Nuestra Historia [UzuZen] [ABANDONADO]

capítulo 1

"¡Uzui-san!... ¿Me escuchas? ¡Maldito viejo no cierres los ojos no te permito morir ahora!"

Su vista trata de enfocar en la voz del joven chico que le grita desesperado, su mano que es sujetada con fuerza pegada el pecho del rubio es empapada por lágrimas, una mujer abraza por detrás al chico y otras dos mujeres se posan a sus lados pero no decían nada solo llorando apoyando sus manos en él.

"¡Uzui!"

«¿De quien es esa voz? Es tan molesta»

—¡Despierta de una vez flojo! —su novia lo golpea con una almohada en el rostro.

—¿Hum?... Makio déjame dormir toda una eternidad más.

—No, debes prepararte porque hoy es tú primer día de clases como profesor y no puedes dar una mala impresión.

—Ya conocí a los profesores y el director, me llevo bien con ellos no habrá problema y los demás son alumnos que no serán difíciles de lidiar.

—¡Uzui Tengen levántate de una vez! —lo toma de los tobillos y lo jala fuera de la cama, el hombre cae de la cama dándose un gran golpe en la cabeza.

—Ya lo haré —dice entre quejidos de dolor.

—Si no te escucho en el baño duchandote vendré a hacerte una llave. Por dios con este hombre, se supone que es un adulto —se queja saliendo de la habitación.

Uzui intentó recordar ese extraño sueño pero es como si la mayoría de éste se hubiera esfumado y lo único capaz de recordar es la ropa que portaba aquél chico. Muy parecido a un uniforme de secundaria y algo que reconoció como un haori naranja y amarillo con triángulos pequeños de color blanco.

—Que sueño más extraño —dijo levantándose del suelo sobando la zona donde se golpeó.

Por otro lado un joven chico de preparatoria sale corriendo del departamento pese a ser demasiado temprano, escucha su abuelo gritarle que olvidó su almuerzo por lo que regresa agradeciendo al hombre mayor y seguir con su camino. Cómo prefecto tiene que llegar antes que cualquier estudiante para poder revisar que cumplan adecuadamente con su uniforme, quiere dejar de hacerlo pero al menos las chicas no se quejaban de que las mire tanto como el admirador que suele ser cuando ve una chica linda. Espera que el profesor Tomioka no lo golpeé de nuevo gritándole que deje de pintarse el cabello cuando es natural.

—Es horrible, esperaba soñar con Nezuko-chan pero solo tuve un sueño raro —se queja hablando bajo para sí mismo.

Había despertado llorando, no sabía por qué pero la imagen de un hombre moribundo y unos brazos rodearlo en un abrazo es lo único que recuerda del sueño. Aún así su corazón sentía tristeza al despertar y sentía la gran necesidad de ver a ese hombre pero ahora ni siquiera lo recuerda y le parece perturbador querer a ese hombre.

Llega a la preparatoria saludando al conserje que siempre lleva una máscara puesta, Urokodaki, el hombre también lo saluda para continuar con la limpieza aunque no hay mucho desorden ya que la mayoría de los alumnos lo quieren y lo respetan así que hacen bien la limpieza después de clases. Algunos maestros ya han llegado y otros pocos alumnos que son prefectos todos preparándose para comenzar otro día de clases común.

Los alumnos poco a poco van llegando, Zenitsu anota en una libreta los alumnos que llevan su uniforme adecuadamente, regaña a los pocos que no lo llevan del todo bien anotando información como sus nombres y clase en la que están, debido a esto se lleva amenazas de muerte que lo asustan demasiado sobre todo aquellos que son mucho más alto que él y con rostros aterradores, pero reglas son reglas además de que si lo deja pasar será regañado por el profesor Tomioka y le teme a ese hombre y sus cachetadas.

Mira a sus amigos llegar, Kamado Tanjiro lo saluda amigable como siempre pero Hashibira Inosuke lo reta como todos los días dándole un golpe en la cabeza, aún así son amigos, sonríe tontamente al ver la hermana menor de su amigo e intenta acercarse a ella más no puede porque debe seguir con su labor como prefecto, se despide de sus amigos diciendo que los alcanzará después en clases, anota que de nuevo Inosuke rompe las normas del uniforme. Su oído se agudiza al escuchar muchas chicas hacer escándalo, alza la mirada en busca de lo que está enloqueciendo a las féminas y se asusta de ver a un hombre muy alto vistiendo como todo un vago intentando entrar a la preparatoria.

—¡O-Oiga! —se acerca tembloroso -no puede entrar, váyase por ahí a vagabundear.

—¡¿Ah?! —se inclina lo suficiente para que su rostro esté a unos centímetros del rubio —¿Qué problemas tienes mocoso? Déjame entrar y ya.

—No puede, usted no tiene nada que hacer aquí.

—Claro que sí, apartate —lo empuja a un lado siguiendo con su camino.

—¡Oye! —lo sujeta de la manga del suéter y lo jala con fuerza, no para detenerlo pero eso molestó al hombre —¿Quién eres?

—Uzui Tengen, el nuevo profesor de artes —responde de mala gana.

—¡Debiste decirlo desde que llegaste! ¡¿Que hace un profesor vestido como vago?!

—¡¿Tienes un problema por como me visto?! —pone su enorme mano sobre la cabeza del joven, presiona con fuerza y lo escucha quejarse.

—¡N-No pero es poco inusual que el nuevo profesor se presente en su primer día vestido así!

—Esto es ser extravagante, muchacho. Así que aprende de buen gusto.

—Si, claro —dice con sarcasmo quitándose la mano de Uzui de la cabeza, la sostiene con las dos manos a la altura de su pecho mirando las uñas pintadas lo cual le parece poco común.

Uzui siente una extraña sensación como si eso ya hubiese ocurrido. ¿Cómo le llaman a esa sensación?... Déjà Vu.

—¿Cuál es tu nombre? —le pregunta con interés.

—Agatsuma Zenitsu —responde mirando a los ojos del hombre —. Dijiste que te llamas Uzui Tengen, ¿verdad? -su corazón parece dar un vuelco al mencionar su nombre.

—Si —responde un poco desorientado por el cambio de ambiente que ha surgido, cualquier sentimiento de molestar a desaparecido —. Sueltame, esto es raro.

—Tú empezaste —lo suelta juntando la libreta y lápiz que había tirado antes —. Cómo sea. Bienvenido a la preparatoria, no nos llevemos bien.

—Vaya bienvenida, mocoso —dice sonriendo divertido —. Tampoco espero llevarme bien contigo así que prepárate para ser molestado.

Le da la espalda alejándose de él caminando tranquilo llamando la atención de todo estudiante que se cruza en su camino, lo ve alzar la mano que significa una despedida temporal. Zenitsu maldice en silencio, después del almuerzo le tocará clase con ese hombre, desde que lo vió le sonó que no se llevarán para nada bien.