Señorita | Grayson Dolan | TERMINADA

23

Madison.

"Les dije que no estabas en la ciudad, pero me presionaron para que llegaras lo antes posible." Escucho a Ethan decirle a Grayson. Ambos están en la sala de estar y yo en la mesa americana, bebiendo un vaso de agua.

"¿Será mucho rato?" Gray contesta, jugando con sus puños.

"Ni siquiera debe ser más de media hora. Nos necesitan para firmar ese contrato y todo estará listo." El gemelo dice, entonces ambos se voltean a mirarme.

Yo dejo el vaso de lado de inmediato. "Gray, no puedes estar encerrado conmigo todo el tiempo." Le digo.

"Mad, la última vez que quedaste sola..."

"No será ni siquiera una hora, debes ir tranquilo. Yo estaré bien." Intento convencerlo. No puede dejar de lado su trabajo por mí.

"Le diremos a los guardias del edificio que cuiden este piso, de todas formas." Ethan me mira. "No te sucederá nada Madison."

Yo suspiro y asiento. "¿Lo ves?" Miro a Gray. "Anda, no te preocupes por mí."

Él rueda los ojos y avanza hacía el mesón para tomar sus llaves, y de paso comienza a caminar hacía mí.

"Sólo será un rato nena, lo prometo." Se acerca de costado y toma mi cabeza, depositando un beso en mi frente.

"Ve tranquilo." Sonrío.

Él asiente por última vez, y luego Ethan me hace una seña. Tras unos segundos ambos desaparecen por la puerta, y entonces un reloj mental comienza a sonar en mi mente.

Tengo poco tiempo, y debo encontrar mi celular antes de que los chicos lleguen.

Camino hasta la habitación de Gray y, aunque me siento mal por hacerlo, busco entre sus cajoneras y sobre su escritorio.

No hay nada. Quizás Ethan lo tiene.

Con cautela, voy hacía la habitación del peli oscuro.

Me siento peor al buscar entre sus cosas, pero mi intención es sólo buscar algo que me pertenece, nada más.

A diferencia de Grayson, Ethan no tiene ningún objeto sobre su escritorio —el cuál está vacío—, y el único mueble con cajón es su mesita de noche.

Abro el cajón sin pensarlo mucho, entonces las letras bingo aparecen frente a mis ojos imaginariamente. Aquí está.

Lo saco rápidamente y noto que está sin batería, entonces maldigo. No tengo tanto tiempo como para cargarlo.

Voy corriendo hasta la habitación de Grayson y lo conecto para al menos encenderlo. Necesito saber qué ha sucedido.

Tras varios minutos, la señal de que se ha encendido aparece y la
pantalla se ilumina, haciendo que mis nervios aumenten y mi corazón comience a latir rápido.

Lo desbloqueo y voy directo a los mensajes. Tras unos segundos, comienzan a llegar mis notificaciones, además de las llamadas perdidas.

Bella (23 llamadas perdidas)
Jona (67 llamadas perdidas)

"Mierda." Balbuceo.