Capítulo 7: Buscando la verdadera identidad

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En un lugar completamente oscuro, se encontraba un enorme medallón tan brillante y resplandeciente como el sol mismo. La oscuridad a su alrededor no era capaz de ocultar su luz. Había unos grabados en la superficie del medallón. Se podía observar en la imagen que se trataba de unas nubes con rayos saliendo de las mismas. La imagen era tan hermosa como si hubiese sido tallada por los dioses mismos.

Ren: (Aún puedo verlo. Puedo sentir un gran poder oculto dentro de esa moneda. Pero todavía no tengo el control completo, tal vez algún día sea capaz de mostrar su verdadero potencial.)

Abriendo sus ojos, Ren observó el techo de su habitación del hotel. Acostado en su cama, levantó su mano derecha cerrándola y abriéndola varias veces, como si quisiese agarrar algo.

Ren: (No estoy acostumbrado a usar este poder. Cuando cierro los ojos y trató de visualizarlo, puedo verlo claramente. A veces siento que estoy demasiado cerca de controlarlo y otras veces no.) Con un suspiro, Ren se rindió y decidió levantarse de su cama. Miro el reloj de arriba de su escritorio y descubrió que era casi las 8 p.m.

Ren: (Es hora de reunirse con ellas para cenar. Si llego tarde, seguro que Dionora se enojará mucho conmigo.)

Dirigiéndose hacia el restaurante al lado del hotel, se encontró con sus compañeras. Dionora estaba sentada en una mesa cerca de la ventana. Ella estaba usando un vestido blanco con bordes azules junto a unos zapatos de color azul oscuro. El estilo y color del vestido se adaptaba muy bien a su apariencia. Su sedoso y brillante cabello rubio junto a sus elegantes movimientos, complementaban la belleza que Dionora poseía. Sentada a su lado se encontraba Lisa, aún con su uniforme de sirvienta, ella también irradiaba una especie de belleza distinta. Si la belleza de Dionora era la clase "hermosa y noble, casi inalcanzable para la mayoría de los hombres", la belleza de Lisa era "linda y agradable, como la compañera más linda de la clase".

Con pasos ligeros, ni muy rápidos ni muy lentos, Ren se acercó a las 2 damas sentadas. Con una cara perezosa, por haberse recién levantado, las saludó sin mucha emoción. Ante la actitud despreocupada de Ren, Dionora frunció el ceño ligeramente. Debe reconocerse que Dionora es una chica cuya belleza atrajo innumerables hombres, quienes la adulaban e intentaban ganarse su afecto de distintas maneras. Aunque ella no espera que todos los hombres tengan tal comportamiento halagador frente a ella, le incomoda un poco que Ren no tenga el mismo proceder. Dionora lo mira fijamente y piensa por qué no actúa como el resto de los hombres, puede que él sea alguien frívolo o tenga una orientación sexual distinta. Si Ren descubriera los pensamientos que tiene Dionora en este momento, él la regañaría por sacar conclusiones precipitadamente otra vez. Pero como Ren no conocía los pensamientos de Dionora ni era capaz de leer su mente, se sentó tranquilamente en la mesa junto a ellas.

Ren: - Perdón por la tardanza. -

Dionora: - Olvídalo. Es inútil seguir enojada. Ya pedimos los platos para nosotras. -

Ren: - Entonces pediré el especial del restaurante. Escuche que hay muy buena crítica sobre este plato. - Como un buen gourmet, estaba ansioso por probar el plato especial.

Dionora: - Como desees. Mientras esperamos la comida, podemos ir conversando sobre nuestro trabajo. -

Ren: - De acuerdo. -

Dionora: - Lisa, empieza dando un resumen de la nueva información que conseguimos en el día de hoy. -

Lisa: - Si, Señorita. Como sabrán, en el día de hoy pudimos presenciar la aparición de una bestia divina, una cabra divina. Se estima que su tamaño es de alrededor de 15 metros con un pelaje blanco y reluciente. Tiene una fuerza abrumadora y a través de sus cuernos, puede emitir ataques eléctricos. Durante la pelea, no realizó ningún ataque distinto, por lo que es difícil estimar que solo eso sea su fortaleza. Al final de la batalla, se escuchó una misteriosa melodía, la cual se desconoce su procedencia. Como consecuencia de este sonido, la bestia divina desapareció instantáneamente. Se puede considerar que deben tener una relación estrecha. Así que, debemos buscar a que dios sirve esta cabra divina. -

El Octavo CampioneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora