Valentina Carvajal 22 años, hace 10 años un accidente automovilístico cambió su vida para siempre, Valentina siempre ha querido lo mejor para su familia y por eso cuando se encuentra con un anuncio para un nuevo local que se abrirá en la ciudad, no...
Hola, me llamo Valentina Carvajal, tengo 22 años, soy de Miami pero tengo raíces latinas, por lo que hablo español a la perfección.
Soy hija de León Carvajal y Lucía Borges, tengo un hermano menor llamado Santiago de 17 años, hace 10 años en un accidente automovilístico nuestro padre perdió la vida, por lo que quedamos al cuidado de nuestra madre.
Después dela muerte de mi padre he ayudado en lo que más he podido a mi madre para que nunca le falte nada a ella o Santi.
He trabajo de cuidadora de perros, ayudando a estacionar vehículos o en lo que se me presenté, anterior a mi trabajo actual, estuve trabajando en dos lugares al mismo tiempo, el primero era de vendedora en un centro comercial y en el otro bar tender.
Santi ya no era un niño por lo que tenía muchos más gastos, no era una persona derrochadora, él se daba cuenta del esfuerzo que estaba haciendo ya que mi madre cada vez llegaba más cansada de su trabajo o algunas veces no se sentía con las fuerzas para poder levantarse.
Un día cuando salí del centro comercial para ir a descansar a mi casa, antes de que empezara mi siguiente empleo, un letrero llamo mi atención.
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Llame inmediatamente, al solicitar una cita, me asignaron una para el día siguiente, según lo que me dijo la señora que me atendió el teléfono ganaría el triple de lo que gano en mis dos empleos juntos, era una buena oportunidad.
Cuando al día siguiente fui al sitio, me di cuenta que era un antro. Y hay entendí que el nuevo trabajo era para ser bailarina y si uno quería ganar más dinero podía pasar a mas con los mismos clientes, en mi caso no sería así, solo ira a bailar, si solo bailaba también era un buen dinero con lo que no pasaríamos problemas, mi madre dejaría de trabajar definitivamente, Santi podría ir a la universidad, todo era bueno, mi familia siempre seria la que estaría primero, antes que yo, por lo que fue mi impulso para tomar mi decisión.
Emma, la encargada dijo que era mi decisión, que, si un día quería llegar a mas con algún cliente, tenía todas las libertades.
Mi madre recibió la noticia como un golpe en el estómago, desde el primer momento, supe que sería así por lo que no me tomo por sorpresa, después de discutir mucho y darse cuenta de que no cambiaría de opinión se resignó y "acepto" mi trabajo.
Al día siguiente renuncie a mis dos trabajos, me dijeron que, si quería volver, tendría las puertas abiertas, lo que me alegro mucho, en ese minuto no me di cuenta de que antes de lo que pensaba estaría pidiendo empleo, donde una vez renuncie.
Siempre supe que no sería bailarina para toda mi vida, pero jamás se me paso por la mente, que duraría tan poco, aunque no me quejo de nada, lo volvería a dejar una y mil veces, es que fue lo correcto.
Llevaba 2 meses trabajando, cuando todo cambio.
Era un día normal, más bien diría que lento, nos habían dicho que estas fechas serian así, estaba perdiendo las esperanzas, hasta que paso, la vi, estaba entrando como un perro entra a la perrera, temerosa como ella sola, acompañada de una chica que tampoco había visto pero la cual se notaba que tenía mucha más confianza que la morena, cuando levanto la mirada, me enamoro, sus ojos demostraban miedo, pero era los ojos más bellos que pude haber visto en mi vida, eran café, un color común dirán pero en ella eran perfectos.
Esta es mi historia y como me enamore de la manera menos esperada de la chica de los ojos color chocolate.
