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-Vamos mi niño, aguanta un poco más- repetía Yoongi con la voz ronca y sus pupilas dilatas observando el rostro de Hoseok, quien saltaba frenéticamente sobre su polla, mientras gemía y buscaba su propio placer.

-Daddy, aah, ya no puedo.- Hoseok enterraba sus uñas en el pálido pecho de Min, llevaba rato ya enterrándose la verga del mayor pero este no dejaba que se corriera.

-Juntos cariño, espera un poco.- las estocadas empezaron a ser más profundas, haciendo que el menor chillara por el placer, Yoongi llegaba tan profundo en él que maltrataba su punto dulce sin dejar siquiera que este pudiera pensar en otra cosa.- Ya casi bebé.

Yoongi tomo con ambas manos la cintura del menor y con un par de estocadas más se corrió, sintiendo como la estrecha entrada de Hoseok lo apretaba aún más mientras este se corría sobre su pecho. Lo único que se podía escuchar en la habitación era la respiración entrecortada de ambos hombres sobre la cama matrimonial.

El pelirrojo había quedado agotado, recostado sobre el pecho del mayor quien acariciaba suavemente la espalda desnuda del contrario, amaba su suave piel, con la poca fuerza que tenía invirtió los lugares y ahora Hoseok estaba sobre su espalda y Yoongi en su lugar favorito, entre las piernas de su hijastro.

Yoongi se tomó el tiempo de observar al más pequeño, sus ojitos se encontraban cerrados, sus mejillas sonrojadas por el esfuerzo y su cabello rojo como el fuego alborotado, no dudo en dejar besos mariposa sobre todo su rostro, provocando que ese sonido encantador saliera de sus labios, su risa era tan bonita que quería escucharla siempre, no sabe cuándo empezaron a surgir esos pensamientos, algo estaba haciendo ese chico con él, pero no quería detenerlo.

-Que molesto eres después del sexo, Yoongi.- el mayor bufó ante el comentario y dejando un último beso sobre su nariz se acostó a su lado.- ¡Oye! No dije que te detuvieras.

-Si, como sea.- Yoongi se quitó el condón y se levantó para ir a botarlo en el bote de la basura.- Siempre te gusta arruinar el momento, mocoso.

Dos meses habían pasado desde que comenzaron con esa extraña relación, no podían dejar de verse ni de tocarse discretamente, follaban cada vez que su madre no estaba y no se arrepentía de nada, ya luego pagaría las consecuencias, mientras tanto solo disfrutaría, además para Hoseok y Yoongi lo que tenían era solo sexo, nada más.

Hoseok se removió entre las sabanas alborotadas, abrazó una almohada y estaba acomodándose para dormir, luego recordó que esa no era su habitación.

-Cárgame hasta mi habitación.- dijo como si fuera lo más común del mundo.

-¿Por quién me tomas, Hoseok?- Yoongi fingió enojo.- No soy tu esclavo.

-No quiero caminar.- Hoseok formó un puchero que hacía que Yoongi cumpliera con todas sus peticiones.- Además no creo que quieras que mi mami me encuentre desnudo en su cama junto a ti.

Yoongi comenzó a reír mientras se ponía un bóxer y tomaba a Hoseok entre sus brazos para llevarlo a su habitación al final del pasillo. Nunca podía decirle que no a su pequeño.

-Pesas mucho.- dijo Yoongi mientras llevaba a Hoseok, la imagen era demasiado cómica, si alguien los viera de esa forma probablemente creería que se estaba volviendo loco, pues ese par nunca podían estar juntos ni dos minutos sin pelear.- Has estado comiendo muchas golosinas estos días, dejare de comprártelas.

-Puedo comprármelas yo mismo.- respondió el menor.- No necesito de ti y lo sabes.

-Sí, sí, se me olvidaba que eres un chico independiente.- Yoongi aventó sin cuidado a Hoseok a su cama, le molestaba que siempre estuviera a la defensiva a pesar de que su relación ya no era lo de antes. Bueno, tampoco es como si fueran algo más que amantes pero quería que el menor confiara un poco más en él.

