Capitulo 2

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Martes, Agosto 3 ~~~~~

Cambios. En la vida pasamos por muchos.

Desde pequeños las personas nos preguntan ¿Qué quieres ser cuando grande? Y siempre teníamos más de una respuesta Doctora, Maestra, Actriz, Princesa,pero al pasar los años en vez de aumentar, las ideas van desapareciendo. Llegas al punto de la inseguridad. Te dispones a estudiar lo que sea tan solo por ser una persona con significado en la vida. No importa si eso es lo que te gusta o no.

En mi caso, yo desde pequeña siempre tuve una meta. Yo iba a ser doctora durante el día y artista durante la noche. La única parte difícil de esta meta era en donde la iba a alcanzar. Pero esto se me hizo fácil a los 17 años cuando sucedió algo que me hizo querer escapar de Puerto Rico.

Tanto así que la misma noche de lo sucedido me dediqué a buscar universidades en lugares lejos y aquí estoy ahora, en Canadá, estudiando en la Universidad de Toronto y vivo en un dormitorio que queda a una cuadra del campus y es solo para chicas.

Sophia decidió que hoy era el día que saldríamos a buscar un sofá cama para nuestra sala, la que ella dice que parece un desierto solo porque lo que hay son dos “bean bags” y un radio. Así que nos montamos en mi guagua (regalo de graduación de mis abuelos) y nos fuimos en busca de alguna mueblería cercana para conseguir nuestro nuevo sofá cama.

- “Te lo digo desde ahora, no vamos a coger nada con colores llamativos. Puede ser negro, blanco o gris.”- Dije mientras estacionaba el auto en Urban Barn.

- “Lo que digas abuela.”- Dijo Sophia como una niñita.

Después de darle la vuelta unas quinientas veces a la tienda, nos decidimos por uno gris que iría bien con nuestras paredes blancas y Sophia le añadió unos cojines rojos para resaltar. También escogimos algunos cuadros en cambas blancos y negros con detalles rojos y violetas. Y para finalizar mi querida compañera se antojó de un televisor de cincuenta pulgadas con una mesa para instalarlo.  

Cuando llegamos a la caja Sophia solo me dejo pagar los cojines y un cuadro, porque, según ella, como quiera iba a comprar estas cosas estuviera o no estuviera yo.

¿Cómo puede pagar todo eso ella sola? Sencillo. Sus padres son unos empresarios muy importantes en Carolina del Sur, además su abuelo en Francia tenía una famosísima panadería y dejo una gran herencia a su única hija (la madre de Sophia) cuando murió.

Al salir de la tienda dos muchachos muy amables nos ayudaron a montar las cajas en la guagua.

- “¿Son nuevas por aquí, verdad?”- pregunto el muchacho de pelo negro, mientras el castaño miraba entre las cajas y la guagua para ver cómo iba a acomodar.-“Mi nombre es Christopher, pero me dicen Chris, y él es Brandon.”

- “Hola, soy Sophia y ella Victoria. Si, somos nuevas aquí. Somos estudiantes de la Universidad de Toronto.”- Dijo, coqueta, mientras yo ponía los ojos en blanco y le daba una mirada asesina. Obviamente Sophia tiene que coquetear, aunque no puedo negar que son muy atractivos.

- “Genial. Entonces deben ser del dormitorio de chicas. Nosotros también somos estudiantes de allí y vivimos en el de chicos.”- Dijo Chris con una sonrisa hermosa. –“¿Qué estudian?”

- “Biología.”- Dije mientras me ponía mis audífonos y montaba los cuadros y cojines en el asiento trasero.

- “Historia del Arte.”- Dijo Sophia. –“¿Y ustedes?”- añadió.

- “Yo estudio Literatura.”- Dijo Chris aun sonriendo.

- “Yo estudio Ciencias Forenses.”- Dijo Brandon algo serio. Se sacudió las manos al terminar de montar las cajas y se acerco a su amigo.

- “Bueno fue bueno conocerlos, pero me estoy muriendo de hambre, así que nos veremos luego.”- Dije halando a Sophia por un brazo.

- “Esperen, déjenme invitarlas a comer. Hay una pizzería a una cuadra. ¿Van con nosotros?”- Dijo Chris y a juzgar por la mirada de Brandon puedo decir que no deseaba nuestra compañía, pero antes de poder decir nada Sophia ya había aceptado y nos dirigíamos a la pizzería con los chicos.

El sitio era pequeño. Parecía a los pequeños locales que presentan en las películas de Italia.

Cuando nos sentamos Chris rápido nos pregunto de que nos gusta la pizza.

- “Lo que sea, después que tenga algo de carne.”- Dijo Sophia.

- “Eh, pidan lo que ustedes deseen, yo pediré una personal para mí porque soy vegetariana y no deseo que su carne irrite mi estómago.”- Al decir esto me gané miradas raras de los tres que me acompañan.-“¿Qué pasa, no habían conocido a una vegetariana antes?”

Luego de pedir se tardaron unos quince minutos en traer nuestra comida y para cuando terminamos estábamos tan envueltos en la conversación que no nos dimos cuenta de la hora.

- “Son casi las diez de la noche, debemos irnos Chris.”- Dijo Brandon.

- “Oh, es cierto. Bueno chicas las acompañaremos hasta su auto.”- Dijo Chris

 Allí los chicos y nosotras intercambiamos números y nos invitaron a una fiesta en la casa de una fraternidad el viernes. Interesante. 

Sin Importar NadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora