Orgullosa Atracción(Jenlisa)

"Sólo para ella"

-Oh.. rayos!!- Se escuchó decir a la pelinegra, deslizándo su mano sobre su cabello y empleándo un puchero con angustia, ambas chicas estuvieron al tanto de lo sucedido puesto que el celular estaba en altavoz.

-Mmm..., Jennie se escuchaba molesta... Lisa, creo que deberías obedecer- Habló repentinamente la rubia, haciéndo igualmente un leve puchero.

-Creo que sí...- Lisa chasqueó sus labios con molestia, pero, se reanimó al recordar que aunque sea encontró su celular... no?.

Sin decir más, sólo se dio la vuelta, y se dispuso a caminar hacia la más cercana entrada a la sala, mientras escuchaba las voces de sus amigas deseándole suerte; por alguna extraña razón las palabras manifestadas por Jennie habían causado en ella una especie de alerta acompañada de temor e intriga, lo mismo que la incitó a que solamente se quedase pensando en eso mientras caminaba a paso lento para atender las órdenes inmediatamente .

Al llegar a la sala solamente se sentó en un asiento que se situaba en la mesa de los bocadillos y empezó a degustarlos con total tranquilidad.

La cena transcurrió muy rápida y aburrida para Lisa, lo que provocó que se formase un gesto de disgusto total en ella, ya que, ella esperaba algo más... no sabía lo que quería... y tampoco sabía la razón por la cual se había quedando mirando hacia la castaña y al risueño durante toda la fiesta, lo cual era muy extraño... ; era extraño que Lisa los quedara viendo sin disimulación y sin explicación alguna, pero era aún más extraño que Tae y Jennie nunca dirigieron su mirada hacia ella y que hayan sido escasos los acercamientos para hablarle por parte del dúo... lo que provocó que le diera un poco de terror pensar en que probablemente estaban furiosos o... estaban haciendo la ley del hielo, o... simplemente no querían platicar con ella, no estaba segura.

Todos los invitados de la fiesta empezaron a despedirse y a salir, siempre con una amplia sonrisa dedicada a Lisa..., y una vez vacía la sala, Lisa supo que finalmente seria la hora de hablar con su jefa, así que, indecisa empezó a dirigirse a la puerta de salida de aquella sala, al salir de ésta se encontraba caminando serenamente por el pasillo cuando..., repentinamente sintió una delicada mano posarse con firmeza en su frágil y helado brazo, para luego recorrerla hasta llegar a su hombro, ése contacto le erizó la piel por completo, ya de por sí estaba nerviosa, pero esta emoción la invadió de sobremanera al tratar de distinguir o descifrar de quién se tratase, y que, al girar su mirada hacia atrás llena de recelo, quiso contenerse de hacerlo notable porque se encontró nuevamente con aquella mirada felina que siempre la intimidaba, bueno, que empezó a hacerlo desde esa mañana..., tenía un mal presentimiento, y parecía que las dos estaban de acuerdo con ello, al encontrarse no podía descifrar lo que la castaña quería expresar con su mirada, no lograba descifrarlo del todo, quizás la castaña se dispondría a gritarle, a ofenderle, o tratar de crear conflicto alguno, no lo sabía, no sabía nada en ese momento, lo único que sabía era que aquella mirada con la que ahora la consumían estaba llena de lujuria y la tailandesa entró en leve pánico al empezar a imaginarse lo que estaría por suceder entre ambas.

-Espéreme en mi oficina- Se escuchó decir por parte de la castaña, quien llevaba una mirada inexpresiva pero intensamente profunda -Le recomiendo que, cuando llegue de realizar un pendiente.., usted se encuentre ahí, porque de lo contrario...- Hubo un prolongado silencio amenazante, cuando.... de repente... la castaña descendió inesperadamente el contacto que su mano proporcionaba hacia la fina cintura de Lisa, despertando todos los sentidos de ambas..... pero, no pasó mayor cosa, ya que, la castaña al darse cuenta de aquel impulso, solo aventó su mirada a donde anteriormente estaba por dirigirse y siguió caminándo a paso lento.

Todo era tan extraño para Lisa, cada acontecimiento que se iba presentando de acuerdo al tiempo que transcurría cada vez se le hacían más raros.., pero ahora ese sentimiento ajeno se había convertido más bien en terror hacia su jefa, y ahora tendría que enfrentar lo que le tiene para decir y lo que vendría luego..., quedarse a solas con la mayor.., éso definitivamente era lo peor de lo que le podría pasar, estaría dispuesta a estar en una habitación con ciertas personas, pero justamente no se sentía lista como para estar en una con la señorita Kim, ni mucho menos le apetecía en ese momento.