Prólogo.

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Son como las olas del mar tranquilas, turbias y grandes. Oh como la adrenalina de subirte a una montaña rusa, esa forma en la que te hace sentir un nudo en el estómago cuando va bajando desde la montaña más empinada y cuando vas bajando no sabes si reír, alzar los brazos o vomitar.

Nunca lo sintió ni mucho menos lo llegó a sentir con Alek su primer novio de preparatoria, los besos que se dieron los sintió absurdos y sin alguna pizca de mariposas en el estómago.

Cuando se tomaban de las manos era tan simple y ordinario, como si tocará su propia mano. Y con él era tan diferente.

Lo hacía sentirse todo el tiempo en una nube esponjosa y suave, escuchar su voz ronca le transmitía paz y tranquilidad.

Fue muy simple cómo se conocieron pero a un así agradecia a Sato por averlo dejado plantado en ese pequeño parqué de la calle Cornelia.

No sabía qué hacer o a donde dirigirse el parqué era pequeño como caminar un rato, daría lo más seguro unos quinientos pasos y el parqué hubiera rodeado.

A lo mejor fue el destino que lo guió a esa banca cerca del pequeño estanque de peces, tan distraído estaba de ver todos los diferentes tipos de pececitos que nadaban sin parar de un lado al otro que no se dio cuenta que un hombre estaba a un lado de él sentado.

Ni siquiera escucho como el hombre se había dado la molestia de preguntarle si le afectaba que el tomara asiento.

Cuando miro a un lado unos ojos verdes lo miraban profundamente, era como si esos bonitos ojos le mirarán el alma, su cabello rubio caía de su frente era como el oro pero en líquido.

Esa sonrisa brillante que le dio lo hizo dejar de respirar por unos segúndos y esa voz preguntándole si era su primera visita en ese parque.

Después de esa pregunta todo se fue dando, era como si se conocieran de hace años. Podrían hablar varios temas sin aburrirse, no se daban cuenta que ya estaba apunto el sol de esconderse en las montañas. Se despedían y cada una se marchaba por un rumbo diferente, pero a un así volvían cada miércoles a ese parqué de la calle Cornelia.

"El amor llega en cualquier momento, podrás estar hoy en tu cama leyendo esto y mañana estaras a lado de un chico/a que te haga olvídate de cualquier cosa.

Una pequeña historia de amor que sin decirlo ellos lo sienten, no importan los besos o el sexo, lo que realmente importa es el estar tan siquiera a un lado de él o ella mirándolo o escuchándolo al otro lado del teléfono"




Cornelia Street [Bananafish/ asheiji Donde viven las historias. Descúbrelo ahora