–¿Quién lo dice? –cuestioné deslizándome hacia un lado hábilmente y me levanté de la silla.
–Lo digo yo –sonrió engreído–. Tu piel se eriza cuando me acerco a ti, no tiene caso que lo niegues.
–No es cierto –levanté la ceja desafiante y di dos pasos atrás–. Además, yo tengo novio así que será mejor que no intentes propasarte conmigo.
–¿Novio? –carcajeó–. ¿Ese niño rico?
–Se llama Jimin y sí, él es mi novio.
–¿Novio novio, de una relación seria?
–Sí, novio novio de una relación seria –aclaré mi garganta.
Rodeó sus ojos sin borrar su sonrisa cínica y levantó su ceja acercándose a mí.
–¿Y dónde quedó eso de "yo no quiero relaciones serias"? –ladeó levemente la cabeza mientras miraba fijamente mis ojos.
–Bueno, eso cambió con Jimin. Con él sí quiero una relación seria –mantuve mi mirada fija en sus ojos, no iba a dejarme intimidar.
–Ah... ya veo –esbozó una breve sonrisa burlona–. Después de todo eres como las demás chicas.
Entrecerré los ojos con sospecha y fruncí el ceño.
–¿Cómo? –cuestioné molesta.
–Como todas las mujeres –levantó su ceja haciendo una pausa y acercó su rostro al mío para susurrar–. Interesadas –dicho aquello se apartó de mí y regresó a la silla para sentarse.
Su acusación fue como una puñalada en mi pecho, dolió demasiado para venir de alguien que se supone no me importa y no iba a defenderme.
–Piensa lo que quieras, no me importa –fingí calma.
–Siii –alargó asintiendo mientras miraba la pantalla del portátil–. Tampoco me importas.
–Ohh –reí–. Créeme que eso lo sé –los recuerdos de aquellas ocasiones en que lo encontré con otras chicas invadieron mi mente.
–¿Qué? –regresó su mirada.
–Nada –rodeé mis ojos y di media vuelta para dirigirme a la cocina.
–¿A dónde vas? –cuestionó en voz alta.
Hice caso omiso a su pregunta y tomé mis libros de la mesa, los metí en la mochila y cargué esta al hombro.
–¿Qué haces...? –cuestionó al entrar a la cocina.
–Si no vas a enseñarme nada hoy, me iré –caminé hacia él ya que estaba en el umbral de la puerta–. Apártate.
–No es mi obligación enseñarte –se cruzó de brazos.
–Lo sé –lo miré fijamente a los ojos.
–Y tampoco necesitamos alguien más para hacer el trabajo que puedo hacer yo.
–Eso díselo a Loopy –rodeé mis ojos por centésima vez y fijé mi mirada en cualquier lugar con tal de no ver su rostro–. ¿Quieres quitarte? –cuestioné impaciente.
–No quiero, esta es mi casa y puedo pararme donde se me dé la gana.
Gruñí y di media vuelta pretendiendo salir por la puerta trasera de la cocina, pero para mí mala suerte esta estaba cerrada con llave. Él rio burlón ante mi inútil intento y regresé caminando a prisa hacia él, estaba tan furiosa que quería empujarlo y pasar sobre él para salir de esa casa, pero intenté controlarme.
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RUDE
Short Story"Sé que no soy buena para ti, ni tú lo eres para mí, pero ¿Qué debo hacer si te amo? Y tú... ¿Me amas?" ----------------------------------------------------------------- Una historia original y completamente escrita por GabyO Todos los derechos rese...