Capitulo único

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—Ah, ah, ah, ah, ah...

Las embestidas eran certeras. Eran deliciosas para él. Hacer el amor con él, una y otra vez, era maravilloso. Se preguntó en ese instante cuando podrían estar juntos de una vez por todas, cuando serian una feliz pareja, cuando podrían gritarle al mundo que se amaban. Falta, pensó. Falta todavía.

—¡Más fuerte! ¡Más rápido!-gritó al borde del placer.

El tiempo transcurría lento en ese sentido, pero por lo pronto, se mantendría calmado disfrutando de ese intenso amor que se manifestaban uno al otro. No debía apresurarse, pero es que, le extrañaba tanto. El tiempo que compartían era tan poco para amarse. La razón, su novio secreto vivía en el extranjero. Y él... él estaba en Japón. De manera que cuando la familia se reunía en su casa, ellos no dudaban en abandonar la sala junto a los adultos para pasar un grato momento romántico. Aunque no durase demasiado aquella estancia, aunque solo fueran tres días, dos noches, Sasuke buscaba pasar un hermoso momento junto a él.

Su primo.

—¡Sasuke, voy a... voy a venirme!

—Sabes que me gusta que lo... hagas dentro de mí...-jadeó.

—Lo sé-le miró fijamente con aquellos ojos brillando de deseo, descendió una de sus manos tomando una nalga del moreno-Te amo.-susurró, comiéndole la boca tan apasionadamente, Sasuke amaba sus besos. Sentía que se derretía lentamente con ellos, y para su amante era una hermosa distracción para acallar sus gemidos cuando eyaculase en su cálido interior.

De manera que cuando aumentó sus estocadas se aferró al cuerpo del menor con fuerza junto con aquella nalguita que le encantaba apretar al momento del orgasmo. Escuchó entre sus labios los quejidos del azabache, pero él insistía en besarle con lujuria. Se movió salvajemente al borde de llegar al paraíso junto con su pareja, embistió y siguió embistiendo acompañado de los ruidos que la cama producía por los continuos movimientos pélvicos. El grito de placer se ahogó entre sus bocas, y rápidamente sintió su semilla llenar completamente las entrañas del menor, mientras que este último se vino entre sus abdómenes.

Las respiraciones eran agitadas, el mayor cayó exhausto sobre el pecho alvino y todavía con su pene en su interior. La idea de dormir así hasta el amanecer le excitó de sobremanera.

—¡Ah!-y Sasuke sintió ese enorme miembro hincharse repentinamente dentro de su entrada ya llena.-¿Tú...?-frunció el ceño.

—Lo siento, Sasuke, pero eres... eres una adicción para mí-y sin permitirle responder al menor, le tomó las caderas y elevando un poco su espalda hacia arriba, comenzó a sacar y meter su pene con fuerza de la ya dilatada y chorreante entrada.

—¡Ah, ah, ah, ah, ah!-Sasuke tan solo pudo abrazarlo y gemir descontroladamente una vez más.

Fue entonces que, escuchó los sonidos de las aves muy cerca de su ventana y la luz molestándole en los ojos. La luz del sol. Parpadeó unos segundos hasta acostumbrarse a la claridad, y supo, con tristeza, que estaba durmiendo solo en su cuarto y todo había sido producto de un hermoso sueño húmedo con su novio. Una solitaria lágrima escapó de uno de sus ojos ónix, le echaba de menos cada día, cada instante, ya serían siete meses desde que no se veían. Si bien intentaban mantener el contacto por Facebook, no era lo mismo. Quería tocarlo, sentir su piel, besarle, hacer el amor toda la noche.

—¡Sasuke!-tocaron a su puerta.

—¿Sí, mamá?-salió de sus cavilaciones.

—Hijo, levántate, quiero que ordenes tu habitación y acomodes la cama extra. Tendremos visitas.

PrimosWhere stories live. Discover now