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NAMJIN I

Descanso

Namjoon

1, 2, 3. Se repite otra vez. 1, 2, 3. Y ya no se como seguir. 

Me desperté a mitad de la noche con una idea clara, con algo nuevo por hacer. Pero, ahora he quedado a medias y no se como seguir. Suspiro frustrado. 

Reproduzco la secuencia, pero nada llega a mi. Me he quedado en blanco. Me paso la mano por el cabello y los jalo suavemente, no quiero dejar esto a medias. 

Jin

El frío que hace en la habitación, me hace buscar el cuerpo al lado de mí para obtener calor. Sin embargo, no encuentro a nadie. No me extraña, sé que hay días en los que no despertaré a su lado; cuando menos se lo espera,  la inspiración llega a él. 

Al principio me molestaba, era incómodo y frustrante el hecho de desear despertar al lado de la personas que amas, para luego darte cuenta que él no estuvo ahí y que te ha dejado solo. 

Pero es cierto que él es una gran mente, siempre pensando en el ahora, pero también pensando en el mañana. 

También, él ama la música, es su pasión. Ama componer, ama escribir, expresarse mediante sus letras y las melodías increíbles que solo él sabe hacer. 

Así que he aprendido a que él necesita su espacio, sus momentos de reflexión, que no desaprovechará la oportunidad cuando se le presente una chispa que dará vida a un nuevo tema. 

Me levanto de la cama, salgo de la habitación y me dirijo a la cocina. 

Preparo té caliente para apaciguar el frío del invierno coreano y, junto a dos tazas llenas de la infusión, me dirijo al estudio de Namjoon. 

Introduzco la contraseña y la iluminación hace que cierre los ojos por unos segundos, lo observo a él , enfrente de su escritorio, está de espaldas a mi. Entro y dejo las tazas en una mesa cercana, camino hacia él, jalo una silla y me siento. 

El silencio reina en la sala, él mantiene su vista fija en el computador y yo solo puedo observarlo. Definitivamente es muy guapo.

Pasa un rato en el que ninguno de los dos se mueve, su ceño fruncido, el jugueteo con sus manos y el movimiento nervioso de su pierna me dice que se ha quedado estancado y ya no sabe como seguir. 

Me levanto y voy por las tazas de té, a las que se les ha quitado un poco lo caliente y están listas para tomarse. Pongo mi mano en el hombro de Namjoon y ligeramente la bajo por su brazo hasta tomar su mano y depositar su taza ahí, emboza una sonrisa y acaricia ligeramente mi mano para luego llevarse la taza a la boca. 

Sonrío gustoso por la acción y vuelvo a tomar asiento a su lado con mi taza en mano, entonces él toma mi mano desocupada y la entrelaza sus dedos con los míos, haciendo caricias suaves que me reconfortan y a él también. 

Terminando su té, veo como él deja su taza de lado y se acerca mi mano a su boca para luego depositar un beso en ella. 

-Gracias- dice suavemente regalándome esa hermoso sonrisa en el que cierra sus ojitos. 

Dejo mi taza en el escritorio, me acerco a Namjoon y dejo un suave beso en sus labios, sonriendole. 

Y así pasamos un largo rato ahí dentro haciéndonos compañía, disfrutando de las melodías que salen a cada minuto y con el calor mutuo que nuestras manos y corazones nos proporcionan.