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00: ¿Qué es el amor?
La culpa me carcome con velocidad. El suave aroma a café se adentra por mis fosas nasales al compás de las notas musicales que escapan muy suavemente de la guitarra.
Luka se encuentra frente a mí, sentado en canasta sobre su cama, mientras yo miro hacía el cielo por la ventana redonda de su habitación. El barco se mueve un vaivén inherente, suave y melódico.
—No estoy molesto, si es lo que te preocupa —su voz suave llega a mis oídos como la calma del océano.
Dirijo mi vista hacía él, encontrándome con que dejó la guitarra a un costado y está prestandome completa atención.
—Pero te rechacé —murmuro. Una sonrisa amable se forma en sus labios y mi corazón da un vuelvo.
—Marinette, me gustas, no voy a negartelo, pero también te quiero como una amiga y no te insistiré para que salgas conmigo —aclara—. Además, no es como si pudiera lograr que dejes de amar a Adrien así porque sí.
La imagen de Chat Noir se abre paso por mi mente. Sus continuos coqueteos, esa sonrisa engreída y su insistencia en que le dé una oportunidad, aún cuando ya le he dicho más de una vez que estoy enamorada de alguien más.
Aunque, ahora mismo, la palabra «amor» me parece bastante grande para los sentimientos que tengo por Agreste.
Más bien diría que me gusta, de una forma fugaz, esencialmente por su belleza exterior y por su actitud bastante tímida y dulce.
Pero, ¿amor? No lo sé.
—
No lo amo —susurro, mientras bajo la mirada lentamente. El suelo se ve mucho más interesante que el tener que afrontar la mirada interrogativa de Luka—. En realidad, ya ni siquiera sé si me gusta. Es extraño.
Alzo la mirada, para tropezar con sus dos pupilas color cielo. Él me observa con entendimiento, como si ya le hubiera pasado.
—Siento que he estado dos años obsesionada con la idea de que me corresponda, que olvidé el por qué me gustaba en un principio —confieso, aceptando el hecho de que tal vez no somos el uno para el otro.
Luka me sonríe, pero estoy bastante segura que no es el tipo de sonrisa que se forma en tu rostro al saber que la persona que te gusta es libre, no, es el tipo de sonrisa que se forma cuándo entiendes lo que sucede en la cabeza de un amigo, cuando sabes cuál es la respuesta y como ayudarle.
—Entonces tendrás que averiguarlo.
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