Los Dioses del Cristal. © |YoonMin, TaeKook, NamJin|

⁀➷O6: Inquietud.

TaeHyung volvió a hacerse pequeño en su asiento, la mirada penetrante y abrumadora que le estaba dando el tal HoSeok lo ponía sumamente incómodo. Y no solo por eso, si no que también observar y escuchar como NamJoon y YoonGi discutían en la habitación de a la par sobre el ya no desconocido que había aparecido de la nada. HoSeok se encontraba sentado en el sofá individual, sus piernas cruzadas, tenía el rostro lastimado al igual que sus manos, TaeHyung entrecerró los ojos notando que en su cintura portaba un cinturón que sostenía un bolso pequeño al igual que un bastón diminuto de color celeste oscuro.

-¿Qué edad tienes?. -pregunto el castaño con interés, TaeHyung se removió en su sitio, con un deje de incertidumbre ante la pregunta.

- Veintidós. -contesto de igual manera, frunció el ceño cuando le vio asentir como si analizará algo-. ¿Por qué la pregunta?. -interrogo ahora el.

-Eres muy joven, eso es todo. -fue su respuesta, el pelinegro ni siquiera quiso preguntar a qué se refería con eso-. ¿Cuánto más van a tardar tus amigos discutiendo? -miro la hora en su reloj de mano-. No tengo todo el día para estar esperando a que se dignen a venir.

-Ellos, están analizando la situación actual, eso es todo. -HoSeok bufo aburrido.

-Eso debieron hacerlo mucho antes de hacer la estupidez de hace unos días. -el menor bajo la mirada sintiéndose de nuevo culpable, si tan solo el no hubiese insistido tanto en buscar una aventura ese día; nada de eso hubiese pasado.

-Lo que ocurrió hace unos días, fue mi culpa. -confeso con remordimiento, HoSeok le miró sorprendido, aún así guardo la compostura para no retar al chiquillo-. Yo insistí en entrar a la montaña, yo insistí en entrar a la cueva, yo me rehuse a irme cuando ellos me dijeron, yo fui quién toco esa palanca, yo fui el culpable de todo eso. -su voz sonó temblorosa, sus ojos picaron sintiendo la bruma de las lágrimas acumularse-. Así que si va a culpar a alguien y castigar a alguien, que sea a mi. -esta vez, se atrevió a mirarlo a la cara, sorprendiendose al ver que HoSeok tenía una sonrisa altanera en su rostro mientras que jugaba con el bastón que poseía en su costado.

-No fue tu culpa, bueno, si lo fue pero no del todo. -hablo honesto-. Lo que ocurrío en gran parte ya estaba previsto, era una profecía que tarde o temprano se cumpliría. Aunque hubiese preferido que no ocurriese jamás. Pero lo hecho, hecho esta. -justo al decir aquello, tanto NamJoon como YoonGi salieron de la habitación de al lado, miraron curiosos la conversación que tenían HoSeok y TaeHyung, aunque ninguno dijo nada al respecto.

-Intente contactar a mis padres u abuelos, pero me mandan a buzón. -explico NamJoon ignorando el tema de conversación.

HoSeok gruño molesto.- Por qué no me sorprende, era obvio que se harían los idiotas cuando esto pasará.

-¿Disculpa?. -pregunto molesto NamJoon, no le gustaba para nada la actitud de ese sujeto-. Te recuerdo que esta es mi casa y puedo hecharte de aquí en cualquier momento si sigues hablando así.

-Esta casa. -señalo la vieja casa-. Y todo lo que tú familia posee le perteneció a mi hermano mayor, y por ende ahora me pertenece a mi. Tú y tu familia solo viven aquí, son solo los guardianes.

NamJoon se abalanzó para propinarle un golpe, pero YoonGi intervino a tiempo poniéndose delante de él, la mirada severa del rubio era clara, no era momento para hacer otra estupidez. NamJoon apretó sus manos, aún cuando Min tuviera los ojos rojos he hinchados, producto del insesante llanto, seguía siendo atemorizante cuando estaba enfadado.- ¿Ahora que hay que hacer?. -pregunto el rubio, sorbió de su nariz, sentía sus ojos arder de nuevo, iba a llorar en cualquier momento, pero podía soportarlo.

HoSeok susurro algo inentendible en voz baja. Miro a TaeHyung, el niño era la clave, lo necesitaba para detener al Cristal Negro-. ¿Han tenido síntomas o sensaciones desde ese día?. -los tres amigos asintieron, HoSeok se maldijo por no haber llegado antes-. ¿Qué es lo que han estado sintiendo?.