Prólogo.

136 7 1
                                    

-No te vallas- dije con lágrimas en los ojos

-No me puedo quedar- respondió con los ojos rojos, el quería llorar pero no debia pues tenía que ser fuerte por ella, ella lo merecía.

Se levanto y sacudio la ropa- Pero recuerda que a pesar de todo -Cerro los ojos y suspiro antes de continuar- Siempre podrás enviar cartas al cielo.

Cartas al cieloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora