Lo extraño

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Los días comenzaron a pasar y con ellos la desesperación de los ex-vengadores crecía, una semana completa había pasado y no habían señales del pequeño Rogers.

La rusa se encontraba en su cuarto, aquel que compartían con el soldado dentro del complejo. La espía se mostraba fuerte frente a los demás, no podía dejar que la vieran flaquear, sin embargo,cuando la noche caía, ella se derrumbaba y el rubio era quien la consolaba cada noche.

-¿Mami? - la rusa alzó su vista.

Se secó rápidamente las lágrimas y puso su mejor sonrisa, debía actuar como si todo estuviese normal, pues le habían dicho a Isa que su hermano estaba con unos familiares lejanos.

-Hey corazón - la espía pudo notar una cola en una de sus manitas y un cepillo en la otra -Ven vamos a peinarte.

La pequeña se subió a la cama y se sentó a espaldas frente a la rusa, quien comenzó a pasar el cepillo por sus cabellos dorados.

-¿mami?

-Dime amor

-¿Cuano vueve James?- le rusa detuvo su acción y tragó con dificultad, respiro profundo y continuó.

-Él..... bueno... él volverá pronto corazón.

-¿Lo extanias? - la rusa no pudo contenerse y posó una de su manos sobre su boca.

-Si... - dijo en un hilo de voz -Si.... lo extraño mucho.

-Yo tamben - la pequeña pasó una de sus manitas sobre sus ojos, refregandolos suavemente, el sueño comenzaba a apoderarse de ella.

La pelirroja se tranquilizó, debía hacerlo, no podía mostrarse así frente a su hija, ella era su pequeña y necesitaba de ella también.

La rusa terminó de peinarla pero a la hora de querer ponerle la cola se dió cuenta que tenía el cabello húmedo y ella no la había bañado.

-¿Amor?

-Mmm - respondió la pequeña.

-¿Quién te bañó?

-Papi - respondió

-Y.... ¿Por qué no me dijiste?, yo lo habría hecho.

-Papi dijo que necesitabas tiempo pala descansal poque te sentías mal.... ¿Etas mejol mami?

La rusa sonrió, era un sonrisa de tristeza y felicidad al mismo tiempo, no podría vivir sin ninguna de esas 3 personas, por ello,no descansaría hasta encontrar a su hijo.

-Sí..... me siento mejor - le aseguró - Podrías....¿te gustaría dormir con nosotros hoy?

La pequeña asintió con una sonrisa, últimamente se había sentido sola, pues sus papás se la pasaban trabajando en quien sabe qué todo el día.

-Mami.......

-¿Si?

-Te amo - le dijo, para acto seguido darle un abrazo, uno del qué ella no tenía conocimiento, pero que a la rusa le devolvía las fuerzas para seguir.

-Yo te amo más - le respondió apretandola más hacia ella.

-Wow..... me gustaría uno de esos - susurró el Capitán desde el umbral de la puerta.

La rusa sonrió y le tendió la mano para que se acercase y se uniera a aquella cálida muestra de afecto.

El rubio se acercó y abrazó con fuerza a las dos, a las dos de las 3 personas que eran dueñas de su corazón.

-Te prometo - tragó con dificultad -Te prometo que él volverá, aunque tenga que dar mi vida por la suya - le susurró el rubio al oído.

-Nadie deberá dar su vida, haremos lo posible porque eso no pase y para que él vuelva a casa con nosotros.

Un Giro InesperadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora