The King [Bill Skarsgård]

capítulo 32

Llegué a mi departamento, busqué mis armas hace mucho tiempo que había dejado de usarlas pero ahora las voy a necesitar para matar Dehaan.

Justo cuando iba a salir de mi casa me topé con Damon

—¿A dónde con tanta prisa?—dijo divertido
—ahora no Damon Dehaan tiene a Chole

La sonrisa de Damon se borró.

Cerré la puerta de mi departamento, entonces algo me golpeó la cabeza.

…

Desperté en una habitación oscura, estaba atado de manos y pies, mi boca también estaba tapada con cinta

Traté de liberarme pero las cuerdas quemaban mi piel.

La puerta se abrió la luz me cego por unos instantes

—ha despertado el bello durmiente —dijo burlón

Mire con oído a Dane, el sonrió burlón

—ay pequeño Skarsgård si tan sólo me hubieras entregado mi dinero

Dane me dio un puñetazo en la cara

—siempre odie tu perfecta Nariz —dijo con odio

Su puño fue directo a mi nariz solté un gemido de dolor rápidamente la sangre brotó el se echo a reír  ( Cómo si del Joker se tratase)

—voy a disfrutar esto

Damon apareció con una enorme sonrisa en su cara quise hablar pero la cinta me lo impedía

—ahora es mi turno —dijo Damon

El me dio un puñetazo en el estómago déjame sofocado,me tomo del cabello jalandolo hacia atrás

—te voy a confesar algo, te odio, siempre lo he hecho—escupió con oído— siempre he sido más que tu sombra, es por eso me uní a Dane yo secuestre a Chole vpor el yo mate Al tal Christian

las lágrimas brotaron de mis mejillas Damon mi mejor amigo me había traicionado con mi peor enemigo.

Oí sus carcajadas, lloraba del coraje y tristeza.

Dane se fue, Damon continuó golpeandome, ya estaba apunto de perder el conocimiento cuando Dane llegó con Chole a su lado

—BILL— grito mi dulce niña

Dane la soltó ella se acercó a mi

—vamos Damon hay que dejarlos solos para que se despedían

Ellos se fueron, Chole me quitó la cinta de mi boca, beso mis labios, sus labios eran suaves

—Bill ellos—dijo llorando
—voy a matar a esos hijos de puta—susurre— amor desatame

Ella asintió con la cabeza, intento quitarme las cuerdas

—no puedo estan muy ajustadas— dijo desesperada

Volvió a instalarlo al fin lo logró.
Ya estando libre, me levanté de la silla pero un dolor sofocante me hizo caer de rodillas al suelo

—Bill—dijo preocupada
—creo que me han roto una costilla— dije con dolor

Capítulo editando