RUDE

Capítulo sesenta y ocho.

–Hay un club al que quiero ir –mencionó Bloo y yo me acababa de dar cuenta de su presencia.

Él se puso de pie dejando la palanca de video juegos sobre el puf y se acercó a nosotros.

–¿Decidiste que ya nos hablas? –cuestionó Owen mirándolo con sus ojos entrecerrados.

–Bueno, tenía que volver a hablarles tarde o temprano –suspiró y continuó hablando sin fijarse en mi–. Conozco a la hermana del dueño de ese lugar, nos dejarán entrar gratis.

–¡Oh si bebé! –exclamó Niahn abrazando a Bloo–. Bloo influyente está de nuevo con nosotros.

–Yo los haré entrar gratis, pero ustedes pagarán los tragos –aclaró Bloo riendo y soltándose del abrazo constrictor de su amigo.

–El jefe paga –Nafla señaló a Loopy.

–¿Yo? –Loopy se señaló a sí mismo y sonrió–. De acuerdo de acuerdo, yo pago.

–¡Todos a acicalarse! –exclamó West.

–¿Qué? –cuestioné yo al verlos que empezaban a salir de la sala de juegos.

–Todos irán a prepararse, les tomará por lómenos dos horas –explicó Owen.

–Bueno... yo... creo que no iré con ustedes –sonreí–. Ve con ellos y diviértete mucho.

–Bro, tú vas con nosotros –tomó mi mano y salimos de la sala de juegos.

–No... –me negué, aunque caminé dejándome llevar.

–¿Qué sucede? –cuestionó Loopy.

–Danbi no quiere ir –informó Owen.

–Bambi –Loopy me sonrió–. Esta es una celebración por la empresa y tú eres parte de nuestra empresa.

–Es que yo... –musité.

–¿Por qué no quieres ir, Bambi? ¿Es por Bloo? –cuestionó Niahn quien abrazaba con un brazo al mencionado.

–Claro que no –negué, pero Niahn había acertado.

–Entonces vamos –Owen apretó mi mano ya que aún no la había soltado.

–De acuerdo –acepté sin demasiado entusiasmo.

–¡Yeah! MKITRAIN are going to party –canturreó Nafla.

–Nos vemos en dos horas –ordenó Loopy–. Bloo, envíanos la ubicación del lugar.

–De acuerdo –asintió Bloo.

Owen tomó el auto de Bloo como de costumbre y me llevó a mi apartamento para que yo pudiera cambiarme.

–Vendré a recogerte –dijo Owen al detenerse frente al edificio.

–No, solo envíame la ubicación –bajé del auto–. Nos vemos allá.

–¿Segura?

–Si bro –reí–. No voy a perderme –rodeé mis ojos.

–De acuerdo –sonrió.

–Ve con cuidado –agité mi mano despidiéndolo.

No quería ir debido a Bloo, me sentía demasiado incomoda, pero... ¿No debería ser yo quien lo ignore y esté molesta? En fin, si Bloo puede ignorarme, yo también puedo hacerlo.

Revolví la ropa que aún tenía en mis maletas a pesar de ya tener donde guardarla, tomé un corpiño color vino que solo cubría la parte del pecho y ombligo, una mini falda short de entalle a la cintura color caqui que se fusionaba a la perfección con el corpiño y botines de cordones con tacón alto.