-Auch, idiota.- se quejó el menor, mirando mal a Yoongi parado en la orilla de la cama.- Me rompiste el culo hace un momento, para que sepas.

-¿Por qué sigues con esa actitud Hoseok?- preguntó enojado.- Llevamos haciendo esto un par de meses, ¿no crees que deberíamos llevarnos mejor?

-¿A qué te refieres?- Hoseok se hacía el tonto, pues sabía perfectamente bien que significaba la pregunta de su padrastro, también sabía la respuesta, confiar en él, quitar su barrera de protección no era muy buena idea.- Ya, largo de mi habitación, mi madre puede venir en cualquier momento.

Yoongi recordó que la habitación que compartía con su esposa había quedado un desastre después de las sesiones de sexo que tuvo con el menor.

-Tienes razón.- frunció el ceño y antes de salir dejo un beso en los labios de Hoseok.

Hoseok vio salir a su padrastro, el beso que le había dado antes de irse dejo una sensación extraña en su estómago, inconscientemente sonrió y acarició sus labios con la punta de sus dedos y rodó en su cama felizmente, siempre era lo mismo después del sexo con él, siempre quedaba feliz y satisfecho, solo que no era solo el sexo que lo ponía de ese humor.

Se estaba engañando, pues los sentimientos por su padrastro estaban empezando a cambiar, era esa la razón por la que no estaba dispuesto a quitar esa barrera que se interponía entre ellos dos, no podía enamorarse de Min Yoongi, aunque en el fondo sabía que ya lo estaba haciendo.

Mientras tanto en la otra habitación, un Yoongi apresurado arreglaba la cama y la habitación en general antes de que su esposa llegara, no sabía dónde se encontraba, pero ya estaba acostumbrado, probablemente estaba vaciando alguna tienda de algún centro comercial de la ciudad.

Cuando terminó de levantar todo, se metió al baño para tomar una ducha, cuando salió se puso una pijama y le marcó a Seulgi, era tarde y esa mujer aún no volvía, a pesar de que disfrutaba mucho de su ausencia en la casa pues aprovechaba para follarse a su hijastro, no dejaba de preocuparse de que estuviera tan tarde fuera, se sentía un hijo de puta pero las cosas así eran y no podía cambiarlas.

Hoseok no se dio cuenta de la hora en que quedó dormido, el calor en la habitación era espesa, cuando se despertó se dio cuenta de que el aire acondicionado no estaba encendido, en sus pensamientos se repitió que mataría a Yoongi por no haberlo hecho antes de que saliera de su habitación, en el mueble a un lado de su cama estaba su teléfono, lo tomó para ver la hora, eran las tres de la mañana, bufó al ver la hora, odiaba despertarse de la nada a esas horas.

Luego de estarse quejando, salió por un vaso de agua, aunque luego se arrepintió de haberlo hecho.

Un vacío profundo se instaló en su estómago, o ¿era en su pecho?, lo que sea, el punto era que no sabía describir la sensación tan asquerosa y cruel que sintió cuando al pasar por aquella habitación donde horas atrás había estado con aquel hombre se escuchaban pequeños gemidos, sus ojos se empezaron a llenar de lágrimas cuando pudo identificar ese sonido morboso del choque de piel contra piel, con coraje se limpió la primer lagrima que rodó por sus ojos, no debía sentirse de esa forma, pero algo en su corazón no pudo soportarlo.

A esas alturas, Hoseok se odiaba por haberse dado cuenta demasiado tarde de que quería a Min Yoongi solo para él.

Yoongi quien empujaba dentro de su esposa detuvo sus movimientos cuando escuchó como una puerta era azotada con fuerza, sabía quién era, una sensación de arrepentimiento surgió de su interior.

-Yoonie, no te detengas.- la voz dulce de la mujer lo sacó de sus pensamientos.

Yoongi continuó con lo que hacía, mientras Hoseok lloraba en su habitación hasta quedarse dormido.

Daddy give me more ~ [YoonSeok]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora