Parte 1 Sin Título

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Él la observaba, todo el tiempo la observaba , por las mañanas cuando ella salia por un café al bar de la esquina, cuando iba despreocupada y hermosa al trabajo, cuando regresaba, cansada, pero aun así hermosa, cuando dormía, ese era su momento favorito, ella era hermosa y él la amaba, la había amado toda su vida, no entendía porque ella nunca había correspondido ese amor, pero todo cambiaría.

Esa noche ella tendría invitados en su casa y como buena anfitriona había planeado para la cena su platillo favorito, codornices con salsa de pétalos, pasadas las 19 horas, el sol se filtraba entre los altos edificios del centro, el viento soplaba con mas fuerza, ella se sentía tranquila, le gustaban tanto los atardeceres, nunca hubiese imaginado lo que le esperaba.

el tiempo corría, ella tenia todo listo, se veía hermosa, el timbre sonó y se dirigió ansiosa a la entrada, no esperaba encontrarse con él, casi no recordaba su rostro, habían sido amigos en su juventud pero él solo había decidido alejarse, en sus planes no estaba el invitarlo a entrar, se había convertido en un completo extraño, de todas formas él no había ido a quedarse, detrás de si mismo tenia una roca que escondía para golpearla en la cabeza y poder ejecutar su plan, y así fue. Había sido un gran día para ella, había recibido un ascenso en su trabajo luego de años de esfuerzo y recibiría la visita de sus amigos y familiares - a quienes no veía hacia ya largo tiempo- para festejar, pero sus planes al igual que su visión se oscurecieron, a él solo le tomo un segundo el tenerla desmayada entre sus brazos, por fin la tenia, no podía creer que luego de años sin sentirla ahora si la tenia, y para siempre, ella era de el.
a mitad del largo camino que debían recorrer ella volvió bruscamente del desmayo, se sentía cansada, pesada y tenía miedo, tenia mucho miedo, tanto así que el podía oler ese miedo, no quería preocuparla así que se giro y le sonrió, una sonrisa tan cínica que solo sirvió para aumentar su temor. Al llegar a la cabaña que él había comprado para ellos la bajo del vehículo y entre sus brazos la llevo a la alcoba, se sentía tan feliz de tenerla.

Los días pasaban rápido, ella había perdido la cuenta, no entendía porque nadie la estaba buscando ¿siquiera la estaban buscando? necesitaba desesperadamente encontrar la forma de salir de esa horrible pesadilla, se sentía mareada y con fiebre, tenia los labios secos, el estomago vació, los parpados le pesaban, el cuerpo le pesaba, se sentía sucia, sentía que con el paso del tiempo había envejecido 30 años, la tortura era interminable, él le había confesado su amor, ella no se lo correspondía, después de años seguía siendo un amor no correspondido, él se enfado y la mantuvo en una bodega, en la oscuridad, con frió, solo algunos días le llevaba agua de un pozo para que bebiera, la alimentaba con sus sobras, la golpeaba, abusaba de ella, pero el la amaba y creía que si le imponía miedo ella lo amaría de igual forma, tomaría tiempo, pero eso no le importaba, esperaría el tiempo que deba esperar, solo para poder decir que eran ellos y que se amaban locamente y esa idea lo fascinaba.

Una noche oscura y fría él olvido ponerle cerradura a la puerta, esa era su oportunidad, por fin lograría salir de ese horrendo lugar, intento ponerse de pie y lo logro con mucho esfuerzo pero cayo al segundo paso, las piernas no le funcionaban como ella quería, sentía que ya no eran suyas, sentía que había perdido el poder sobre cada parte de su cuerpo, sentía que el se había adueñado de todo, no podía permitirlo, así como no podía permitirse el perder esa única oportunidad, por lo que se lleno de fuerzas y salio a la fría noche, se encontraba en un bosque, se tomo un momento para sentir la frescura, el aire limpio tocando su rostro, había estado días, quizás muchos meses, viviendo entre sus desechos, era tan vergonzoso para ella el pensar todo lo vivido. Escucho ruidos que provenían de la cabaña donde él mismo diablo se encontraba y comenzó a correr.

Él había escuchado ruidos, era tarde ya, miro el reloj de la esquina que marcaban las 21.30, se asomo por la ventana y vio una figura alejarse, no podía creer que era ella, que otra vez la perdía, tiro todo y comenzó a correr detrás de su amada.

ella se sentía libre con cada paso que daba, pero esa libertad se convirtió en miedo al escuchar cómo de aquellos sucios labio salía su nombre, ese inesperado sonido provoco que se arrodillara y quedara inmóvil, presa de miedo, a estas alturas no era extraño sentir miedo, quería que el pasara y no la viera, espero escondida entre las ramas de un arbusto y la noche sin estrellas, al sentir que él la ya no se encontraba cerca retomo su camino corriendo a toda la velocidad que le permitieron sus cansadas y demacradas piernas, las horas pasaban y ella seguía corriendo, caminando, no podía darse el lujo de descansar, no se lo podía permitir, en el momento que creyó ver a alguien a quien pedirle ayuda su mundo se vino abajo, era él, que le sonreía parado entre los altos pinos que se movían de lado a lado con el soplar del viento y los pájaros cantando, anunciando el amanecer, ella comenzó a dar torpes pasos hacia atrás, el miedo corría por sus venas, no quería regresar a la tortura, prefería la muerte antes de volver, estaba mareada, no lograba ver con claridad, dio un mal paso y cayo, cuando abrió los ojos él estaba sobre ella, la tomo de los brazos y escucho un simple "Te amo" antes de que todo se tornara negro.

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⏰ Última actualización: Aug 15, 2021 ⏰

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