Vulnera Sanentur [REMUS LUPIN-OC / LILY-JAMES]

Capítulo 16

El día amaneció enrarecido. Tanto James como Lily lo sintieron así. El joven, pasado ya el día anterior, creyó no haber hecho bien encontarle lo que tanto tiempo estuvo esperando la joven. Ella, por el contrario, se carcomía por dentro al pensar cómo alguien tan próximo a ella pudo ser capaz de tal cosa. Y James lo sabía, desde el mismo momento en que vio su reacción supo que se estaba atormentando por algo que ella no tenía absolutamente nada que ver. He ahí su naturaleza: responsable de todo y de todos.

Estaba en la habitación con el resto de Merodeadores. Con ellos los remordimientos eran menos.

- Me voy – anunció Remus dispuesto a abrir la puerta.

- ¿Ya? ¡Pero si aún queda para la hora de la cena...! - se extrañó Peter. Sirius sonreía astuto.

- He quedado con Cadence para acabar el trabajo de historia – explicó Remus, nervioso. James y Peter soltaron un sonoro 'uh' interminable y burlón. - Sois de lo peor...

- ¡Eso, eso ve...!

- ¡No la hagas esperar!

- ¡El primero sin lengua, eh! - puso la guinda Sirius.

James pudo ver cómo Remus cerró la puerta totalmente rojo de vergüenza y rabia. Entre risas, escuchó cómo Peter le decía que se había pasado. Se sumó a las risas, de seguro que Remus se la tenía jurada. Sus venganzas eran extremadamente buenas y más si eran dirigidas hacia Canuto.

- Bueno, yo también 'me las piro'. Como siempre Minnie me tiene que fastidiar el fin de semana con sus castigos... - anunció Sirius. Peter y James rieron - ¿Te apuntas, Colagusano? - recibió una cara descompuesta como respuesta - ¡Va! De hecho la organizamos los tres y tan sólo me castigó a mi.

- ¡Porqué fuiste tú quién puso la broma en práctica!- alegó el joven – Además, ¿por qué he de ir sólo yo...? ¿Y James qué?

- James tiene que hacer guardia con el mapa. Ya sabes qué pasará la semana que viene – los tres sonrieron de manera torcida – Cuánto antes acabe, antes podremos ir a buscar lo que tú ya sabes y ponerlo en marcha.

- Está bien...

- ¡Qué sea leve, chicos! Nos vemos después – se despidió el joven de gafas mientras salían por la puerta.

Se dirigió directamente hacia el baúl. Después de un rato, entre la ropa y artículos de Zonko, pudo encontrar el mapa y desplegarlo.

- Juro solemnemente que mis intenciones no son buenas.

Se concentró. Tumbado en la cama empezó a pensar, trazar y escribir para después releer las nuevas tácticas a practicar con el equipo durante el siguiente entrenamiento. Al lado descansaba el mapa del merodeador totalmente abierto. Miró el reloj. ¡Sí que había pasado el tiempo! Sirius y Peter se estaban retrasando con la mercancía. ¿Tanto podían tardar en limpiar la lechucería? Suspiró frustrado. De ser así tendrían que posponer la broma y eso no le hacía ni pizca de gracia... Intentó tranquilizarse volviendo a leer la hoja de ruta, su previsión de todo un mes de entrenamientos. Como un maníaco, iba mirando cada dos por tres el mapa. Se dispuso a echar otro vistazo más y al hacerlo, se levantó como electrizado de la cama. Lo que vio no le gustó nada.

- ¡Mierda!