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El fin de año se aproxima y como ya es costumbre en la empresa, se organizó una cena navideña en la que participan todos los empleados.

Estoy bastante aburrido, así que me acerco a Richard apenas lo veo y pongo una mano sobre su hombro asustándolo un poco sin querer.

-Jamás en mi vida había visto tanta comida junta- dice poniendo de cada cosa que ve en su plato.

-Es un buffet, era de esperarse- respondo encogiendome de hombros -además lo merecemos, trabajamos como mulos.

-Dímelo a mí- me responde girando los ojos- el viejo Vera no se cansa de joder.

Sonrío negando con la cabeza pero en total acuerdo con él.

Tomo un plato para mí y coloco una porción de bizcocho en él, cuando siento que Richard me codea.

-Creo que te buscan.

Levanto la mirada y veo a Ginna luciendo un hermoso vestido, sus ojos vacilan de un lugar a otro buscando a alguien, y no necesito pensar mucho para saber que me busca a mí.

Levanto la mano cuando mira en dirección a mí y me reconoce al instante.

-¡Joel qué bueno verte!- dice antes de dejar un beso en mi mejilla.

Le sonrío amablemente y converso un poco con ella. La conversación es fluida pero pierdo el interés cuando veo al chico que apareció en la puerta de mi oficina hace unos días.

El chico se encuentra de pie junto a la mesa de enfrente, y parece sentir mi mirada sobre él porque unos segundos después sus ojos contactan con los míos y me sonríe, es la primera vez que veo su sonrisa y es sin duda la más hermosa que he visto en mi vida.

-¿Joel?- escucho la voz de Ginna sacándome de mi trance.

-¿Disculpa?

-Te preguntaba si quieres tomar algo.

-Oh, no en este momento. Discúlpame- digo alejándome de ella con dirección al ojiverde que continúa mirándome.

-Hola- saludo al llegar a su lado.

-Hola.

-Déjame adivinar ¿estás perdido de nuevo? ¿necesitas algún tipo de orientación?- bromeo un poco.

Una risita tierna escapa de sus labios.

-En realidad no- responde mirándome.

Lo miro a los ojos por un momento más antes de presentarme.

-Soy Joel, de contabilidad- digo estrechando mi mano que toma inmediatamente.

-Y yo Erick de... solo Erick.

No puedo evitar reír un poco ante su respuesta.

-Bien, solo Erick ¿vienes acompañado?

-Pues sí, vine con Johann.

-¿Johann?- vuelvo a confundirme con el nombre.

-¡Joel!- saluda mi jefe llegando hasta nosotros -veo que conociste a Erick.

-Mmm sí señor Vera- respondo un poco inseguro.

-No importa, te lo presentaré formalmente. Este hermoso chico que ves aquí- habla mientras rodea la cintura de Erick con su brazo -aceptó casarse conmigo y será mi esposo en pocas semanas.

Y así fue como mi sonrisa se congeló en mi rostro al punto de sentir mis mejillas doler.

-Felicidades- dije tratando de mantener el rostro sereno.

Ofrecí una disculpa y me retiré con dirección a la mesa principal dispuesto a comerme todo lo que viera.

Con las mejillas llenas de comida pensaba, ¿por qué me di el lujo de ilusionarme con Erick? ¿Qué me hizo pensar que tendría oportunidad? ¿Por qué siquiera fui a saludarlo?

Y siempre la respuesta es la misma: no importa cuántas veces me estrelle de cara contra el suelo, jamás aprendo la lección.

Pasé la comida con un trago de vino y me fui a casa despidiéndome solo de Richard.

La sensación de incomodidad que se instaló en mí parecía bastante familiar, no es la primera vez que me pasa esto, estoy acostumbrado a lidiar con ello.

Será pan comido reponerme y olvidarlo todo.

¿Lo será?

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Les quiere:
Lía. ❤️

¿Cuál Es Nuestro Título? |Joerick|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora