Soy llamada una vez más.

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En Dios es diferente, porque no tiene celular, y aun así el se comunica con nosotros, pero nuestro corazón a veces lo manda al buzón.

Solo pienso, cuantas veces él tendría la paciencia como para seguir llamado a la misma puerta que desde hace años no ha querido abrir, el enemigo fundamenta en nuestras vida el miedo, nos lastima constantemente para perder el miedo de abrirle la puerta a Jesús, y lo hacemos, nos encerramos en el pequeño mundo que nos aleja de la paz mas grande, del amor mas imprégnate que puede existir.

Ahora entiendo cuantas veces el enemigo provoco tanto ruido para no darme cuenta de las llamadas que me haz hecho.

El diario de una inconstante.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora