ºUnicoº

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Porque Jungkook estaba enamorado de la persona equivocada.

Siempre se llegó a preguntar cómo se fijó en aquel chico.

Su piel de canela que era suave y sensible al tacto, le gustaba acariciarlo ya que sentía que estás eran un lienzo y sus dedos pinceles que emanaban fuego. El calor de sus cuerpos al juntarse, al saludarse, era algo totalmente inolvidable.

Su cabello, negro como la noche, super bien cuidado y con un singular peinado que lo hacía ver extremadamente bien, cuando lo vio despeinado ¡Oh dios!¡Kookie casi se desmayaba al ver semejante imagen digna de un dios griego!

Y su sonrisa. Su estúpida sonrisa cuadrada, perfecta y blanca, que podría jurar iluminaba hasta la habitación más obscura. Tan inocente algunas veces y pícara en otras. Incluso cuando reía hasta los más heteros volteaban a ver, su risa tan curiosa y adorable lo hacían ver muy lindo. Su voz grave, lo hipnotizaba. Ronca en ocasiones dónde lo hacía sentir cosas inexplicables.

Todo de él lo volvía cada vez más loco. ¿Cómo pudo ver en el toda la belleza del mundo?

Jungkook amaba verlo a lo lejos, verlo reír, verlo bromear. Y poco a poco, empezó a enamorarse de él. A imaginar que si el fuera un poco más valiente, más coqueto, más seguro de si mismo, probablemente se animaría a hablarle y sacarle plática en persona. Conocerlo de verdad. Para el macknae, Taehyung era un misterio. Sonriente algunas veces, serías en ocasiones, con estrés de por medio, era un chico muy confuso. Y eso lo atraía.

Pero estaba más que claro que Taehyung gustaba de Park Jimin, el chico con una personalidad dulce y graciosa. Y, no lo malentiendan, a Jungkook le caía muy bien Jimin, más sin embargo no podía evitar compararse con el de vez en cuando.

Cada día que pasaba Jimin parecía estar más cerca del corazón del moreno. El cual cada día parecía ser una nueva razón para enamorarse de Park. Y eso le dolía. ¿Pero que podía hacer? Ya estaba acostumbrado a ver a Taehyung con otras personas, estaba acostumbrado al dolor que sentía en su corazón que cada vez se rompía más y sangraba.

Lloraba por no poseer a su amado. Y el se ahogaba con sus sentimientos. Lo único que podía hacer era esperar a que esos dos se junten definitivamente y sonreír por ellos, desearles lo mejor en voz alta y contarle a la almohada que desea en lo más profundo que su amado sea feliz. Contarle a las estrellas de la fría noche que no quiere que su amado sea herido por nadie, que quiere protegerlo de todo mal, que quiere luchar cada vez más para que aquella hermosa sonrisa no se borre. Quería luchar para que la felicidad del moreno nunca se acabe.

Lastimosamente sabía que él nunca llegaría a ser la causa de la felicidad de Taehyung, lo sabía y aunque eso dolía no quedaba más que esperar a que alguien lo hiciera feliz. Se llenaba de coraje cada vez que Taehyung llegaba a el, llorando, contándole que le rompieron el corazón. Le daba rabia que hubiera afortunados que lo pudieran tener y aún así estos lo tratarán mal.

Pero Jungkook se hace daño a si mismo. Estar enamorado de la persona equivocada lo hiere en lo más profundo. Jungkook sabe que debe superarlo y eso hará.

En las noches solitarias y frías, con canciones que se mezclan con el aura del melancólica del pelinegro recordaba la primera vez que se besaron. Jungkook se sintió la persona más torpe mientras sentía millones de mariposas en su estómago al sentir ese tierno y tímido contacto de sus labios. Taehyung soltó una pequeña risa "cabello" pronunció con diversión, el cabello de jeongguk se había atravesado en su beso debido a lo largo que lo había dejado. Eso aligeró el ambiente y ambos rieron ante la torpeza del de blanquecina piel.

Aún recordaba la primera vez que sus pieles desnudas se tocaron en busca del calor ajeno, una experiencia muy húmeda y única. Aún podía sentir la grandeza del pelinegro llenando lo por completo, haciéndolo tocar el mismo cielo.Lo extrañaba. Pero sabía que debía superarlo, que parecía que sus corazones nunca se ponían de acuerdo y por ello siempre el pelinegro terminaba con el corazón roto y un "que seas feliz con el" grabado en su boca automáticamente como si fuera un radio.

Había días más duros que otros, días dónde no podía evitar enamorarse un poco más del chico precioso. Y había días dónde sentía que lo odiaba. Odiaba no poder sacarlo de su mente. Odiaba lo que el moreno causaba en el. Y estaba harto de ser el segundo. Se sentía un plato de segunda mesa. Jeongguk sabía que tenía que encontrarse a si mismo, tenía que amarse a si mismo.

Su amor propio debería superar el que tenía por el chico de sonrisa cuadrada, debía escribirse poemas a si mismo, dedicarse canciones y pasar tiempo solo, esa era la fórmula perfecta para su corazón ya pisoteado.

"Me rindo, Taehyung.

Renuncio a la idea de tenerte.

Oficialmente te saco de mi corazón y de mi mente.

Perdí la batalla contra todos los demás príncipes que se te acercaba, y me retiro feliz porque perdí a alguien que no me amaba."

Con dichas palabras el menor se retiro con una sonrisa en su rostro, acompañada de ojos cristalinos.

No tengas miedo de perder a quien no se siente afortunado de tenerte.

-¡No me dejes, Kookie!-Jeon se detuvo al escuchar la voz del moreno llamándola llena de dolor.

-Te amo. Se feliz con el.-Dichas las ultimas palabras, Jungkook se fue para no volver.

Porque Taehyung puso tres puntos suspensivos a su historia... y Jungkook borro dos.

Punto Final || TaeKook||One ShotDonde viven las historias. Descúbrelo ahora