días algo nuevo y vivir con ello como bandera, porque si solo subiese una foto a las redes sociales hablando sobre eso y no lo pongo en práctica sería aún peor, eso me lo enseñaste tu a puro pulso y aguante, creo que eso fue lo primero que me enamoró de ti sin siquiera saber los inviernos que nos separaban, pero de eso te comentaré otro día.
Estoy agotada, las horas de sueño se reducen y no tengo forma de recuperarlas. Te dejo con el cansancio cerrándome los párpados y con mi corazón latiendo de amor aún por ti.
Que un beso y un abrazo lleguen hasta donde estés y te envuelvan con ternura.
Bea.P.D: Escuchar a Silvio siempre me ha relajado, así que te regalo un tema de él. "En estos días no sale el sol sino tu rostro".
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Cartas A Tu Recuerdo
Любовные романыUn único protagonista desde hace años en mis escritos, esos que he eliminado ya que sé jamás voy a poder entregarle.